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lunes, 11 de mayo de 2009

Regresión

Hola,

Hace unos meses mi vecino de arriba era un tipo de cuarenta años que olía a varondandy, vestía traje con corbata, se peinaba con raya a un lado y llevaba maletín. Era un tipo raro, silencioso, de esos que destilan autocomplacencia y parecen tenerlo todo al alcance de la mano. Un día apareció del brazo de una chica quince años menor. Entraban y salían constántemente y siempre lo hacían muy acaramelados. Era normal tropezarte con ellos en el portal de madrugada, besándose como si el mundo fuera a acabarse en el minuto siguiente. Cuando esto sucedía, yo miraba al suelo, daba las buenas noches y me perdía escaleras arriba.

Al poco tiempo comenzó la regresión. Primero se deshizo del traje y del maletín. Luego, la raya de su pelo comenzó a desfigurarse. Más tarde empezó a dejarse barba de unos días. Ahora mi vecino camina mucho más despacio que antes, a cámara lenta, recreándose en sus movimientos, contoneándose. Parece estar gritándole al mundo: aquí estoy yo, disfrutad de mi presencia. Este fin de semana hemos vuelto a cruzarnos en las escaleras: él vestía bermudas, una camiseta sin mangas de color azul celeste e iba subido en unos patines en línea.

La verdadera máquina del tiempo consiste en follarte a alguien a quien sacas o que te saca un par de décadas. El problema, en el caso de mi vecino, es que terminará dando con sus huesos en la primera fila del próximo concierto de Hannah Montana.

Besos.

Beta

miércoles, 29 de abril de 2009

En pie famélica legión

Hola,

A veces la vida te lleva a lugares insospechados. El miércoles pasado me invitaron a la presentación de una "radionovela" basada en un libro de María Teresa León titulado "Cervantes, el soldado que nos enseñó a hablar". Hablar de radionovelas en la era del podcast resulta bastante chocante ya que los seriales radiados dejaron de estar de moda... ¿hace sesenta años? No sé si porque era el día del libro, si por no hacer un feo a quien me había invitado o si porque el Círculo de Bellas Artes es lo que los cursis llamarían "un marco incomparable", pero el caso es que allí me planté y en su fiesta me colé.

Pregunté a una de las chicas de la entrada dónde era la presentación y me dijo que en la planta quinta. Mientras esperaba el ascensor se puso a mi derecha un tipo cuya cara me sonaba. Era Cayo Lara, secretario general de Izquierda Unida, a quien reconocí porque la noche anterior había aparecido en "Tengo una pregunta para usted". No le dije nada, no hubo huevos. Entró en el ascensor y pulsó el botón del cinco. Estaba claro, íbamos al mismo sitio. El ascensor subía y nosotros bajábamos la mirada. ¿Porqué en los ascensores la gente agacha la cabeza? La sala estaba bastante llena pero él tenía reservada una silla en la primera fila, junto a Paco Frutos. El ambiente estaba cargado de marxismo y de leninismo pues, al parecer, la producción de la radionovela había corrido a cargo de la Fundación Rosa Luxemburgo. ¡Siempre a la vanguardia!

Subió al escenario un señor de noventa años y comenzó a hablar de la guerra civil y de los fascistas asediando Madrid. Al final, como era de prever, el viejito se emocionó, se echó a llorar y nos tocó aplaudir para darle ánimos. Luego comenzó una recreación de la radionovela. La organizadora de todo era una argentina de un entusiasmo tal que tuve que mirar el móvil y constatar que estábamos en abril del 2009 y que, aunque lo parecía, aquella sala no era un a máquina del tiempo. Entre las actores estaban la venerable Asunción Balaguer, su nieta Candela, Maria Luisa San José y el hijo de Terele Pávez que resulta llamarse Carolo. Ca-ro-lo, hijo de Te-re-le. Suena un poco a chiste. ¿Tendrá un hermano llamado Cirilo? Ca-ro-lo-Te-re-le-Ci-ri-lo.

A todo esto, Paco Frutos bostezando.

Con Cervantes como excusa nos inyectamos en vena más de una hora de "cultura" sin cortar ni adulterar. Para habernos matado. La recompensa eran las dos mesas repletas de botellas de vino que esperaban a quienes fueran capaces de salir indemnes de la experiencia. Yo fui una de ellas pero a Pacofrutos tuvieron que llevárselo un par de camaradas nada más concluir la lectura.

A pesar de las sucesivas derrotas acumuladas, los comunistas saben cómo celebrar las cosas, o al menos eso pensé mientras contemplaba la habilidad del tipo que descorchaba las botellas. Luego empezaron a salir bandejas, primero con queso, luego con pollo, luego con migas y aquello pareció convertirse en esa estrofa de La Internacional que dice "en pie famélica legión".

Todos bebieron como cosacos pero mi cuerpo de cincuenta y dos kilos me traicionó y mi sentido del equilibrio comenzó a verse alterado. Entonces sí quise ir a hablar con Cayo Lara, "que me traigan a Cayo Lara" pero me dijeron que ya se había marchado. "Entonces que me traigan a Leonidas Brehznev", dije. Pero lo único que conseguí es que me subieran en un taxi y me mandaran a casa.

