«Me cuesta deshacerme de las cosas que han pasado tantas horas conmigo.
Las camisetas descoloridas, los platos levemente descascarillados por el borde,
los jerséis llenos de bolas, los pantalones vaqueros a punto de ceder por las
pantorrillas, el abrigo de hace quince temporadas, la comodidad sobre mi
cuerpo. Tal vez soy un prototipo de persona de otro tiempo, pero soy inmensamente
feliz cuando llega la tarde y desconecto de la realidad tecnológica y me
acomodo en un sillón de orejas y me pongo a leer un libro. Lo confieso,
actualizo mi vida con los libros, que voy sumando cada año a mis horas de
placer, y se aposentan ufanos, una vez leídos, en mis estanterías. Vivo con
cuatro cosas y muchos libros. Me actualizan los libros, las aplicaciones
neurológicas de mi cerebro se renuevan leyendo. Me alegra la vida esa
declaración de amor que esconde la buena literatura.»
Ana Merino, a l’article Actualizarse
(El País, 23.4.2018)