Rescato esta entrada de hace un tiempo con propuestas poéticas para estas fechas.
Se acerca la noche de los sustos, los dulces y las calabazas siniestras... ¿Por qué no celebrarla también con poesía?
Se acerca la noche de los sustos, los dulces y las calabazas siniestras... ¿Por qué no celebrarla también con poesía?
Estas dos que os proponemos aquí forman parte de un poemario inédito en el he unido mis palabras a los colores de la genial Laura Chicote y pueden ser una manera divertida de dar la bienvenida a los monstruos que se despiertan por estas fechas.
Usadlas en casa, en el cole, buscad compañeros para estos simpáticos seres... Puede ser una actividad interesante para el aula colocar a los personajes terroríficos de estas fechas en situaciones extrañas y contar sus historias, ya sea en forma de poemas, ya como cuentos breves.
Por ejemplo: ¿Que pasaría si un esqueleto tuviera un perro como mascota?; ¿Y si un zombie condujera el metro? ¿Cómo sería la vida de una momia vendedora de castañas?
También dan mucho juego estos personajes para hacer divertidos Límeriks:
Conocí a un esqueleto muy simpático
que no era capaz de quedarse estático.
bailaba y bailaba sin fin
cada vez que oía un violín
aquel marchoso esqueleto tan simpático
Una vez me encontré a un hombre lobo
comiendo boquerones en adobo.
Devoró hasta los de su vecina
y forró toda su tripa con espinas
aquel tragón y lúdico hombre lobo.
Me hablaron de una enorme calabaza
que se jactaba de ser de pura raza.
Se enamoró de un rábano picante
que la dejó plantada en Alicante
a la pobre y creída calabaza.
Happy Halloween!