A mi padre le encantaban las coles, plato que olíamos
desde la casa de la vecina cuando lo cocinaba. Yo odiaba esta verdura.Me
repugnaba su olor y rezaba para que no me obligaran a comerla, fingía dolores múltiples para evitar incluso
entrar al comedor. A veces me funcionaba y otras no, por eso, cuando me hice
independiente, tomé la determinación de que nunca cocinaría este alimento. Pero
con el tiempo he aprendido a saborearla, primero comiéndola fuera de casa, luego
como una broma del destino, tuve que cocinarla en mi casa para mi padre cuando
estuvieron haciendo unos arreglos en su cocina y venían a la mía a comer.
El las cocinaba a menudo, con garbanzos, en caldo, con morcilla, esparragada y en verano la preparaba rehogada
Ingredientes
-Col,
-Ajos,
-Vinagre;
-Ajos,
-Vinagre;
-Pimentón dulce,
-Sal y pimienta,
-Aceite de oliva.
-Sal y pimienta,
-Aceite de oliva.
Proceso de creación
-Cortar y limpiar la col troceada.
- Poner una olla a presión con poca agua la col, un poco de aceite de oliva, sal, pimienta, un poquito de pimentón dulce y vinagre.20min.
- Retirar la col de la olla dejar escurrir en la escurridera.
- Mientras poner en una sartén un poquito de aceite de oliva, rehogar los ajos previamente laminados, añadir la col poco a poco una vez esté toda incorporada añadir vinagre y pimentón y seguir rehogando un poco más, poner la sal, y ¡a disfrutar!
No engorda, reconozco que
ahora me gusta, aunque lloré mucho por evitar comerla.