Besos.

Beta

lunes, 27 de abril de 2009

El chico del videoclub

Hola,

El chico del videoclub ha desaparecido. Quiero alquilar un documental que no encuentro en el emule pero cada vez que me acerco a su puerta la encuentro cerrada. Es un gafapasta de pelo largo bastante simpático, amante del cine francés y con los dedos amarillos por la nicotina. En su videoclub las películas están ordenadas por épocas y por nacionalidades. Cuando, como yo, estás en contra del cine de género esa es la forma más lógica de ordenar un catálogo. En el videoclub hay unas escaleras que te llevan al servicio, en el que supongo se follará a alguna clienta facilmente impresionable, y a un pequeño cuarto en el que guarda las cintas VHS.

Mi teoría es que el chico del videoclub esconde las pelis porno en la parte trasera de una estantería de ese cuarto y que, cuando fue a coger una, se le vino encima el mueble con todo su contenido.

Mi teoría es que lleva allí atrapado una semana, lanzando gritos de auxilio que nadie escucha.

Mi teoría es que sobrevive bebiendo su propio orín y que, para frenar el paso del tiempo ha relentizado los bioritmos de su cuerpo. Haciendo un esfuerzo ímprobo ha conseguido alcanzar con la yema de los dedos una copia de "El séptimo sello" de Bergman, y estirándose hasta el infinito ha conseguido introducirla en su reproductor de vídeos. Observar a Max Von Sydow jugando al ajedrez con la muerte le ha permitido llevar su cuerpo hasta un estado similar al de la hibernación de los osos. Sus pulsaciones han bajado, la temperatura de su cuerpo ha descendido hasta los ventinueve grados y su actividad cerebral prácticamente ha desaparecido.

Lorena coincide conmigo en que el chico del videoclub está en el sótano pero ella piensa que no se trata de ningún accidente, sino que ha sido secuestrado por Jose Luis Garci como gesto de represalia por no tener "Sangre de Mayo" en sus estanterías. Caso de que esta segunda hipótesis sea cierta no dudo en que, antes o después, Garci telefoneara a Juan Manuel de Prada y ambos se comerán al chico del videoclub en un intento por hacer desaparecer las pruebas de su delito.

No sé muy bien qué es lo que tengo que hacer. He estado tentada de llamar a los bomberos para que echen la puerta abajo pero también he pensado que, caso de estar equivocada, ni el chico del videoclub me perdonaría el destrozo, ni los bomberos la pérdida de tiempo. Además, quedaría como la loca que no soy. Soy un mar de dudas.

Besos.

Beta

martes, 10 de marzo de 2009

"Soy escritor. Es triste de pedir pero peor es de robar"

Hola,

He recibido este mail:

Estimada amiga: Lo primero, enhorabuena por tu blog, está fenomenal. Aparte de felicitarte, simplemente quería hacerte llegar una reseña de prensa y la portada de mi novela "Lobo Gris" (James Nava; Editorial El Tercer Nombre), por si consideras de interés incluirlos en el blog como una noticia, bien el texto completo o la parte que consideres adecuada. Además, me gustaría intercambiar links, el mío es: www.jamesnava.com

Ya me dirás. Muchas gracias por todo. Cordialmente, Jim


No conozco a ningún James Nava. Me meto en su web y resulta ser un señor de Valladolid que supuestamente es experto en temas de inteligencia militar estadounidense (palabras, inteligencia y militar, que se niegan la una a la otra). Me pregunto cómo habrá ido a caer semejante personaje en mi blog. Sus tres posts más populares van sobre Kylie Minogue, Elle McPherson y Heidi Klum, lo que parece significar que su afición por las tías buenas es aún mayor que su afición por los ejércitos. El cuarto más popular se titula "Las diez mujeres más sexys en lencería", el quinto "Victoria´s Secret", el sexto "El vídeo de Peta" y el séptimo "Ejercicios abdominales, gluteos y piernas". Me descojono. ¡Qué humor!

Su web deja bien claro que es la web "oficial" de James Nava. Me pregunto si habrá alguien dispuesto a hacer una página pirata, o una web de admiradores de semejante tipo (Beta, no te pases). Al parecer quien me escribe ha colaborado en la COPE (esto ya me va cuadrando más) y un par de sitios más con apellido "liberal". Los liberales cada vez me dan más miedo. Pero lo mejor está por llegar. Pincho en un apartado llamado "Donaciones" y leo: "Si te gusta esta web y quieres hacer una donación para ayudar en el soporte de gastos o como apoyo simbólico puedes hacerlo de forma rápida y segura". ¿Rápido y seguro? Me recuerda a un novio que tuve. Supongo que el oficio de escritor es duro y supongo que si quieres vivir de él tienes que apellidarte Gala o Pérez Reverte. Supongo que para lograr sobrevivir escribiendo una se tiene que vender al mejor postor y tragar con lo que le cae en las manos. Otra opción es escribir de día y prostituirte de noche (hmmm, esa no suena mal del todo mal). Sin embargo, escribir y pedir limosna a la vez no termino de verlo, es no tenerse ningún respeto a sí mismo, es ser fregona renunciando a la posibilidad de ser cenicienta hasta las doce de la noche.

