domingo, 3 de junio de 2012

LA LOCALIZACIÓN DEL CEREBRO


Quizá una de las cosas que caracterizan el paso del tiempo es la forma de abordar al sexo contrario.
En caso de pretender pillar cacho, quiero decir.

Sí, porque cuando la chica tiene 16 años y es un pelín inocente, el chaval no necesita esforzarse mucho: basta con decirle que es guapa, simpática, agradable.... y si uno pretende ir algo más lejos y se da cuenta de que la nena se resiste, con soltarle la frase "Pues a tu edad todas las chicas se dejan tocar por debajo del vestido", todo arreglado.

Pero el tiempo pasa, y hasta la más boba termina espabilando. Y los Casanovas tienen que buscar otros recursos. Entonces empiezan a decirte que eres simpática, o divertida, o agradable. Que les gusta cómo te vistes, o cómo sonríes... o que eres capaz de beber más cerveza que el muñeco de la Cruzcampo. Todo depende; no olvidemos que  son depredadores, y por tanto hábiles para detectar los puntos débiles de sus potenciales víctimas.
Y así te van engatusando.. con mentiras casi siempre.

Pero el tiempo sigue inexorable su camino y, conforme la cruda realidad se va imponiendo, y al tiempo los tejidos que antaño fueron firmes se van convirtiendo en flácidos apéndices, los donjuanes de pacotilla lo van teniendo cada día más difícil.

Y entonces acuden al último recurso:
"A mí lo que me interesa es tu cerebro"

He buscado en varios diccionarios la definición de cerebro y creo que, o todos los lingüistas se equivocan, o al menos uno de los últimos asaltacamas con que yo me he tropezado lo ubica más al sur de lo que realmente se halla. Claro que puede ser que la coincidencia de que en ambos casos el órgano se halle cubierto de pelo sea la causa del despiste. Eso y que, a partir de una cierta edad, la cosa ya no se arregla con unas gafas sino con un trasplante de neuronas.

Y es que, en pasando de los 35, y si eres de las que huyen del bótox como de la peste, si un hombre se te acerca y te dice que le atrae tu intelecto, ve metiendo los condones en el bolso que ya va siendo mala edad para quedarse embarazada. Y menos de según qué tipo de fulanos.

Claro que de esa sucia treta te das cuenta después. Porque al principio eres tan boba que te lo crees, y pese a que te parece un poco sinsustancia, y puesto que es en plan sólo amigos,  decides quedar con él, de buen rollito, hablando de los ex y de lo incomprendidos que os sentís los dos por estar desparejados a vuestra edad. Y te llama por teléfono, y te manda mensajes subiditos de tono... pero todo de broma. Y te cuenta muchos chistes, para que te rías... porque él es un tipo con un gran sentido del humor... un graciosillo, vamos.
Hasta que llega el momento en que te das cuenta de que él no se ríe de tus chistes, y no entiende tu forma de pensar, y le preguntas "Oye, ¿y a ti como te puede atraer mi inteligencia si eres incapaz de comprender mis bromas?"
Y se hace un silencio como de solo ante el peligro, y tú te das cuenta de que el tío, desde el primer momento, no tiene en la mente otra cosa que ver tu cabeza a la altura de su ombligo, y que lo del cerebro era un camelo. Y le dices eso de "Mira, bonito, si en tu colección te faltaba la Barbie Macarra te vas a tener que buscar otra candidata".
Y de un día para otro los mensajes eróticos se convierten en un psicoanálisis en el que te trata de amargada, de estrecha, de excéntrica y de ególatra. Y que hasta aquí hemos llegado. Y que no esperes que te dé otra oportunidad porque ni loco. Y que si algo le sobran son mujeres, mucho más guapas que tú.

Y que además utilizan el "cerebro".