7:00 suena la alarma
7:30 wake up
7:45 shower
8:00 café
8:30 train ride
9:00 work
2:00pm in-work lunch
4:30 i'm outta here
5:00 second job
8:00 i don't want to be at work
8:30 dinner
9:30 train ride back home
10:30 shower
11:00 work from home
12:00am i'm dead tired!
12:30 bedtime
... y todo comienza otra vez!
(¿cuándo habrá lugar para la poesía nuevamente?)
27.6.08
24.6.08
pisco sour (chile y perú cenan en la misma mesa)
elijo a natalia g. y a elisa m. como compañeras en la revolución doméstica. cocinar con las amigas siempre es un acto transgresor. improvisación y borrachera, nueva york es hoy más cálido que nunca, aunque afuera, por fortuna, no hierva tanto el aire. elisa y natalia, con ustedes me siento libre. gracias por aceptarme de vuelta en esta ciudad donde todos estamos demasiado locos, aunque sea temporalmente.
23.6.08
poema subway
dénme todas la imprentas abandonadas en los segundos pisos de la ciudad
para reaccionar las ruedas, las manivelas
quiero robar todas todas las tiendas
desarmar los escaparates
reorganizar las letras de los rótulos pubicitarios
para hacerte una carta
para reaccionar las ruedas, las manivelas
quiero robar todas todas las tiendas
desarmar los escaparates
reorganizar las letras de los rótulos pubicitarios
para hacerte una carta
puntos cardinales
los rumbos aquí adquieren significados materiales, concretos, específicos. camino sobre un mapa de proporciones arquitectónicas. camino hacia el norte quince cuadras. el museo queda al este del parque. encontrémonos en la esquina sureste de la octava avenida y calle catorce. me pregunto si estos rumbos se corresponden con las simbologías de las ceremonias antiguas o con las puertas del temascal.
22.6.08
marjorie eliot's jazz parlor
al sur de washington heights, que es casi lo mismo que decir al norte de harlem, existe la sala de un departamento en donde marjorie eliot ofrece conciertos gratuitos de jazz cada domingo a las 4 de la tarde desde hace casi diez años. elisa vive en ese edificio. hoy, despues de almorzar, caímos en el jazz parlor de marjorie eliot, una delgadísima pianista negra que ha trabajado en el teatro y la música por mucho tiempo. el público era realmente diverso. y los músicos también. había un baterista, un contrabajista, piano, voz, trompeta. pero la sensación de la tarde fue un adolescente asiático de boston que aún no comienza high school, pero que toca el sax como un virtuoso. después regresé a la casa y dormí una larga siesta en la cama de elisa, que tambien está en la sala del departamento, como el jazz del tercer piso. soñé que mataba a un cactus por exceso de riego.
subway map
me ha vuelto una costumbre curiosa y maniática. cuando viajo en subway, suelo sentarme justo enfrente del mapa. me da seguridad tocar los puntitos de las paradas con los dedos, corroborar los nombres de las estaciones. estoy leyendo las enseñanzas de don juan en el subterráneo, me parece un contraste necesario. tengo experiencias místicas y mágicas con los zapatos y los peinados multiculturales de la gente. aprendo a integrar mis experiencias, mis vidas paralelas.
17.6.08
eso de hacer las mudanzas. hoy vinieron mis amigas a llevarse los tereques de mi casa. marina se llevó el mandil y los platos que eran de yamilé. miriam será la custodia del pilón para el ajo, anaïs se va a poner mis guantes para el frío, eva y andrés encenderán mis lámparas. gaby va a venir a vivir aquí. me digo que estoy generando movimiento, que antes de llegar hay que pasar por el caos, que la espera es parte del proceso necesario. las paredes de mi casa están vacías. los libros en el piso y velas. me dio hambre otra vez en esta casa donde he sido así, tan feliz.