Besos.

Beta

miércoles, 25 de febrero de 2009

Valkirias

Hola,

Tengo nuevos vecinos. Mis días de felicidad han terminado. Ahora me despierto cada día a las ocho de la mañana con canciones de los cuarenta principales. ¿He dicho me despierto? No, me despiertan. En este edificio se escucha todo. Mis nuevos vecinos son una pareja heterosexual que folla poco (cuando follan se les escucha). He puesto banda sonora a uno de sus polvos. He cogido el altavoz del ipod, he subido a una silla, he pegado el altavoz al techo y le he dado al play con el volumen a tope: ¡Zas, la cabalgata de las valkirias! De repente soy un soldado norteamericano bombardeando vietnamitas en Apocalipsis Now.



Los cinco minutos que dura se me hacen eternos. ¿Alguien ha probado a estar cinco minutos con los brazos en alto? Finalmente se hace el silencio. Pego la oreja. No oigo nada. ¿Han terminado? Es posible que ellos estén en pelotas, con el culo en pompa y la oreja en el suelo tratando de adivinar de dónde viene la música. Posiblemente estén pensando que soy una loca desquiciada. Bajo de la silla tratando de no hacer ruido y me quedo un rato con las luces apagadas. La guerra no ha hecho más que comenzar.

Besos.

Beta

jueves, 29 de enero de 2009

Alfabeto lésbico

Hola,

Yo soy la chica V y esto es un sondeo. Estos son los datos:

1. La chica A conoce a la chica B. Se miran, se gustan, se lían, se enamoran.
2. La chica A y la chica B se van a vivir juntas. Compran muebles, decoran la casa, discuten por una mesa.
3. Se acercan las navidades. La chica B le compra a la chica A una preciosa guitarra azul y la guarda en un armario hasta el día seis de enero.
4. La chica A duda.
5. La chica A decide plantar a la chica B.
6. La chica B le da vueltas al porqué de la decisión de la chica A.
7. Llega el seis de enero y la chica B deja la guitarra junto al zapato de la chica A.
8. La chica A dice que "es demasiado". La chica B le explica que el regalo ya estaba comprado y desea a la chica A que disfrute de él.
9. La chica A toca la guitarra.
10. La chica A y la chica B siguen viviendo juntas aunque ahora simplemente son compañeras de piso.
11. La chica B cumple venticinco años y da una fiesta.
12. La chica A va a por la tarta.
13. La chica A le regala a la chica B una cajita que contiene un fin de semana en una casa rural para dos personas.
14. La chica B no entiende el regalo. ¿Acaso es una señal de la chica A para reanudar algo? ¿Acaso es el único regalo digno que la chica A pudo encontrar en el VIPS a última hora?
15. La chica A pregunta sobre la fecha del fin de semana, como dando por hecho que el fin de semana rural lo pasarán juntas la chica A y la chica B.
16. La chica V le dice a la chica B que se vaya con la chica C.
17. La chica B no sabe qué es lo que debe hacer. Sabe que no debería irse con la chica A, pero piensa que irse con la chica C (o con cualquier otra consonante del alfabeto), molestaría a la chica A.
18. La chica V publica un post en su blog contando las dudas de la chica B.
19. La chica A piensa que la chica V es una cabrona por airear sus verguenzas.
20. La chica A siente celos por el resto del alfabeto.

Se admiten opiniones.

Besos.

Beta

martes, 13 de enero de 2009

Yo y ellos

Hola,

Ya está. Lo he hecho. Acaban de publicar mi primera colaboración en Soitu.es. Las negociaciones han sido duras. Yo que no. Ellos que sí. Yo que bueno, me lo pienso. Ellos que tenemos una nueva sección de cine y quien mejor que tu para estrenarla. Yo que no me hagáis la pelota. Ellos que no es la pelota, que es verdad. Yo que bueno, pero sin comprometerme a nada. Ellos que anda, ocho semanas. Yo que bueno, pero solo un artículo a la semana. Ellos que esa sería una buena periodicidad. Yo que vale, entonces de acuerdo. Ellos que necesitaríamos un título para la sección. Yo que pues poned lo de "Boyera la bollera". Ellos que vale. Yo que perfecto. Ellos que bueno, en realidad, quizás podríamos poner un título que dijera algo parecido y que no fuera tan directo. Yo que... ¿como por ejemplo? Ellos que no sé, "¿En el camerino? Yo que me quedo boquiabierta. Ellos que me miran pensando que voy a explotar. Yo que si lo que queremos es no hacer la misma mierda que todo el mundo, y lo que queremos es mojarnos y ser atrevidos no podemos poner ese título así que echadle huevos y poner lo de "Boyera la bollera" (ya más por cabezonería que por otra cosa). Ellos que tienes razón.

Al final lo han publicado y a mí me ha gustado cómo ha quedado. Puedes leerlo pinchando aquí. Publicaré cada martes. Espero que os guste.

Besos.

Beta

miércoles, 7 de enero de 2009

Familia

Hola,

Miércoles, 24 de diciembre del 2008. Nueve de la noche. Vamos en el metro hacia casa de sus padres. Aunque he hablado con ellos por teléfono en numerosas ocasiones nunca nos hemos visto cara a cara. He comprado una bolsa de gominolas de diseño en una tienda de caramelos de Chueca y un par de tabletas de turrón en Casa Mira. Las gominolas son para el hijo de su hermana y el turrón a repartir entre todos los demás.

