Hay un abismoEntre los silencios
Que me arremeten la espalda
Y el sonido de tus palabras
Van y golpean
Contra tu paladar
A mi se me ensalza el alma
De cruel reciprocidad
Otro pucho
Que raspa intentando entrar
Otra ficha en el tablero
Los dedos tiemblan al apostar
Ahí va tu cintura
Repicando a mi copas
Con las piernas que enlazan
Las sed de sangre y de llorar
Y se me encarna la duda
En la pupila izquierda de tu fe
Cuando con cada ternura
Llega la borra de café
No quedan tantos juegos
Que me gusten jugar
Pero quedan otros tableros
Que prefiero no mirar
Y sin fuerzas en los antebrazos
Quisiera poder rezar
Creer en esos milagros
De que el amor pueda más
No te embarres la sonrisa
Con mugre de mis pies
Que hasta las costillas
Las tengo al revés
No empeñes tu encanto
En mi auto compasiva idiotez
Mejor andá despacio,
Olvidando mi ajedrez