martes, 14 de diciembre de 2010
martes, 5 de octubre de 2010
Se viene el invierno.
Bichito espinoso que no se da cuenta de lo que hace. De lo que hizo. De lo que sigue haciendo.
Bichito que se miente, que ignora ciertas cosas. Que lastima sin querer, que se olvida de sincerarse previamente a construir un edificio altísimo. ¡Qué bien se está en ese refugio, qué bonito, qué tibieza y resplandor! ¿Es justo, bicho, es sano, es bueno, está bien acaso, buscar el refugio por el refugio mismo, por la sensación de protección y seguridad?
¡Ay bicho boludo! Sin mirar adentro, sin la introspección que parecía estar tan bien entrenada, ya pensábamos que era un hábito más. Mentira, bicho falaz, no sabés nada, ¡no sabés nada de lo que te pasa, no sabés qué podés hacer ahora! No podés decir que tenés certezas, algo a lo cual aferrarte. Ciertamente, sinceramente, sos un caos de fuerzas y sentimientos, de miedos, de angustias, de ansiedades, y ahí también entre todo hay pequeñas felicidades. No te agarres de tus paredes de humo, no quieras prenderte del rocío matutino o de las penumbras de la aurora, ¡ay bicho ridículo, bicho Bovary! Romántico, soñador; bicho que no piensa y no reconoce lo que implica la cuota de realidad en la que decide moverse.
Bichito inconciente, distraído, egoísta. Egoísta sobre todo, egocéntrico, el bichito siempre tiene excusas que presentar, ¡qué calidad argumentativa bichito orador!, siempre buscando tener la razón, discutiendo contra todo y todos, y gritando tan alto que no escucha al resto; mirando lo distante, lo ilusorio, la lejana y estúpida utopía sin ver lo que lo rodea. No piensa en nadie más, siempre cuidando su pellejo, su desnuda y espinosa piel. Bicho asqueroso, por demás inconsciente frente a los acontecimientos cotidianos, es cierto; por demás tibio a la hora de razonar acerca de lo que se esconde en las pequeñas cositas, en las espontáneas palabras. Te fallaron los sentidos bicho, te faltó objetividad. Siempre.
Frialdad desubicada, bicho maldito; la frialdad se debería canalizar para otro lado, no para el refugio, no para los amigos. Mirate en frío, juzgate crudamente de una vez. Deberías haber aprendido, ingenuo bicho, a mirarte desde afuera y a criticarte sin temor. Y a escuchar los ecos internos, bicho sordo; y a mirar esas sombras que querés esconder; y a tener el valor, ¡cobarde bicho! de gritar eso que te quema.
Bichito que una vez dejó el caparazón para corretear feliz, jugar, reír, realmente saborear la felicidad; y tropieza y choca y molesta, torpe bicho. Cae, cae. Tonto bicho. Con o sin coraza, desde adentro o desde afuera del refugio, tonto tonto bicho. Dejaste agazapadas muchas cosas, dejaste que latan algunas, que crezcan otras. El bicho se ufanaba de su red de relaciones, ¡se hamacaba feliz!, hasta cantaba y pensaba que el futuro, ese bonito fantasma, era un gordo espectro manchado de pobreza, tiza y miel. Ahora, se estira un poco hacia un lado, trata de tantear y averiguar qué se mueve por ahí, en ese rincón oscuro, paulatinamente iluminado, ¡y zás! se enreda todo, se marea, se mira desnudo frente al espejo. Se materializa lo que estaba oculto, y las sombras seducen. Se vuelven luz, sobre el bicho, y el refugio se quiebra. Bicho pelotudo.
Bichito patético, basura, ponzoñoso sin saberlo, sin querer. A ver si aprendemos de una vez, a ver si cultivamos la sinceridad. Se viene el invierno bicho, se viene implacable esta vez. No te mereces el refugio, que te sirva de castigo el frío.domingo, 3 de octubre de 2010
Acontecimientos
Se siente el cambio, se siente el crecimiento de esta nuestra relación, se siente que algo dentro mío está mejor, desinflamado, en activo proceso de purificación. Fue una buena idea, una excelente idea, la de aproximarse, la de superar las fronteras.
