lunes, 23 de mayo de 2016

Dicen las malas lenguas…

Dicen las malas lenguas… que la primavera ha comenzado hace tiempo y que el curso escolar está ya a puntito de finalizar. Me resulta increíble y me acuerdo cuando era una niña y el curso escolar parecía que duraba una eternidad y ahora parece que vuela desde la perspectiva de esta madre descerebrada a la que le parece que la Navidad fue ayer, o anteayer como mucho.


Parte de culpa tendrá Fostín, que es un cuento muy simpático (aunque se me hace un poco cansino ya) que se llama Mi árbol de Navidad. Cada noche tengo que leer dos libros a Xoubiña. Es una niña muy cabezota, le gusta que haya un orden determinado en las cosas y cuando se las alteras se enfada bastante, así que tienen que ser dos. El primero de los cuentos es más o menos negociable, según el día que tenga la niña, el segundo tiene que ser Fostín. Siempre. Desde Navidad. Y esta pobre madre descerebrada, no puede asimilar que el verano se acerca ya peligrosamente.

Tan peligrosamente se acerca el verano que esta semana tengo la agenda completa de las exhibiciones de las clases extraescolares. El día de la exhibición de judo, donde harán unos combates para enseñarnos lo que han aprendido y le darán a Parrulín el codiciado cinturón Blanco Amarillo! Ole! Anda que no está contento el niño, tanto como orgullosa la madre! “Si no tenías los puntos suficientes el profe te los regalaba, sólo para que pudieran cambiar de cinturón, pero yo me lo he ganado de verdad, eh mamá?”. Es lo que tiene esto de los cinturones de colores, yo lo comprendo.

Tenemos también la exhibición de danza de Xoubiña, cuando la vea en el escenario con su tutú rosa se me caerá la baba con ella, sólo con ir a buscarla cuando sale de danza ya me enternezco, me la comería a besos cuando la veo así vestida y casi, casi se me olvida cuando se tira por los suelos en pleno berrinche de rabieta tardía. No tengo muy claro en qué consiste la actuación, sus explicaciones dan para poco. “Vamos a salir de detrás de las cortinas a gatas rugiendo como leones!” Ah, qué bien, con lo limpias que suelen estar las cortinas de ciertopelo de los teatros escolares, y con lo bien que le va a sentar a tus enésimas medias rosas que te arrastres a gatas por el escenario. En fin, que se divierta, que yo lo grabo todo como los japoneses y luego, si eso, ya lo veo en casa mientras desinfecto la niña y las medias rosas.

Tercera exhibición, Parrulín en el Experimenta, esta es una extraescolar para niños de altas capacidades aunque no hace falta que seas de altas capacidades, es la excusa que pone el colegio para decir que atienden a las altas capacidades. Extraescolar y de pago, toma ya la atención a las altas capacidades! Han hecho cosas muy chulas este año, experimentos, algo de programación, construir un robot, y actualmente están en pleno rodaje de una peli que me imagino será lo que nos pongan cuando vayamos los padres. Y no nos lo podían dar en un USB para verlo en casa? Con esta y la anterior, podíamos hacer una sesión doble de cine, yo pongo las palomitas.

Lo que también se ha terminado esta semana es el PEAC. El sábado nos hicieron los niños una presentación, firmamos la continuidad en el programa para el año que viene y nos dieron el informe final de curso. Estoy muy contenta del funcionamiento de este programa de la Comunidad de Madrid, aunque sigo insistiendo en que donde hay que actuar es en el colegio. Ya me las había arreglado yo para que mi pequeño Ferrari tuviera pista los sábados en Arca, esto está muy bien y es gratuito, eso que me ahorro, pero lo importante es el día a día en el colegio y ahí las cosas siguen igual.

Dicen las malas lenguas… que la primavera ha comenzado hace tiempo y que el curso escolar está ya a puntito de finalizar. Y me lo voy a tener que creer. En la última sesión de educación emocional me dicen que es la última, me pilla por sorpresa y me da un ataque de pánico. Noooo! Y cómo supero yo ahora tres meses de vacaciones escolares sin el apoyo de estas clases? Cómo se llama una persona que enseña educación emocional? Es un coach? Ostrás! Que tengo un coach! Que acabo de darme cuenta! Cómo mola! Pues sí, soy una descerebrada, pero tengo un coach! Suena a pija, a mechas rubias, a pendientes de perlas, a calle Serrano… Todo eso va a ser que no, yo soy más de pelo indómito y raíces perennes, de olvidarme los pendientes en casa y de comprar ropa en mercadillos. Pero me gusta cómo suena: Tengo un coach. Queda sexy, hay que poner morritos para decirlo, couuuuch, couuuuch, couuuuch. Prueba, prueba! Je, je. A que mola? Couuuuch, couuuuch, couuuuch.

Las malas lenguas que digan lo que quieran que yo seguiré leyendo a Fostín cada noche si no hay más remedio. Y si en algún momento alguien descubriera que soy una descerebrada le sorprenderé diciendo que tengo un coach! Poniendo morritos, eso sí, que queda muy sexy.

Mamá de Parrulín y de Xoubiña,
Sean buen@s y felices.
Otro día más.