El viernes llegó a
Villa Rústica una pequeña hadita para anunciarme que dentro de unos días volverán a casa todos los duendes y las demás hadas para pasar la navidad con nosotros. Así que me puse manos a la obra para limpiar y decorar nuestra casa para darles la bienvenida.
Desde que llegó, mi hadita descansó en el rincón más acogedor de nuestra habitación.
A los pies de nuestro cuadro de punto de cruz favorito,
al que Javi y yo tenemos un cariño especial.
Lo bordé durante dos años.
Le cambié algunos de los hilos originales y usé "wisper", un hilo de mohair que le da un relieve y un aspecto increíble.
Realmente parece que este Santa Polar está a nuestro lado rodeado por todos esos animales.
Este Santa Polar es especial para mí porque me prestó el gráfico mi amiga Marina. Desgraciadamente ella falleció antes de que yo lo terminara...y siempre que lo miro recuerdo nuestras conversaciones sobre punto de cruz...
Quiso el destino que su hija Natalie y yo nos reencontráramos años después y siguieramos compartiendo nuestra pasión por el punto de cruz, el patchwork, las muñecas de trapo...de hecho, ella fue quien me adentro en el mundo de Tone Finnanger "Tilda".
Cuando se marchó a Alemania me sentí muy triste, pero sé que algún día volveremos a coincidir.
¡Uy!
¡Pero si ya han llegado cuatro duendes a casa!
Son mis duendes de la navidad.
Sólo se dejan ver durante estas fechas y vienen de muy lejos.
Este año el pequeño se ha traido su trenecito
y hemos estado jugando un rato con él.
Menos mal que cuando llegaron ya estaba decorada la entrada de casa...
A la pequeña duendecita le encanta mirar las manzanitas y los corazones que cuelgan del techo y siempre es la primera en preguntarme cuanto tiempo tardé en colgarlas..
¡Qué recuerdos me trae este cuadro!
Lo bordé en el año 1999.
Es un angel divertido, alocado y travieso que
¡siempre me cambia de sitio las luces de navidad!
Menos mal que este año el árbol es sencillito
y no me ha costado mucho volverlas a poner.
En el salón de casa la navidad es azul, blanca y color plata.
En el resto de la casa es roja, verde, amarilla...
...y si no, que se lo pregunten a este reno...
Bordado en el año 1998, lleva conmigo tanto tiempo que tuve que hacer un muñequito que se pareciera a él para que pudiera salir del cuadro, corretear por casa y así estirara bien las patitas...
¡Lo ven!
Lo malo es que corre tanto que luego se tiene que sentar a descansar en su sillón de mimbre.
Tengo más cositas en casa pero lo que me falta es tiempo para sacar fotos y ponerlas en el blog.
Pero les dejo con la imagen de las botitas de navidad que hice de fieltro colgando de la chimenea de casa.
Por cierto, este año, como sigamos con este calor, me parece que no la vamos a encender.
Me despido de todos y les prometo poner imágenes del rincón de los duendes y las hadas de
Villa rústica...
ahora toca esperar a que regresen a casa por Navidad, jeje!
Muchos besos,
Mimi.
Ey!! Si los renos andan ya por casa, es que hay más amiguitos que han llegado hoy hasta aquí...
¿quiénes serán?¿quiénes serán?