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Mostrando las entradas etiquetadas como Escritura

Una página menos

Desde que volví de Florencia, he tratado de encerrarme en el despacho a escribir. A la novela todavía le falta.   Corrección, reescritura e incluso escritura de nuevos capítulos. Esto es lo más me cuesta. Porque hay un momento en el que la mente se pone en modo editor y funciona para corregir, pulir, cambiar palabras, eliminar reiteraciones, aclarar, espesar..., pero no crear de la nada. Y en esta fase en la que estoy hay días en los que me dedico a esa tarea de espesar y editar y otros en los que tengo que introducir escenas o fragmentos de la historia que son necesarios para que todo funcione. Llevo prácticamente todo el verano para dos de ellos. Hoy acabo de terminar uno y ha sido como subir el Tourmalet. Buscaba las palabras y no llegaban.  Sin embargo, estos momentos de creación en medio de la edición –aunque ambas cosas formen parte, en realidad, del mismo proceso– sirven para introducirse con fuerza en la historia y hacer los personajes vuelvan a cobrar vida.  También estos días

El autor se confiesa (Sobre 'El dolor de los demás')

El dolor de los demás  es una novela que reflexiona sobre su propia creación, de modo que mucho de lo que puedo decir acerca de su proceso de construcción está ya contado en sus páginas. Inicié la escritura en serio en julio de 2016, justo después de regresar de un curso académico en Estados Unidos. Ése fue el momento en que me senté frente al ordenador y me encerré en mi despacho durante varios, hasta terminar una primera versión muy preliminar en abril de 2017. Sin embargo, el libro comenzó a gestarse dos años y medio antes, mientras seguía enfrascado en mi segunda novela,  El instante de peligro . En octubre de 2014, tras una conversación con Sergio del Molino, empecé a pensar seriamente en la posibilidad de escribir acerca de una historia que hacia casi veinte años que había estado posponiendo –el crimen que mi mejor amigo cometió una nochebuena–. Sentí que había llegado el momento. En primer lugar, porque, como sujeto, ya tenía la distancia suficiente para plantar cara a un traum

Un mitómano inconstante

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Soy un mitómano inconstante.  No colecciono los discos de mis músicos favoritos, no guardo los DVD de las películas que me fascinan ni vuelvo a verlas si no es por casualidad, no tengo todos los libros de mis autores fetiche, no visito todas las exposiciones de los artistas que admiro, ni siquiera me he llegado a interesar demasiado por la vida y milagr os de los actores y actrices que me han cautivado. Soy infiel por naturaleza. Mis pasiones duran poco y rápidamente son sustituidas por otras diferentes. Aunque también es cierto que nunca desaparecen del todo. Se acumulan, conviven y se confunden. Lo que he amado permanece latente para siempre. Y en cada nueva pasión reverbera algo de ese pasado nunca explorado del todo.  Aunque nunca fui demasiado aficionado a los cómics, de pequeño me obsesioné con los superhéroes. Pasaba los días subido a los árboles con una capa hecha de bolsas de plástico intentando volar como  Superman  -mi preferido, sin duda, por encima de cualquier otro-. E

Un niño gordo que sólo quería leer

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[Hace una semanas te invitaron a escribir una Carta Blanca para El País Semanal . Enseguida pensaste escribirla a tu héroe de ficción preferido, el protagonista del libro que más te marcó como lector: Bastian Batasar Bux. Volviste a leer La Historia Interminable . Te volvió a emocionar. Y te sorprendió literariamente. Pura literatura postmoderna. También te llamó la atención algo que no sabías: el traductor del libro es Miguel Sáenz, el traductor de Thomas Bernhard. Sin saberlo, dos de tus libros favoritos ( El malogrado y La historia interminable ) los has traducido la misma persona. Pero de eso no escribiste en la carta blanca. Hablaste de Bastian, de la pasión por leer, del recuerdo del tiempo en que vivías dentro de Fantasía] Querido Bastian Baltasar Bux: Han pasado casi treinta años desde que leí por primera vez La Historia Interminable , pero todavía hoy soy capaz de evocar la agitación y el estremecimiento que sentí al llegar a casa y adentrarme en sus páginas, escondido

El autor se confiesa

La revista El ciervo  ha iniciado una sección en su blog la sección "El autor se confiesa", un espacio para reflexionar sobre los procesos de escritura. Aquí os dejo el que les envié sobre El dolor de los demás "El dolor de los demás  es una novela que reflexiona sobre su propia creación, de modo que mucho de lo que puedo decir acerca de su proceso de construcción está ya contado en sus páginas. Inicié la escritura en serio en julio de 2016, justo después de regresar de un curso académico en Estados Unidos. Ése fue el momento en que me senté frente al ordenador y me encerré en mi despacho durante varios, hasta terminar una primera versión muy preliminar en abril de 2017. Sin embargo, el libro comenzó a gestarse dos años y medio antes, mientras seguía enfrascado en mi segunda novela,  El instante de peligro . En octubre de 2014, tras una conversación con Sergio del Molino, empecé a pensar seriamente en la posibilidad de escribir acerca de una historia que hacia casi ve

Del arte a la literatura: más allá de la caja blanca [Intervención Pechakucha]

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[El pasado jueves 6 de septiembre, en la terraza de los Molinos del Río, participé en el Pechakucha Night de Murcia. En 6'40" hablé de mis libros amparado por 20 imágenes, cada una de las cuales duraba 20 segundos. Fue apenas un suspiro. Y, sin embargo, no resultó nada fácil prepararlo. Aunque allí improvisé, el día antes tuve que redactar un pequeño guion para no irme por las ramas. No sé si en algún momento subirán la intervención en vídeo a las redes. Mientras tanto, o en cualquier caso, aquí os dejo el guion con las veinte cosas que dije. No es mucho, pero intenta condensar algunas cosas que pienso sobre por qué, siendo un historiador del arte, decidí comenzar a escribir narrativa y dejar poco a poco de lado la crítica de arte. Espero que os interese.] 1. Hoy he venido aquí a hablar de mis libros. Y quiero hacerlo buscando lo que hay debajo de ellos, lo que los conecta, lo que en el fondo me ha llevado a intentar escapar del mundo del arte y encontrar amparo en la li