10.6.08
[[[ s o n o r a d e c a d e n c i a ]]]
[[[ s o n o r a d e c a d e n c i a ]]]
las horas de junio son sonoras, decadentes. allá por la frontera norte las quesadillas vienen con carne asada y el exceso es parte coitidiana de la vida. será por el calor del desierto, que no tiene nada que ver con el calor del trópico. cada año llegan a Hermosillo hordas de escritores que se juntan en recitales maratónicos durante 3 días corridos. este año resonó el megáfono con su ruido de poesía en las mesas de lectura. allí impera la diversidad : hay de todo... y eso es tan literal que da miedo. de noche, luego de la cena, por ejemplo, todas las tribus convergen en el pluma blanca, un peculiarísimo bar de piso pegajoso y paredes grafiteadas. ese día yo no llevaba cámara y rompí sin querer un litro de cerveza, por eso no pude fotografiar la profecía que alguien había escrito en la pared: el que escoge no coge. en las horas de junio no se duerme. (se desvelaba hasta margarita, la señora que compartía cuarto con eva y conmigo y que se quedaba dormida tardísimo viendo la tele). los anfitriones sonorenses son sumamente generosos y hospitalarios. uno de los organizadores afirma: entre nuestros objetivos en las horas de junio destaca fomentar la felicidad de los participantes. yo perdí el avión por subir a un cerro de piedra al que le dicen el cerro campana. llegué al aeropuerto tres besos demasiado tarde.
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4.6.08
megáfono en La Jornada
Isocronías
columna por Ricardo Yáñez
columna por Ricardo Yáñez
La noche del martes que acudí al Café Teatro o Casa Mora, que de ambos modos le llaman, me equivoqué. Sabía que las poetas del megáfono cocinaban el tema de la cocina, pero olvidé que tocaba ese día. Aún sin enterarme me asomé al cafecito, unos cuantos jóvenes regados por aquí y allá. Uno de ellos, poeta, salió a saludarme, lo que agradecí, y luego otra, Diana Reza, a quien de momento no conseguí reconocer. Ambos aligeraron la tensión o la presión por la edad y entré.
Chin, la cocina, me dije después. Y nada, que las chicas lo resolvieron estupendo. Quedé muy sorprendido. Me sorprendió también el uso del megáfono, del que sinceramente desconfiaba: un uso lo suficientemente íntimo y público a la vez. Reza, comentan semanas después en otro café, el San Pablo, de la Portales, las poetas del megáfono, es una especie de integrante golondrina, va y viene, aparece y desaparece. Las constantes son, en orden alfabético, Anaïs Abreu, Eva Cabo, Ximena de Tavira, Ana Cecilia Delgado, Lauri García Dueñas, Haydée Ramos Cadena, Marina Ruiz y María Tabares.
Nueve de cualquier modo en total, buen número, que martes a martes, a las 21 horas, desde inicios de este año se dan cita en Tonalá 261, en la Roma Sur, para leer poemas, si así puede decirse, por encargo del grupo mismo. Dije antes que quedé sorprendido. N’ombre: me puse muy contento. Por su soltura, su calidad, por la respuesta de los asistentes. Al fin, poesía viva, me dije; no lectura que se aplaude al parecer porque se terminó.
Debo advertir que ya adentro encontré algunos amigos y dos libros, uno de armonía, que de inmediato adquirí, y algunas cervezas. Pero de todos modos, el ambiente era cordialísimo, de todos para con todos. Araceli Romero, a quien hacía años (así este DF) que no veía, contribuyó como invitada con un poema sobre un letrero en un baño de mujeres que fue ampliamente festejado. El cantautor David Aguilar me llamó la atención, y es increíblemente joven, respecto a mi –evitemos la palabra sentimentalismo– efusividad a la hora de recitar un soneto mío que de alguna manera entraba con el tema del día. Anoche tocó el tema espiral. Para ilustrar este espacio, Nicole me dio un papelito:
Chin, la cocina, me dije después. Y nada, que las chicas lo resolvieron estupendo. Quedé muy sorprendido. Me sorprendió también el uso del megáfono, del que sinceramente desconfiaba: un uso lo suficientemente íntimo y público a la vez. Reza, comentan semanas después en otro café, el San Pablo, de la Portales, las poetas del megáfono, es una especie de integrante golondrina, va y viene, aparece y desaparece. Las constantes son, en orden alfabético, Anaïs Abreu, Eva Cabo, Ximena de Tavira, Ana Cecilia Delgado, Lauri García Dueñas, Haydée Ramos Cadena, Marina Ruiz y María Tabares.
