“Cuando llego a la casa tu estás ahí
y amarramos los sueños…”
Víctor Jara
Bart Simpson y Chespirito
saben hacerle sonreír mejor que yo
el reporte escolar y el delirio futbolista
están en sus días como
un recreo agridulce
2 goles de zurda en un domingo asoleado
sin entender aún las leyes del acento
se enamora de las niñas mayores
-mal de sangre- dice el abuelo
el castigo lo toma
entre el cereal azucarado
y las divisiones con decimales
cuando despierta
su voz ronquita es
un dinosaurio rebotando por la casa
pero silencio por favor
silencio
que nuestro goleador duerme.
miércoles, 30 de mayo de 2007
lunes, 28 de mayo de 2007
Transpirar, no Inspirar
ELEGÍA MODERNA DEL MOTIVO CURSI
No sé lo que tú piensas, hermano, pero creo
que hay que educar la Musa desde pequeña en una
fobia sincera contra las cosas de la Luna,
satélite cornudo, desprestigiado y feo.
Edúcala en los parques, respirando aire libre,
mojándose en los ríos y secándose al sol;
que sude, que boxee, que se exalte, que vibre,
que apueste en las carreras y que juegue hand ball.
Tú dirás que el consejo es pura «pose», ¿no es eso?
Pues no, señor, hermano. Lo que ocurre es que aspiro
a eliminar el tipo de la mujer-suspiro,
que está dentro del mundo como un pájaro preso.
Por lo pronto, mi musa ya está hecha a mi modo.
Fuma. Baila. Se ríe. Sabe algo de derecho,
es múltiple en la triste comunidad del lecho
y dulce cuando grito, blasfemo o me incomodo.
Por otra parte, cierro mi jardín de tal suerte
que no hay allí manera de extasiarse en la Luna.
(Por la noche, el teatro, el cabaret, o alguna
recepción…) Y así vivo considerado y fuerte.
Nicolás Guillén.
De: Poemas de transición, 1927-1931.
No sé lo que tú piensas, hermano, pero creo
que hay que educar la Musa desde pequeña en una
fobia sincera contra las cosas de la Luna,
satélite cornudo, desprestigiado y feo.
Edúcala en los parques, respirando aire libre,
mojándose en los ríos y secándose al sol;
que sude, que boxee, que se exalte, que vibre,
que apueste en las carreras y que juegue hand ball.
Tú dirás que el consejo es pura «pose», ¿no es eso?
Pues no, señor, hermano. Lo que ocurre es que aspiro
a eliminar el tipo de la mujer-suspiro,
que está dentro del mundo como un pájaro preso.
Por lo pronto, mi musa ya está hecha a mi modo.
Fuma. Baila. Se ríe. Sabe algo de derecho,
es múltiple en la triste comunidad del lecho
y dulce cuando grito, blasfemo o me incomodo.
Por otra parte, cierro mi jardín de tal suerte
que no hay allí manera de extasiarse en la Luna.
(Por la noche, el teatro, el cabaret, o alguna
recepción…) Y así vivo considerado y fuerte.
Nicolás Guillén.
De: Poemas de transición, 1927-1931.
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