"La belleza no mira, sólo es mirada".
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense. Si tú me miras no hay más. Si eres tú no llueve, quemo los paraguas y me tiro de boca al vacío más inmenso.
Si tú me miras todo calma, reposan los vértigos y se desangra la prisa de los relojes que no ceden ante nadie. Si te contemplo florecen primaveras en plena calle y el ruido de la culpa se evapora entre mis dedos, porque me descalzas la pena sólo con saber que soy más tuyo que de nadie en esta vida.
Si me piensas no hay ausencia ni mentiras que mentirle al mundo; no hay más baile que éste nuestro en pleno corazón de un día cualquiera, como todos y ninguno en que adorarte hasta la muerte. Porque la diadema de la noche nos sonríe allí colgada del infinito mientras nos deslizamos de una mano a otra, de una espalda al suelo... de una boca al cielo. Si me esperas permanezco, si me aguardas me alimento de la dicha de tenerte aquí, clavada en el costado, porque te tengo en el viento... en los mares que a nado cruzamos hasta naufragarnos el uno al otro. Porque me duelen tus ojos si no me estalla la mirada al verlos.
Si tú me miras no hay más. Si eres tú no llueve, quemo los paraguas y el universo me sabe al bolero que danzamos cada día, sin pedirnos más que el uno al otro. Y atardecemos besándonos en cada tejado de esta maldita ciudad y desalojo de barrio la tristeza que regaba los jardines.
Le pido al olvido que nunca te olvides de mí, que jamás descuides el cuidado de cuidarme, porque tienes la llave de mi vida y eso... eso es mucho más que pasear juntos por la vida.
(Para Inma, el faro que espanta todos mis temporales)