Imagino que a todos los que nos gusta leer nos pasa lo mismo en verano y es que aprovechamos este tiempo vacacional y de ocio para devorar libros y dejar pasar las horas entre las páginas de los volúmenes a los que no podemos dedicarles el tiempoel resto del año.
Yo soy lectora constante y siempre tengo un libro entre manos pero el resto del año, cuando trabajo y tengo múltiples obligaciones y responsabilidades que atender, me resulta difícil concentrarme y es normal que tarde un mes en leer una novela.
Pero cuando se aproxima julio, empiezo a relamerme por el placer anticipado, voy a las librerías, reviso a fondo las estanterías en los centros comerciales y atesoro los libros que sucumbirán a mi voracidad a partir de junio.
Este verano tengo una suerte inmensa y estoy disfrutando como nunca. He conseguido el pleno, he acertado con el conjunto de libros que me traído a la playa para leer.
Todo depende de gustos, claro está. Recuerdo que el verano pasado me enganchó la trilogía de Millenium y hube de alternar varias novelas ligeras entre un tomo y otro porque era una obra realmente adictiva y apenas podía despegar mis ojos de sus letras.
La lectura de este verano es más variada pero estoy disfrutando un montón con ella.
Os brindo mis sugerencias con las que yo estoy disfrutando por si os sirve de referencia.
Escribo porque no puedo evitarlo, porque lo necesita mi cuerpo y mi alma, tanto como respirar y comer, como amar a mi familia y querer a mis amigos, como leer y pasear por la naturaleza...Escribo con la intensidad que quiero a mi pueblo y con la ternura que protejo a mis perros.