Creo que es la primera vez que estoy en la estación de Batán. Hay zonas de Madrid que no conozco y esta es una de ellas. Viven en una torre de trece plantas de las muchas que se construyeron en la zona a finales de los setenta. No hay un alma por la calle. Llegamos y anunciamos nuestra presencia llamando al portero automático. En el ascensor nos metemos mano de un modo instintivo para sacudirnos los nervios. Luego pulsamos el botón del timbre.

Su padre es un señor de pelo cano de alrededor de sesenta años. Lleva una sudadera azul con una leyenda de Chicago y unas gafas colgándole del cuello. Me da dos besos y me dice que ya era hora de que nos conociéramos. El niño observa la escena abrazada a las piernas de su madre, a la que saludo. Luego aparece una señora en bata y con el pelo alborotado como si acabase de levantarse de la siesta. Nos da dos besos rápidos y nos dice que está terminando con la cena. Desaparece. Ha sido una visión fugaz pero impactante.

El sofá del salón está cubierto con una manta no sé si para evitar o para disimular los arañazos del gato. Nos sentamos y charlamos. Me preguntan a qué me dedico y trato de salir del paso de la mejor manera posible. Luego el padre habla sobre los matrimonios homosexuales. Es la primera vez que su hija se planta en la cena de nochebuena acompañada de una mujer y todos tratan de aparentar normalidad. Reaparece la madre. Me pregunta si me gusta el buey de mar y me dice que en el mercadona estaban baratísimos: un kilo, diez euros. Luego regresa a la cocina.

El niño se llama Pablo. Es tímido, cada vez que le miro esconde la cabeza entre las piernas de su madre o de su tía. Nos parecemos, yo también acostumbro a esconder la cabeza entre las piernas de su tía aunque nuestros motivos son bien distintos.

Estoy en contra de la navidad. En ella no encuentro más que motivos para el suicidio. Ojala tuvieran razon quienes dicen que suprimiendo los crucifijos de las escuelas el Gobierno pretende acabar con fiestas como las navidades. Ojala no mintieran (otra vez). Cenamos marisco y pularda rellena. Lo peor de conocer a los padres de tu novia es que al mirarlos te permiten hacerte una idea de cómo será ella dentro de treinta años. La perspectiva es terrorífica. "Ojala sea adoptada", pienso mientras me emborracho.

Besos.

Beta

domingo, 5 de octubre de 2008

Smoke

Hola,

Cuando era pequeña viajaba en el asiento de atrás del coche. Mi madre conducía con la radio puesta y fumando un cigarrillo detrás de otro. El coche se llenaba de humo y yo sentía que no podía respirar. Entonces me cubría la nariz y la boca con la camiseta para tratar de librarme del olor a tabaco. Ella me descubría a través del retrovisor y me decía que dejara de hacer el tonto. Yo contestaba que era por el humo y entonces me decía que no dijera bobadas (siempre fue tan dialogante...). Puede que fuera por eso pero el caso es que durante algunos años fui una verdadera obsesiva de la "liga antitabaco".

Un poco por amor y un mucho por sexo las cosas fueron cambiando y, un hombre y varias mujeres después, me olvidé de mis perjuicios. Luego tuve una novia a la que llamaba "Lluvia". Era "Lluvia" por "Lluvia de estrellas", aquel programa casposo que presentaba Bertín Osborne y en la que un imitador de Soria desaparecía tras una puerta y luego, surgiendo del humo, reaparecía convertido en Frank Sinatra. "Lluvia" era así, siempre te esperaba tras una nube y con ella siempre terminabas viendo estrellas y constelaciones enteras.

Todo esto viene a cuento porque acabo de terminar de ver la primera temporada de "Mad men" la serie que más ha maltratado los pulmones de sus actores en toda la historia de la televisión.



Está ambientada en los primeros sesenta y cuenta la historia de unos publicitarios de Nueva York. Alcohol, sexo, mentiras, política, y la maravillosa January Jones.

Besos.

Beta

lunes, 15 de septiembre de 2008

Noches negras

Hola,

A pesar de Dostoievski, de Visconti y de Mastroianni bailando, no estoy segura de que las noches me gusten blancas. Creo que las prefiero negras, o rojas, o verdes fosforescentes. El caso es que, bajo el título de "las noches blancas" el ayuntamiento de Madrid trata de que nos sintamos cultos organizando una serie de eventos, presuntamente culturales, una vez al año. Tocó el sábado pasado.

Ya se sabe que en este país (y posiblemente en otros países también) la palabra mágica es "gratis". Cuando algo se ofrece gratis la gente acude en masa, aunque les interese una mierda, simplemente por pensar lo que se ahorran al no tener que pagar la entrada. No me las daré de estirada y reconoceré en público que, yo misma, la primera vez que fui al MOMA fue un viernes por la tarde sabedora de que era el único día en que la entrada era libre, así que reconozco que yo también "soy una de ellos". El caso es que Madrid estaba hasta los topes.

