Hoy La espada oxidada cumple 11 años nada menos, desde aquel día en el que abrí este espacio con la ayuda de mi amigo Antón. Desde entonces han pasado muchas cosas de las que ha sido testigo este blog. He escrito cinco libros, he tenido un hijo, he plantado un manzano, he querido, he sido feliz, me he caído, me he levantado, he vuelto a ser feliz, he madrugado mucho, he estudiado un máster, he vuelto a tocar el piano, he comprado varias plantas para mi casa, he viajado, he disfrutado de la amistad, he buscado el amor, lo he encontrado, lo he perdido, lo he vuelto a buscar, me he reído, he llorado, he aprendido a cocinar algunas cosas, he entrevistado al Presidente del Gobierno, he desayunado huevos duros con Ana María Shúa en México, he hecho fotos en el Algarve, mi hijo se me ha acercado sonriente después de presentar un libro en Cervantes y Compañía y me ha dicho "estoy orgulloso de ti, papá", me he emocionado, he escrito más de 10.000 palabras al día, he escrito miles de guiones, he dado clases en Sevilla, he fracasado, he triunfado, he tenido miedo al futuro y he vivido el presente, he abierto un canal en Youtube, me he vuelto a presentar a un concurso, he comido helados en invierno y caldo en verano, he luchado por lo que más quiero, he jugado a baloncesto, voy a volver a publicar un libro y Mariano me ha mandado la maqueta de "Las herramientas del microrrelato". He suspirado.