viernes, 30 de enero de 2009

Ole Sardina






Este es un proyecto en marcha donde están implicados Issa -Ilustraciones, todas tan lindas como esta-; Josemi (música) y yo (texto). Es el primer libro-disco de una colección sobre músicas del mundo en la que estamos trabajando un montón y disfrutando más.


El gatito que canta se llama Teo, verá la luz en unos meses. En esta escena está cantando por alegrías junto a Pepe de Luna a la guitarra y Estrella la Mora en la ventana:



Alegrías de El Sardina


Que a mí me llaman Sardina
Y no me gusta el “pescao”
Del mar quiero concha fina
Y de postre un buen “helao”.

¡Jesús!, qué suerte la mía.
Tengo de apodo “El Sardina”
¡Jesús!, qué suerte la mía.
Que me tenga que llamar
Como toda mi familia

Porque si fuera por mí
Me llamaría “El Alegría”


....

martes, 27 de enero de 2009

Haikus

Estos son de hace tiempo. Ahora estoy trabajando en unos poemas infantiles. Ya pondré una muestra. Por cierto, en www.revistababar.com pueden consultarse las bases del concurso de poesía infantil de la Diputación de Granada "El Príncipe preguntón".

I
Baja de moral,
la paloma blanca
busca ilusionista.
II
Tienes diez días.
Ya has vivido diez vidas
de mariposa
III
¡La mariposa!
Mira cómo abanica a
la primavera.
IV
Fumando en pipa,
el portero elegante
barre la puerta
V
Busco tus besos
relamiendo mis labios,
en mis bostezos.
VI
Siento tu ausencia.
Otoño concentrado
cada domingo
VII
Cuando te vas
tus jirones se quedan
en mis ventanas
VIII
Mira: el corazón
que dices odiar tanto
también palpita.

martes, 20 de enero de 2009

Remedios caseros

El problema de los poemas sobre guerras es que, aunque estas se olviden, ellos no caducan. Este lo escribí pensando en Irak. Que cada uno piense en el país que más le duela.


Remedios caseros para la guerra

Usar transporte publico.
Viajar con todos los poros abiertos,
buscando el horizonte en otras
caras.

Cantar blues.
Matar el hambre masticando menos
y con la boca
cerrada.

Cambiar de idioma.
hablar, hablar, hablar
y deshacer el plomo con
palabras.

Hacer caso a los poetas.
Mancharse manos, huesos,
hasta el alma
buscando con el otro
la esperanza.

Limpiarse los oídos.
Vaciar el diccionario de palabras
que suenan como truenos
y no traen
agua.

Cepillarse los dientes
con el grifo cerrado.
Cambiar la economía de los números
por pan, educación y
casas.

Vocear paz.
Amar a los soldados sin dar tregua.
También sin darles flores,
que es muy
cursi.

Dar gracias a los árboles.
Desnudar la cabeza de fronteras.
-Se borran bien con roce
de experiencias y con pieles
mezcladas-

Hacer y beber vino.
Limpiar las cañerías de carroña
con refrescos de cola,
y reciclar las
latas.

Monifate


¿Por qué Monifate? No es el nombre de una empresa de dulces tradicionales; ni la dirección de correo de Monica Fangarillo Terronuelas. Se trata de un antiguo oficio ambulante que, debido a que se pasaban la vida en la calle, necesitaban prendas resistentes y de abrigo y por eso se vestían de esta guisa. Según el Museo del Traje -de donde sale esta imagen y donde yo los conocí a través de Rosa, una cuentera/tallerista/animadora estupenda- eran "ciegos copleros que, con su capa puesta, montaban un teatrillo. El lazarillo se colocaba bajo ésta y manipulaba dos guiñoles que ilustraban el romance que el ciego cantaba mientras tocaba su zanfona". Los que me conocéis ya sabeis que, aunque no ciego, un poco monifate sí que soy.

Presentación

Después de muchos ataques de pereza y temor a las nuevas tecnologías, abro este Blog. No se si quiero que sea un espacio de Literatura Infantil y Juvenil; de poesía; de ideas y reflexiones personales; una tarjeta virtual de visita y presentación… Creo que todo de eso un poco.
En fin, desde esta Estación de Nieblas irán partiendo mensajes hacia vosotros/as. Y espero ir decorándola poco a poco, aunque no prometo nada.