La mañana se posa tranquila. En mis ojos, se destila suavemente ,y mis pestañas aún flojean en mis párpados. El cielo al parecer se resiste también a despertar, la noche se niega aún a retirarse a su cuartel; las sirenas de alguna ambulancia irrumpe en este delicioso silencio; el bio tren que esta muy cerca de aquí, también se hace notar y lo más probable que despertara hasta los durmientes de la línea férrea para comenzar su día, de ida y de venidas, a veces con carros solitarios y en otras atestados de presurosos usuarios que ya necesitan llegar y estar,donde muchas veces no quieren estar; observando a su paso más de alguna Penélope en el anden.... Todo indicaba que ya debía levantarme y comenzar un nuevo día. Un tazón de agua de hierbas a la usanza de mi abueli me acompaña esta mañana, llevo días con dolor de guatita. Y me siento aquí por un rato para coordinar las cosas de trabajo con mi socia, leer un poco el diario, que a un clic va dando vueltas las hojas; pero a pesar de tanta tecnología no cambio el placer de sentarme en el sillón provista de unas pantuflas y hojear uno a uno el diario de mi ciudad.Hoy, al parecer no llorara el cielo sus gotas de agua, espero que así sea, me encanta la lluvia, pero hay muchos que la pasan demasiado mal con ella.
La lluvia me invita a caminar por la playa y fijo que me pesco un resfrío; ayer paso así, llovía mucho y tome el cacharro y a Lenga los boletos; una caleta de pescadores; hoy por hoy una picada donde se comen unas exquisitas empanadas de mariscos; diez minutos manejando y la playa toda para mi con el mar que tranquilo no estaba, se lleno de colores azules profundos y unos grises increíbles; en el horizonte se demarcaba una hermosa línea azul oscura. Un privilegio que aún mis ojos puedan apreciar, la inmensidad de la naturaleza, es un privilegio que aún en mi ser conserve el romanticismo de la simplicidad de caminar por la playa en un día en que el cielo lloraba quizás alguna pena, si quizás, alguna pena…el camino esta bajo mis pies y hasta dónde pueda llegar mi mirada;aún cuando la margarita dijo no y Julio comienzo como hoy en mí.
Mariella