Uno de los actos estrella de la noche era ver a un funambulista caminando por un cable sobre la calle de Alcalá, entre el Instituto Cervantes y el Círculo de Bellas Artes. Supongo que el acto habría sido mucho más cultural si quienes intentaran cruzar la cuerda hubieran sido Juan Manuel de Prada y sus doscientas arrobas de grasa o Fernando Sánchez Dragó y sus pellejos tántricos, pero ya se sabe que ellos están mucho más en la onda de Esperanza Aguirre que de Gallardón, así que contrataron a un americano con no se qué record mundial a sus espaldas para que lo hiciera. El tipo debía aparecer a la una pero a la una y cuarto seguía sin dar señales de vida. La gente decía que era a causa del viento, que con tanto viento no se podía cruzar. No os penséis que estamos hablando del huracán Ike, sino de una leve brisilla de nada. Yo me sentí escandalizada y comencé a gritar que Madrid se merecía un funambulista muerto. La gente me miraba como si fuera un loca pero eso era por su falta de costumbre a acudir a "eventos culturales".

Una amiga me dijo que el funambulista debía estar encerrado en el cuarto de baño y que, en cualquier momento, se asomaría a una ventana y gritaría aquella célebre frase que inmortalizó Lola Flores cuando la multitud impedía la boda de su hija Lolita: "Si me queréis... irse".

Besos.

Beta

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tercer mundo

Hola,

El ayuntamiento de Madrid tiene la costumbre de recoger en camiones de basura, a primeros de cada mes, las vidas convertidas en añicos de algunos habitantes de la ciudad. Sonia tiene la costumbre de querer sin ser querida y de saltar al vacío detrás de ilusionistas a quienes se les ve el truco tras unas pocas actuaciones.

La semana pasada Sonia, que tiene treinta y siete y una expresión de pena que se ha convertido en crónica, decidió que debía deshacerse de su pasado, sin anestesia, y me llamó para que le ayudara a vaciar su apartamento de muebles y objetos aprovechando que ese día había recogida municipal de enseres viejos.

Le pregunté que porqué iba a tirar el mueble del baño y me dijo que porque, aunque lo había comprado ella, había sido montado por un antiguo novio suyo amante del bricolaje. Le pregunté porqué se deshacía de la freidora y me respondió que pensaba hacerse vegetariana y que nadie usa una freidora a día de hoy (pensé en una tempura de verduras pero no quise decir nada). También bajamos una enorme bolsa de basura llena de ropa de chico cuya procedencia tampoco cuestioné. La lista prosiguió con una mesa de ordenador, un escáner, una cafetera vieja, un radiocassete portátil, un juego de tazas hechas en Rumanía (incompleto), la jaula de un canario llamado Serafín y que nos dejó para siempre hace casi un año, una caja llena de fotografías rotas, un puñado de polvorientos periódicos de fechas emblemáticas... Sonia no paraba de repetir que más que viejos trastos, lo que estábamos tirando a la basura era todo su pasado.

Yo ya había oído hablar de los "niños rata", esos que se pasan la vida husmeando y recolectando cuanto pueden en los vertederos de algunas ciudades de eso que eufemísticamente llamamos "tercer mundo". Había oído hablar pero no sabía que podía toparme con él a las puertas de casa. Lo primero de lo que nos deshicimos fue la mesa de ordenador. Cuando bajamos a la calle lo segundo, la mesa había desaparecido y toda una familia de acento sudamericano aguardaba que dejáramos la bolsa de ropa para lanzarse sobre ella. Cuando bajamos la freidora, la cafetera y el radiocassete el padre de familia ya llevaba puesta la cazadora de un antiguo ligue de Sonia y, de la nada, habían aparecido dos quincalleros arrastrando un carrito en busca de oportunidades.

Cuando por fin terminamos solo quedaron en la acera los periódicos, algunas prendas revueltas y la caja de fotografías. Sonia se apresuró a recoger estas últimas llevada por un nuevo sentimiento de pudor y yo la acompañé hasta un contenedor azul.

Besos.

Beta

miércoles, 13 de agosto de 2008

Abuelos

Hola,

Se me olvidó. El otro día, al hablar de las cosas que hacemos por amor olvidé una bastante común (al menos para mí) y bastante terrible: ir a ver a "sus" abuelos. Me ha pasado en un par de ocasiones.

En el primer caso sus abuelos vivían en un pueblo del norte de Castellón por lo que cada vez que había que ir a verlos teníamos que meternos casi cinco horas de viaje. Cuando llegábamos, aquellos viejecitos recibían a su nieto con auténtica veneración, todo lo contrario que a mí. Supongo que pensarían que yo era un traspié en la vida de su nieto y que si me hacían el vacío terminaría por hartarme de ellos y, por extensión de quien por aquel entonces era mi "novio". Ni que decir tiene que nos hacían dormir en camas separadas, como si su nieto no tuviera la polla pelada después de haberse follado a la medio Madrid. El ponía cara de bueno y me repetía una y otra vez que me compensaría cuando regresáramos. Yo me ponía de los nervios porque pensaba que era un calzonazos que por no contrariar a los viejos permitía que me maltrataran. La cosa, lógicamente, no duró mucho y creo que plantarle fue una de las mejores cosas que he hecho en mi vida.