Nueve de cualquier modo en total, buen número, que martes a martes, a las 21 horas, desde inicios de este año se dan cita en Tonalá 261, en la Roma Sur, para leer poemas, si así puede decirse, por encargo del grupo mismo. Dije antes que quedé sorprendido. N’ombre: me puse muy contento. Por su soltura, su calidad, por la respuesta de los asistentes. Al fin, poesía viva, me dije; no lectura que se aplaude al parecer porque se terminó.
Debo advertir que ya adentro encontré algunos amigos y dos libros, uno de armonía, que de inmediato adquirí, y algunas cervezas. Pero de todos modos, el ambiente era cordialísimo, de todos para con todos. Araceli Romero, a quien hacía años (así este DF) que no veía, contribuyó como invitada con un poema sobre un letrero en un baño de mujeres que fue ampliamente festejado. El cantautor David Aguilar me llamó la atención, y es increíblemente joven, respecto a mi –evitemos la palabra sentimentalismo– efusividad a la hora de recitar un soneto mío que de alguna manera entraba con el tema del día. Anoche tocó el tema espiral. Para ilustrar este espacio, Nicole me dio un papelito:
[me cambiaron el nombre, pero siempre hacen eso en los medios, ¿no?. para ver el papelito hay que comprar el periódico.]
poema para leer girando sobre su propio eje
pa Andrés, porque lo escribí en su casa
sunset is always a starving weather
verso de un desconocido con quien compartí un cadáver exquisito la otra noche
sunset is always a starving weather
verso de un desconocido con quien compartí un cadáver exquisito la otra noche
llevo meses pensando en tatuarme una espiral
en la parte de atrás de la muñeca de la mano derecha
justo encima de las venas que se cortan los suicidas más cobardes
(esto lo digo con verdad y sin poesía)
pero ahora, sin embargo, sólo puedo pensar en islas y caminos que se hunden
en huidas y regresos
en la percepción variable del próximo minuto
en la elasticidad del tiempo
tengo poca convicción por el arraigo
estoy mareada de tanta incertidumbre
las mesas me resultan más poetizables que cualquier abstracción de sus funciones
es el riesgo que se corre con los viajes:
el punto de partida es un abismo a donde no se vuelve
hoy sólo confío en las cosas que se mueven
que crecen que giran que se acaban
que se gastan por el uso y la costumbre
me arrastra la corriente
he perdido algo en la postura de mi espalda y en el arco de la ceja
mañana me atacará lo inesperado
hoy me preocupa saber si tiene tacto de garra o de caricia
aprendo a no necesitar y a mantener las manos hábiles
pero a veces me secuestran los afectos
y me convierto en una feroz necesitada
tengo vértigo
este año empieza a ser terrible
me atormenta la impaciencia
la tierra repele mis zapatos
todo huye de mí
el calendario se esconde
necesito respuestas inmediatas
la luz de las lámparas lo sabe
tengo a una niña asustada en el espejo
mirando lela la pared que proyecta el humo de las sombras
tocando suave el sonido ensombrecido del aire bajo el agua
desmantelándose
encandilada
llevo las pestañas llenas del margen de mí misma
mi cuerpo desconoce la naturaleza que lo forma
hay cosas que nunca aprenden su armonía
me asustan las esquinas íntimas de las alcobas de la gente
estoy desarmando mi casa
(perdona)
hoy la ciudad se me llenó de mantarrayas
me ahogué en las grandes avenidas
en el riesgo de los taxis
en el transeúnte atrapado en el gesto temerario de cruzar la calle
mi mundo es un caracol mareado que se pierde
estoy escuchándolo latir
................................................se mueve
2.6.08
urban mantra
central park . miso soup . street poet . walking blocks . halal falafel . east village . lower east side . late night train . flea market . harlem jazz . coney island . far rockaway . breakdance . penn station . union square . underground . hudson river . south bronx . film noir . jackson heights . delancey street . avenue A . avenue B . avenue C . summer stage . green line . met museum . indian curry . brooklyn girl . corner store . city pizza . chinatown . outdoor concert . subway map
[[[acángana]]]
un verano en nueva york, el gran combo
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