Aunque una renuncie a ella la
nación se le pega en la cara redonda y la piel morena
en todas las fronteras me
recuerdan que soy extranjera
que mi pasaporte carece de
permiso para pisar la tierra con que mis pies sueñen
que soy los prejuicios que de
fuera tienen de la ciudad que me parió
los tenis, la gorra y la
malafacha no parecen ayudarme
cada vez que para la policía
bajan del bus a la guatemalteca
¿una mujer que canta? ¿qué viaja
sola?
las políticas de migración no
contemplan
que de una república de la muerte
se exporte cultura
en las fronteras me siento
anarquista frustrada
llevo calcada la patria en el
rostro
en el ceño fruncido de tanto
preocuparse
en las líneas de expresión de
tanto reírse
tengo una espina clavada en el
corazón y se llama Centroamérica
¿cómo unirnos si nos apuntan
hombres con pistola?
¿temen que descubramos nuestras
hermanas historias,
nuestra hermana pobreza,
nuestra hermana violencia?
mi resistencia es canto y aún así
debo levantar las manos para mostrar un costado sin armas
no saben que las llevo escondidas
en la garganta
Nicaragua frontera, 9 de abril
2014