En el segundo caso los abuelos eran de un pueblo de la provincia de Toledo con lo que el viaje era más cómodo. En este caso no me hacían el vacío pero tampoco me dirigían la palabra. No era animadversión era que, simplemente, estaban muertos. Lola había perdido a un hermano en accidente de coche y vivía la muerte de un modo muy emotivo. Yo no soy de cementerios pero ella siempre terminaba las visitas a su pueblo con un paso por el cementerio. Delante de aquellos nichos yo no sabía qué hacer ni que decir así que me dedicaba a leer los nombres de los muertecitos. Me sorprendía ver cómo se repetían una y otra vez los mismos apellidos, señal de que en aquel pueblo todos emparentaban con gente de su propia familia. Tenía la sensación de que aquello era como viajar a la España de los documentales de postguerra.

Conclusión: cuando os liéis con alguien lo primero que tenéis que hacer es preguntarle por sus abuelos. Si viven al otro lado del océano: vía libre.

Besos.

Beta

domingo, 20 de julio de 2008

Verano del 87

Hola,

En 1987 mi verano consistía en comer frigodedos, aprender a montar en bicicleta, quemarme bajo el sol para luego ver como me embadurnaban con toneladas de After Sun, hacer castillos en la arena que el cabrón de mi hermano se encargaba de destrozar sin ninguna misericordia, cenar en la terraza de un chiringuito donde era víctima del ataque de los mosquitos asesinos, quitarme las costras que dejaban en mis rodillas mis múltiples caídas...


No recuerdo que aquellos veranos de los años ochenta fueran especialmente felices pero la cosa cambió cuando empezaron a crecerme las tetas (no me crecieron mucho).

Besos.

Beta

martes, 15 de julio de 2008

Mantis

Hola,

Hace mucho, muuuucho tiempo, tuve un novio "friki", una especie de Enjuto Mojamuto que se pasaba la vida enganchado al ordenador y a la Playstation.



Era mayor que yo, tenía un piso para el solo, y yo, tan inocente, tan sugestionable, me encapriché de él. La semana pasada volví a encontrármelo, era uno de los que hacían cola frente a la nueva tienda de Telefónica para comprarse el nuevo iPhone. Estaba irreconocible. El tiempo le había pasado por encima como una apisonadora, había engordado y había perdido bastante pelo. Fue una situación extraña, apenas supe qué decirle.

Me contó que llevaba una vida de mierda, que estaba solo y que seguía enganchado a los videojuegos. Me dijo que los únicos momentos de felicidad del día se los proporcionaba su consola y, desde ese día, el nuevo teléfono de Apple. Me dijo que jamás se tiraría a Angelina Jolie pero que podría hacer sus llamadas desde el mismo teléfono que Brad Pitt. Me dijo que las televisiones de plasma, los "home cinemas" y el adsl habían terminado con las clases sociales.

Me sobrevino el pánico. ¿Aquellos delirios eran consecuencia de los treinta y muchos grados al sol o eran la consecuencia de la taradez mental en la que se quedan algunos de mis ligues después de terminar conmigo? ¿Soy una mantis religiosa?

Besos.

Beta

Posdata: Yo simplemente pasaba por la Gran Vía. No me gusta el IPhone.

jueves, 10 de julio de 2008

ONGs

Hola,

Mi madre quiere que me apunte a una ONG. Al parecer, la brillante idea se le ha ocurrido después de ver que Iker Casillas se ha ido a Perú en plan misionero (conste que no estoy hablando de nada sexual) a celebrar con unos niños (y no estoy hablando de Michael Jackson) el campeonato que ha ganado con la selección. Según mi madre, deportistas como Casillas y Nadal son un ejemplo a seguir y la demostración de que "no todos los jóvenes se dedican a hacer botellón" (creo que esas fueron sus palabras exactas).

Esta nueva afición por las ONGs me sorprende ya que ella no es precisamente de las que ponen la X en la casilla de "fines sociales" cuando rellena la declaración de la renta. Supongo que ella asocia las ONGs a monjitas misioneras, a postulantes del domund, a rollos tipo Caritas o a esos rastrillos llenos de vejestorios cuya presidenta de honor siempre es la hermana coja del rey.

Estoy segura que con todas las ONGs que existen tiene que haber algunas más divertidas, más rollo anticlerical y libertino, más de mi estilo. No es que vaya a hacer caso a mi madre pero quizás, si amenazo con hacerme de una de esas, se le empiecen a olvidar ese complejo de mala hija que intenta colgarme a la espalda. Acepto sugerencias.

Besos.

Beta

martes, 17 de junio de 2008

Searching Amy Winehouse

Hola,

Estos son los tres libros que tengo sobre la mesilla de noche:

"Historias de la palma de la mano" de Yasunari Kawabata.
"Monjas lesbianas: se rompe el silencio" de Rosemary Crub y Nancy Manahan.
"Diario íntimo de Linda Lovelace" de Linda Lovelace.

El primero es una colección de relatos cortos que me sirven para ir ambientándome ya que existe una remota posibilidad de que pueda irme a Japón a final de año (rezo cada día y cada noche para que esa posibilidad se materialice).

