«Por tanto, no hay duda de que el intelectual debe ser
siempre independiente, no puede adular ni a las masas ni a los poderosos; otra
cosa es que sea, como mínimo, curioso que en Occidente los más críticos con el
Estado sean profesores universitarios que están pagados por el Estado. Esto es
un hecho tan cómico como el que los artistas se disfracen de antisistema pero
luego expongan en el MACBA.»
Ignacio Vidal-Folch,
a l’entrevista d’Anna Maria Iglesias
(Revista de Letras, 17.12.2014)