Voy con una novia!
Tengo aún varias entradas que publicar de cuando estaba en la pelu.
Bueno, en esta ocasión tenemos un claro ejemplo de que no siempre en lo que estamos obcecadas resulta ser lo que más nos gusta para nosotras o lo que mejor nos queda...
Esta chica venía recomendada y con una idea muy fija de lo que quería, tenía súper claro que quería un recogido bajo y con trenzas entrelazadas -porque en ese momento se llevaban muchísimo- y de acabado pulido. Pero a la vez quería algo juvenil... que no casa especialmente con lo anterior.
Le comenté eso mismo, que no era lo más acertado y que ese tipo de recogidos, ni eran juveniles, ni estilizaban siempre.
El caso es que le gustó la prueba, pero no se veía... porque como le comenté antes, no era lo que ella buscaba. Hablé con ella un rato, preguntándole cómo iba normalmente, su día a día, etc. porque lo peor que puedes hacer el día de tu boda es ir más disfrazada de lo que ya vas. Porque te vas a ver rara.
En base a todo lo que saqué en claro, le propuse un semi, ya que nunca se recogía el pelo, con el frontal despejado y de lado, como ella quería, y con alguna trenza.
Primero le hice algo súper sencillo, para que viese otro tipo de trabajo que -personalmente- creo que iba mejor con ella.
La reacción no tuvo nada que ver con la del anterior. Esto era otra cosa xD
Le propuse también un acabado algo más trenzado... que si bien no era una locura en cuanto a ser más diferente, pero sí era otra cosa.
También le gustó bastante, e incluso me dio el OK directamente. Ahí sí que habíamos dado en el clavo.
La chica quedó muy contenta... de adorno, llevaba un pasador metálico de bisutería que personalmente no le pegaba ni con cola (por el tipo de trabajo que era y esto como opinión mía), pero era lo que había comprado y ya no se lo descambiaban por otra cosa.
El caso es que se fue encantada, que es lo que cuenta y la verdad es que e sun trabajo que me gustó bastante y una clienta muy agradable.