Un mes

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Hace tiempo que no escribo nada aquí. Llevo unas semanas bloqueado. Me cuesta trabajo incluso escribir e-mails. Comienzo este post y siento ya en esta línea la resistencia del lenguaje. Intento vencerla. Puntuar. Volver a hacerlo. Ganar así tres frases y parapetarme en la inercia, en la forma curva de la escritura que se mueve hacia delante sin saber muy bien cómo.  Salto de párrafo y parece que siento un pequeño alivio. Últimamente sólo puedo escribir en cuadernos. Ahí, es cierto, no ceso de hacerlo. Escribir, por primera vez, para mí mismo. Me obliga la psicóloga a la que, desde hace varios meses, estoy visitando. Escríbelo para ti. Nárrate el mundo. Dale sentido a lo que te pasa. Cuéntate historias para afrontar la realidad. Invéntante un relato en el que las cosas sucedan por alguna razón. Un cuento donde los momentos tirados a la basura puedan ser reciclados y aprovechados. Un futuro en el que este dolor algún día te pueda ser útil.  Con esos relatos, lleno cuadernos que nunca

Lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte

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Hace ya algún tiempo escribí un pequeño cuento que titulé "Lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte". Me sirvió para cerrar  Infraleve , un libro de esos que uno publica  cuando es demasiado joven y luego no deja de arrepentirse una y otra vez. En el relato contaba una historia real que luego muchas veces mi madre recordó: la historia de una pastilla de jabón y de una mirada en un espejo.  Hoy, más de diez años después, una pastilla de jabón casi desaparece en mi mano. Y no he podido evitar recordar. El cuento, el jabón, el espejo, mi padre y mi madre. Ya no me reconozco en esa manera de escribir. Y al cuento le falta ritmo por todos los lados. Pero la imagen me sigue pareciendo bella. Y cada vez que me viene a la cabeza me emociono. Por eso he decidido publicarlo de nuevo aquí. Una vez más. A pesar de todo. Lo que queda en el espejo cuando dejas de mirarte Desde que su marido murió, ella no hacía más que mirarse al espejo. Siempre al mismo espejo. Una y

Autorreferencialidad

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[Publicado en La Opinión - Canal libros ] Una de las cosas que más me fascina de ciertas novelas contemporáneas es la manera en la que el narrador relata cómo ha construido el texto que el lector tiene delante de sus ojos. Se trata, como sabemos, de una de las características centrales de la literatura posmoderna: mostrar las costuras e iluminar el interior de la caja para mostrar que allí no hay magia, sino más bien una serie de decisiones artificiales. Ese trabajo en torno al proceso caracteriza también a gran parte del arte contemporáneo. De hecho, una de las claves del minimalismo norteamericano de los sesenta fue precisamente eso: frente al expresionismo abstracto, que intentaba exponer las verdades del ser y comunicar lo incomunicable, se interesó por cómo se hacen las cosas e inició un modo de trabajar anti-ilusiorio que, poco a poco, culminó en la puesta en evidencia de la estructura de la propia obra. En 1962, por ejemplo, Robert Morris realizó Card file , un fichero en e

El virus de la escritura

Terminas. Dices fin. Una vez más: fin ahora. Fin de nuevo. Corriges, quitas erratas, eliminas reiteraciones, insertas palabras, música, ritmo, miras desde lejos, desde cerca, haces todas esas cosas, sí. Pero ya has terminado. Lo sabes, lo intuyes, lo tienes claro. Y lo sabes porque la novela ya no está ahí. Ya no está dentro. Ha salido. No te obsesiona. Se ha ido. Ha ido saliendo poco a poco. Te importa como forma, como objeto, como mero dispositivo artesanal: quién la publicará, cómo, cuándo, cómo hacer para que se lea mejor, para mantener la tensión, para que se entienda esta frase, esta idea, este párrafo... Pero ya no te obsesiona. Se ha ido. No está. Te das cuenta por la noche, antes de dormir. Ya no piensas en ella. No piensas en Martín, en Anna, en Sophie, en Lara, en Dominique, en Rick. No piensas más en ellos. La historia te ha abandonado. Sólo quedan flecos, síntomas de que hubo un tiempo en que te poseyó por completo. Moratones, arañazos, pequeñas heridas que aún debes cur

Historia del arte crítica (reprise)

Hace unos años, en abril de 2009, después de un debate en clase, escribí aquí un pequeño post sobre la noción de "Historia del arte crítica". Hoy, cuando algunos se esfuerzan en decir que lo que uno hace no es Historia del Arte sino crítica de arte –o ni siquiera eso, sino una confusión de ambas; como si se supiera claramente qué es Historia del Arte o cuáles son las fronteras que delimitan una cosa de la otra–, me parece oportuno rescatarlo y copiarlo aquí tal cual: Comienzo las clases de historia del urbanismo. Apenas tengo un mes para hablar de la ciudad moderna y contemporánea. Me temo que, como siempre, vamos a avanzar poco. Esta mañana, sin ir más lejos, ya nos hemos enzarzado en la primera discusión que nos ha llevado toda la clase. Hemos debatido en torno a la noción de “historia del arte crítica”, que yo tomaba, más en el término que en la formulación, del libro de Michael Podro ( Los historiadores del arte críticos ). Al hablar de relación entre el espacio y lo