¿Coincidencias, casualidades? Este proceso viene a suceder (¡viene a suceder!) justo cuando me es necesario reunir todas las fuerzas posibles, toda la energía adormecida en algún rincón. La necesito, me necesito despierta y activa; y necesito a otros como compañeros, para que la soledad interior no me juegue en contra, y entre ellos vos por supuesto. No me dejen caer, no me dejemos caer.
Se viene un nuevo período rutinario de dedicación y entrega, de esfuerzo cotidiano. Voy, ¡vamos!, con todas las ganas de afrontarlo y las nuevas fuerzas que rescato de nuestra aproximación. Voy bien, optimista, vamos que esto recién empieza.
Lo que durante tanto tiempo representó para mí, en mí, algo cercano a la enfermedad, al delirio, a la ilusión (temblad, temblad, fuiste una ilusión) hoy me da alegría, me hace sonreír. Me dan ganas de vivir, como decís, activamente, sensiblemente, concientemente.
Hablarte hoy es terapia y caricia, que te importe lo que digo y hago, que me sigas importando, es tan bonito, tan sano. Yo también estoy en un proceso de rehabilitación, ¡que bueno!.
jueves, 26 de agosto de 2010
Digamos que.
martes, 10 de agosto de 2010
Más conozco a las personas...
domingo, 8 de agosto de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Palabrerío Bobo: Pretensión de jugar con los 'ecos'.
lo que hoy es normal antes era cruel,
lo que quema por dentro no es la conciencia
es el terror a perecer,
me dan más miedo los altivos ángeles,
¡qué patético resulta ese pintoresco Infierno,
¡qué torpes fueron sus pintores, al no considerar la realidad!
el hambre hoy es una estampita
y la violencia un devenir normal;
no necesito ir muy lejos para ver a la Maldad,
no hacen falta llamas ni demonios,
descender a un sueño de no despertar,
alcanza con salir a la calle,
alcanza con no poder volar
nuestros pies nos atan a este suelo,
ignorando otra posibilidad,
de rectitud y buen-obrar,
y sobretodo, con el tiempo,
Aceptamos un contrato de convivencia
a cambio de seguridad.
-yo miro por la ventana,
deseando despertar,
Y miro cómo se empaña,
la conjugación del verbo "amar".
Y miro y sólo miro,
así me debo comportar:
Así mirando, calladamente,
aparecen tambaleándose
aquellos espectros lastimados que aún bajo el sol
llevan sus pasillos internos
repletos de tinieblas y hongos,
Los espectros que nadie quiso,
que nadie cuidó,
los yuyos de este jardín de gente,
-Yo los miro, y aunque no quiera, temo,
no tengo hematomas ni arañas,
No me oyen,
atisban desde un rincón en la multitud,
despedazan impacientes el mendrugo robado,
ultrajado con derecho
hambrientos se encontraban en las sombras,
hambrientos y con el moho corrompiendo su ser,
y sintiéndose saciados, se van,
rengueando su suerte por las veredas,
los ángeles los hincan con largos tridentes,
"la escoria del mundo no debe andar por aquí
en mi ventana estoy segura,
miércoles, 23 de junio de 2010
Comentarios.
- Cada vez que veo a alguno de los perros de la casa desperezarse, me dan ganas de hacerlo yo también, de alguna imposible manera estirar toda mi columna vertebral para que las tensiones se difuminen, se ablanden, desaparezcan. Todo lo que puedo hacer es girar mi cabeza para un lado y el otro, los nudos de mi cuello crujen y siento, durante unos minutos, la zona de mis hombros más floja.
- Agregaría horas a las horas del día, horas de sol, horas libres, horas en las que pudiese agarrar la bici y recorrer la provincia entera. Quiero tener a mi disposición mi tiempo de la siesta, usar esas horas en risas y descanso.