El segundo y el tercero los traje de la boda en la que estuve el sábado. Se casaba una de la productora y todos sus compañeros de trabajo estábamos invitados. Se suponía que iba a ser algo muy fancy así que me puse mis gafas más glamourosas.


Más que una boda era una celebración porque, la boda propiamente dicha tuvo lugar hace casi un mes. Agradezco mucho a los novios que en vez de organizar el típico banquete, en el que te puede caer cualquier pelmazo al lado, montaran un coctail en el que podías moverte libremente. Me lo pasé bastante bien. Estuve charlando con Manuela Velasco (muy accesible), con David Delfín (muy simpático), con un director de cortos que trabaja en "Se lo que hicisteis"(muy tímido) y con una chica del equipo de Almodovar (muy desenvuelta) que acababa de llegar de Lanzarote. Luego caí en manos de un grupo de periodistas sevillanos que eran (¡¡oh sorpresa!!) asiduos de mi blog. Mientras hablábamos empezó a sonar Amy Winehouse y yo comencé a imitarla.  

"They tried to make me go to rehab and I said no, no, no"

Me interrumpieron y traté de defenderme al grito de "canto como el culo pero bebo como nadie". A partir de ahí mis recuerdos comienzan a difuminarse. 

A la salida, junto a un libro de firmas, había una montaña de libros. El novio, de la liga antitabaco, prefirió repartir libros en vez de puros. No se de dónde los habría sacado pero básicamente se trataba de una colección de literatura pornográfica. A mí, por mona, me dejaron llevarme dos ejemplares, el de los testimonios de monjas que además del confesionario han salido del armario y el diario de la protagonista de "Garganta profunda".  

Besos.

Beta

lunes, 2 de junio de 2008

Huir

Hola,

Mi madre y mi hermanastro me estaban esperando. No en el aeropuerto sino en el salón de casa. Se habían reunido en cónclave y, sin casi darme tiempo de deshacer la maleta, me hicieron la pregunta: ¿Qué es lo que vas a hacer con tu vida?

Creo que es una pregunta injusta porque creo que tengo derecho a la incertidumbre. Ellos ven mal mis idas y venidas y se ponen como ejemplo sin darse cuenta de que yo no quiero seguir su ejemplo. Me sentí extraña, me sentí ajena. Hay un director de cine a quien adoro, se llama John Cassavetes. El solía decir que entendía el universo como una familia, cuyos miembros deambulan por las calles para terminar regresando a casa. Yo acababa de regresar a casa. Según Casavettes cuando alguien se desvía y olvida el camino de regreso acaba de nacer una película. Sus personajes -decía-, son seres extraviados que han olvidado el camino de regreso a casa, y yo me siento un poco así, como un personaje de Casavettes, que miro a los ojos de mi madre y de mi hermano y no soy capaz de reconocerme.

He vuelto, pero con ganas de huir.


Besos.

Beta

miércoles, 9 de abril de 2008

Metro

Hola,

En el principio fue Ruth y ella lo sabe, y presume de ello, y me dice que todo lo que viene detrás está condicionado por lo que vino primero. Yo le respondo que me recuerda el hispánico discurso de Antonio Resines en "Opera prima" (si eres el primero en follarte a una tía permaneces para siempre en su recuerdo) pero ella no ha visto la película de Trueba. Hace tiempo que no nos vemos. Uno de los inconvenientes de meterte en una relación es que corres el riesgo de dedicar demasiado tiempo a mirar a través de tu ombligo y del de tu pareja olvidando que los ombligos no lo son todo en la vida.

Quedamos. Está guapa. Pretende invitarme a comer y después al cine. Me dice que bajemos al metro pero yo le digo que detesto el metro, que prefiero el autobús. Me mira como si fuera una lunática. ¿Prefieres el autobús al metro?, pregunta perpleja. Lanzo argumentos en favor de los viajes a cielo abierto, en contra del olor de los túneles, de sus aglomeraciones, de sus escaleras, de su oscuridad. Me pregunta que cuántos años tengo pero no es más que una pregunta retórica porque tenemos los mismos. El autobús -dice- es el peor medio de transporte que existe, porque es el preferido por los viejos. Me pregunta que si me he fijado en el hecho de que la gran mayoría de sus usuarios son señoras y señores mayores con cara de que la vida no les ha ido demasiado bien. Lo pienso un poco. Quizás tenga razón. En cambio el metro -continúa-, está lleno de tías buenas. Me digo a mí misma que eso sí que son argumentos convincentes y no "mi tontería" de la claustrofobia. Me dice que hagamos una prueba empírica. Tomamos el metro en Banco de España con dirección Cuatro Caminos. En las primeras paradas no hay suerte pero en Opera se nos sienta enfrente una morena despeinada que lee "Expiación".

Me pregunta si me pienso que una tía como esa coge el autobús. Contesto que no lo se y Ruth se lo pregunta directamente a la chica que, un poco confusa, confiesa que suele moverse en metro.

Luego vemos LT 22 Radio La Colifata en el Pequeño Cinestudio pero no dejamos de hablar de la chica de Expiación.

Besos.

