Raquel... Una princesa en mi cielo, un regalo en mi vida.

Eres Distancia, belleza constante de un NORTE que atrapa;

la CALMA, regreso inconsciente, estado del alma;

la MAGIA, la bruma que abriga, que envuelve, que empapa.

Tu llegada a mi mundo es regalo, amor y esperanza. Te basta alzar la mirada para hacerme entender que no es un sol lo que falta, que a veces la lluvia golpea tan fuerte los cristales que se abren las ventanas, y es justo allí, desde "tu ventana",  donde recoges con pasión cada detalle. Y en cada pedazo encuentro el Norte de mi expandido universo que vuelve a ti, que se queda en ti, que vive en ti.

Perteneces a las noches de cielos estrellados y colores intensos, y dices que vuelas... Te imagino adornando la luna con tus lágrimas brillantes. Vestida de gala, eclipsando mis sueños, invitándome a la Calma entre susurros y dulces canciones. Nuestro gran abrazo se va convirtiendo en baile y tu realidad en mi sueño y mi corazón en tu aire.

Me pides una foto a contra luz, una cara sin rostro o una sonrisa sin testigos. Y es que la belleza no se aprecia a plena luz, tú me lo enseñaste. Las caricias se van incrustando en la piel, las miradas en el alma, la Magia que todo lo envuelve transporta la calidez de las sonrisas, palabras que fluyen más allá de la realidad o del tiempo para ser parte de un ahora colmado de felicidad, la presencia infinita en tan sólo un abrazo, sí, sólo tu abrazo... jamás he sentido tanta potencia desmedida palpitando en mi interior, recorriendo todos mis sentidos para recordarme que el milagro no es la vida, el milagro es el Amor.

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*Ojalá recordase todos los momentos de mi vida a contra luz. Sin duda toda la belleza más intensa y sincera de la vida se diluye en un gran Abrazo como el de mi preciosa Maite, esta mujer que he tenido la gran suerte de encontrar en mi camino y puedo decir, con toda seguridad, que formará parte de mi vida y de mi corazón para siempre. Te quiero y este pequeño y humilde homenaje a tu gran corazón no es más que un pedacito de una hermosa vida por construir a tu lado. Gracias porque vives.*

Si tuviera que hablar de cosas maravillosas que me han ocurrido este año 2015, diría sin duda que una de ellas ha sido conocer a Raquel. 

Ni yo ni, por supuesto mi blog, podíamos terminar el año sin hablar de ella y del precioso regalo que en forma de bellas letras me hizo en su blog hace un par de meses. (EL PRECIOSO TEXTO QUE VA ARRIBA)

En realidad el regalo no son sus letras, que también por supuesto. El regalo es ella y el privilegio que tengo de que la vida haya querido cruzar nuestros caminos.

No sé muy bien como llegué a su blog (me pasa muchas veces, olvido como llego). Pero lo que nunca olvido es por qué me quedo en ellos y continúo leyéndolos (aunque no comente, que sé que eso puede causar malestar).

Con el de Raquel me pasa igual, no sé muy bien cómo o por qué fui hasta allí, pero sé muy bien por qué vuelvo y repito visitas y "vuelos".

Siempre he dicho que mis palabras no tienen "música" ni "melodía", por lo tanto no voy a escribir un poema para hablar de ella ni mucho menos (quedaría fatal).

Además no voy a hablar de ella (eso mejor lo comprobáis vosotros mismos visitando sus Raqueladas ).

En este último post de este año 2015 sólo voy a intentar explicar, a mi manera, la suerte de haberla conocido y como la veo yo. Tendréis que usar la imaginación, eh :P.

Imaginar una mañana de verano, cielo azul y una brisa agradable. 

Pensad en un sol radiante brillando en ese cielo azul, reflejándose en todas partes, dejando preciosos colores allá donde posa su luz.

Así son los ojos de Raquel, con una luz especial de cielo azul de verano, con un brillo precioso como los reflejos de ese sol.

Imaginar que esos ojos te miran, esa luz se cruza con tu mirada y te va atravesando dulcemente y así sin darte cuenta, ese brillo de sol se cala en tu interior, sí, si , en lo más profundo de ti y notas que te acaricia el alma, con una caricia que se asemeja a la brisa suave de esa mañana de verano.

Imaginad ahora, un momento de calma en una tarde tranquila en casa, música (yo no podría imaginar un momento de pleno relax sin música), zapatillas...mmmmmmmm!!!

Así es un abrazo con Raquel. Da gusto abrazarla, fundirse en un abrazo con ella. Mmmmmmmmmm es exactamente como estar en la gloria de un momento tranquilo.

Abrazarla es dejarse caer en el más cómodo sofá, acurrucarse en el calor de esa manta "especial" que todos tenemos en el salón.

Vayamos ahora paseando hasta un riachuelo, sentémonos en su orilla y cerremos los ojos. Escuchemos atentos el sonido del agua bajando por el río. Imaginemos ese agua, clara, alegre, fresca.

Así es la risa de Raquel. Pura frescura y alegría que va contagiando  a todo el que tiene el placer de escucharla, porque escucharla es eso... Un placer.

Por último pensar en un ángel, sí: en un ángel del cielo (aunque sé que no están los tiempos para creer en ángeles ni milagros). En un ser de bello corazón, dispuesto a hacer lo que sea para que todo el mundo pueda sentirse mejor.

Pues eso es Raquel, un ángel que, convertido en preciosa mujer, ha bajado del cielo. Un corazón que en cada latido regala amor.

Como veis, si habéis podido aguantar a mi "imaginación", la poesía tiene en este texto un nombre... RAQUEL.

Todo eso y mucho más, es ella para mi.

Mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm mil gracias preciosa niña por ese gran regalo que es tenerte, por ser luz, paseo, abrazo, risa y corazón. Por enseñarme, como te digo siempre a querer mejor,  por ser parte de mi mundo, por dejarme ser parte del tuyo.

Gracias por ser Princesa, mi princesa...la de mi cielo.

Aprovecho también para daros las GRACIAS  a vosotros, autores de todos esos blogs que tanto me gustan por la paciencia que siempre tenéis conmigo, por hacerme "volar" un año más con vuestras letras y vuestra amistad, por no cansaros de visitar esta ventana y seguir regalándome sonrisas con vuestros comentarios.

Sois un auténtico privilegio.

Que tengáis un buen final de año. Nos vemos en el 2016.

BESOS KILOMÉTRICOS A TOD@S.


P.D. un buen consejo para este año 2016. NO DEJÉIS DE VISITAR EL BLOG DE RAQUEL. ES UNA GOZADA, COMO ELLA ENTERITA.