- Me dan miedo las motos; me molesta, pero en lo más hondo de mi sentido de cuidado, el que anden entre los autos en la ruta y en las calles céntricas, me da la impresión de que pueden salir volando en cualquier momento y reventar el cuerpo contra el asfalto. De ahí es un sólo segundo a imaginar la sangre, el dolor, el accidente en sí; y cada moto es potencialmente un desastre.
- Me amigué con el color amarillo, ya no me produce el rechazo que me producía el año pasado. Sin embargo, sigo sin poder ponerme una remera de ese color. He re-descubierto la belleza de la ropa negra.
- Aunque no crea en el horóscopo y o la astrología, siento un inmenso placer al sentirme bien descrita por esos largos textos explicativos fundamentados en la ubicación de planetas y estrellas. Lo mismo pasa con el horóscopo de gente que conozco.
- Me daban miedo los extraterrestres, los fantasmas, la muerte. Ahora me da mucho miedo imaginar a diez tipos armados dispuestos a todo. No sé qué postura asumir frente a las guerrillas subversivas o las manifestaciones violentas. Me planteo si mis miedos están fundados en lo extraño y desconocido, en lo peligroso (idea implícita de dolor), en la impotencia, o en todo eso junto.
- Quiero leer alguna vez un análisis interpretativo de los elementos y nombres de "Cien años de soledad". Quiero tener tiempo para leer a más autores sudamericanos.
- Cuando voy a la quinta y siento el olor a humedad, y veo las flamantes revistas "Caras" de 1995, siento que se parece a la casa de los Buendía.
- Mi paciencia, mi autoestima y mi humor dependen, indiscutiblemente, del día en que me encuentre de mi ciclo femenino. Los primeros días soy feliz, sencillamente, "porque sí"; en los últimos, una parte de mí considera el suicidio o la auto mutilación frente a cualquier nimio y despreciable obstáculo. Los días intermedios, como hoy, una parte de mí se ríe de todo eso y se dice "Este mes no a ser así". Cosa que nunca se cumple.
- Desde el lunes, siento olor a Marihuana por todos lados.
- Con esto del mundial, no me siento más argentina, pero los 90 minutos que dura el partido se me pasan volando y me entusiasmo con las posibilidades de gol. Y me enamoro de los jugadores rivales. De ahí, volver a las lecturas, es un golpazo fuerte, pero no queda otra alternativa.
martes, 8 de junio de 2010
lunes, 31 de mayo de 2010
Irreal
como quien se aferra a su idea de Dios o a su diagnóstico médico,
nuestra tela
Como quien recita sus trastornos psicológicos, sus datos personales,
las letras de cualquier alfabeto
yo recito los nombres que me rodean,
como un mantra inconfundible, con sus elementos ordenados e imprescindibles
y me olvido a veces, sin querer, que hace tiempo deseché las otras opciones
junto con la mano
prevalecerá alimentando otros alientos
de futuras degeneraciones
sin llegar nunca, desde su maldita perfección a sanar nada de nada.
(Inhalar-Exhalar)
Entonces me aferro a la mano sabiéndola mortal
volar
y volver
y por lo tanto la mano o la boca,
un beso, el llanto, un abrazo
es decir la unión de dos cuerpos,
la sensación del frío, la ecología,
el perdón de los pecados, sin caer en tecnicismos,
la sociología y la tautología, y las bicicletas y los gorriones,
hasta la gripe y el complejos de Edipo
lo real de lo que no escapamos,
eso cuenta
no las putas ideas;
y
tus fantasmas son tus recuerdos,
no lastiman y no existen para mí;
los conozco cuando hablan a través de vos, desde su pedestal herrumbrado
no me hables de lo Absoluto y el dolor de su inexistencia
que lo siento en carne propia y no quiero más,
tengo bastante con mi fantasma,
mi pesada irrealidad,
te comprendo más de lo que quisiera
y no aguanto.
¿Será que te olvidaste de las cosas que considerabas reales?
Pequeñas cosas che, zafale a los muertos y a las ilusiones.