Beta

jueves, 3 de abril de 2008

"Zorra insaciable" al cuatro

Hola,

Convencida de que para combatir el mal de amores lo mejor es vivir emociones fuertes, mi amiga Ona tuvo la descabellada idea de llevarme a un lugar en el que, bajo el patrocinio de Carlos Sainz, se organizan carreras de karts. Estaba convencida de que estaría a reventar de "bakalaeros" de Leganés pero la impresión inicial fue menos desagradable de lo que me esperaba (puede que los 18 euros que cuestan diez minutos de conducción sirva como elemento disuasorio). El caso es que a mí no me gusta especialmente conducir y ver todos aquellos cochecitos a punto de romper la velocidad del sonido en un circuito lleno de curvas no me resultaba especialmente llamativo. Al final, no obstante, me decidí a probar.

Lo primero que te piden es que te saques una "licencia" y rellenes una ficha donde figuren tus datos personales y un pseudónimo. A mí no se me ocurría ninguno así que elegí como pseudónimo "zorra insaciable" (quizás por mi adicción a House). Una vez superado ese trámite te dicen que se anuncie la carrera en la que tomarás parte en uno cartelito como el que marca el turno en las carnicerías del mercado. Cuando esto sucede te dicen que pases a vestuarios donde te dan un mono rojo y una gorrito de cirujano para que no se te peguen los piojos de quienes han usado tu casco con anterioridad. Cuando estás disfrazada te llevan hasta una sala donde proyectan un video de Carlos Sainz en el que te dicen que no hagas demasiado el cafre. En esta sala te das cuenta de quienes van a ser tus rivales. En mi caso, aparte de Ona, estaban un padre y un hijo con aspecto de buena gente, un tipo con aire de marinero putero, un chaval con el pelo a cepillo junto con su novia choni y tres hermanos bastardos de Fernando Alonso deseosos de meterse la gasolina en vena y que parecían muy expertos en todo aquello. En el video, que debe durar unos cinco minutos, también te recomiendan que durante la primera vuelta te lo tomes con tranquilidad y te vayas adaptando al circuito.

Llega el momento de la verdad. Desciendes hacia la pista y uno de los encargados comienza a asignar los coches: Pistones al número 23, Nikita al coche 11, Ona al 6, Zorra insaciable al 4. Todos se descojonan al oir mi apodo. Les digo que se rían ahora, que luego les tocará llorar.

Mi kart es el segundo de la fila, justo detrás del de Ona. El resto salen por detrás mío. Nos sentamos, nos abrochamos el cinturón y nos dan la salida. Yo, que en mi vida he montado en un kart, sigo las instrucciones del video y cuando me estoy tomando la primera vuelta de tanteo empiezo a ver cómo todos los coches me adelantan por la izquierda y la derecha. Les grito "hijos de puta" pero cuando me quiero dar cuenta ya están lo suficientemente lejos como para no oírme. Un extraño resorte se activa en mi cerebro: quiero ganarles a todos. Empiezo a acelerar, a intentar arañar metros en las curvas, a frenar poco, a derrapar incluso y, cuando me creo que empiezo a recortar la distancia con todos ellos, ya han empezado a doblarme. Intento cerrarles el paso para que no lo hagan pero uno de los encargados me llama la atención con una bandera azul. Pienso: "métete esa bandera por el culo", pero da igual, mis rivales están, otra vez, demasiado lejos.

Cada vez que pasas por línea de meta ves una pantalla donde aparece tu nombre (zorra i) y el nombre de quien te precede y de quien viene por detrás. Después de once vueltas se enciende un semáforo rojo lo que significa que la carrera ha terminado. Al quitarme el mono me doy cuenta de que estoy tan sudada como si acabara de echar un polvo.

Besos.

Beta

miércoles, 30 de enero de 2008

Cenas calientes

Hola,

Entre lo liada que estoy con la peli y que la mayoría de las noches duermo en casa de Ella, afortunadamente, cada vez piso menos por casa. Las cosas allí están bastante calientes. Creo que es la campaña electoral, que nos pone tensas. Mi madre se ha empeñado en invitar a cenar, un día sí y otro también, a los pocos colegas que le siguen aguantando y Eugenia, la chica de servicio, no para de hacer horas extras en la cocina (creo que la pobre está a punto de autorepatriarse a su Bulgaria natal con tal de abandonar el infierno que es "nuestro hogar").

Los primeros días mi madre pretendió que me comportara y que saliera a departir con los invitados. Evidentemente la cosa terminó como el rosario de la aurora cuando un babosete amigo de mamá (es literal, el hombre era un auténtico aspersor al hablar) me dijo que era una "jovencita Stalinista" y yo le llamé... bueno, para qué recordarlo.

Reconozco que me he librado de una buena porque uno de los días después de elogiar al jamón ibérico, a Raúl, al aceite de oliva y los veraneos en Torremolinos llegaron incluso a entonar alguna estrofilla del himno español. No fue exactamete así pero se le pareció mucho.


(me siento abochornada por la parte que me toca)

Hablando del himno, es una lástima que Berlanga chochee tanto porque Paulino se merece una película.



Ahí le dejo la idea a Luis Guridi. El título, lógicamente, "Paulino compositor".

Besos.

Beta