...para las vacaciones. Demasiado tiempo.
Ya no me acuerdo como fueron las del año pasado y aún quedan tres meses para las siguientes. Tres meses más de estrés, madrugones, prisas, marrones, mal rollo, inquietudes, quebraderos de cabeza, comer como los pavos, etc, etc, etc.
Tres meses esperando el día D, el día que no importa madrugar, ni viajar. Tres meses esperando la hora H, la hora en que subes al coche, con los ojos aún pegados pero con una sonrisa en el semblante. Tres meses esperando el segundo S, el segundo en el que sales del letargo infernal que dura 11 meses, el segundo en el que empiezas a vivir.
Tres meses para poder dormir a pierna suelta, desayunar todos los días con tu familia, pasear, tomar el aire y el sol a la vera de un Martini, comer bien, a gusto y en paz, disfrutar de todo, descansar.
Tres meses quedan.
Aves del bosque de Izki
Hace 4 años