Siempre nos han dicho que por
nada del mundo debemos caer en la tentación de mezclar el trabajo con el
placer, que es completamente negativo y que nos traería innumerables problemas.
Algo de cierto debe existir en todo eso. Seguramente muchas personas hicieron
caso omiso a esa regla y los resultados no fueron para nada favorables. Pero, ¿qué ocurre cuando ignoramos esos
consejos y mezclamos el trabajo con el placer? Te invito a descubrirlo en esta
entrada.
Entendemos que placer es sentir satisfacción por lo que se realiza, y trabajar es una ocupación retribuida. Lo que no queda del todo claro es que exista ese rechazo por mezclar el placer con el
trabajo, y no, no hablo de relaciones, alcohol, juegos o cualquier tipo de
acción que para alguien pueda resultar placentera pero que posiblemente terminaría entorpeciendo nuestro desempeño
laboral. A lo que me refiero es a lo realmente maravilloso que es encontrar ese
punto convergente que existe en el goce que sentimos cuando estamos haciendo lo
que nos gusta, y es entonces cuando dejamos de percibir ese oficio como un
“trabajo”, y lo disfrutamos al máximo.
La
pasión por encima de todo
No se trata de ser adicto al
trabajo, sino de encontrar ese toque esencial para disfrutar de lo que hacemos.
Sentir pasión es lo más importante porque eso facilitará las cosas y nos
mantendrá motivados.
Cuando mezclas el trabajo con
el placer o simplemente lo que haces te resulta realmente placentero, esto es
lo que obtienes:
1.- Motivación: Al
divertirnos con lo que hacemos nos llenaremos de gran motivación para continuar
desempeñándonos cada día mejor que el anterior. Nos invadirá el ánimo necesario
para enfrentarnos incluso a los días poco agradables (todos tenemos al menos uno
en el mes).
2.- Creatividad:
Indispensable
para descubrir nuevas formas de realizar nuestro trabajo y de asumir otros
retos en la vida. Por cierto, hablo de ese factor fundamental en una entrada
que escribí hace algún tiempo, producto de un experimento, se trata de 5 cosas que aprendí de un niño de 5 años. ¡Te sorprenderás!
3.- Paciencia: Sí,
la paciencia es un don y todos necesitamos al menos una dosis de ella no sólo
para el trabajo sino para cualquier cosa que se relacione con nuestra
cotidianidad.
4.- Ideas,
ideas y más ideas: Ya sé que hablé de la creatividad, pero es que
es evidente que cuando disfrutamos lo que hacemos y nos sentimos realmente
cómodos, saltan nuevas y grandes ideas para absolutamente todo.
5.- Mejor
desempeño: Mientras más nos enfoquemos en nuestro trabajo y
practiquemos, lograremos desempeñarnos mejor. A veces es necesario cometer
algunos errores que terminan aportándonos una gran lección, pero hay que seguir
intentando una y otra vez hasta obtener el resultado que esperamos.
6.- Experiencia: Acabo
de mencionar el desempeño, lo que evidentemente nos proporcionará una gran
experiencia. Tener la oportunidad de trabajar en algo que además nos resulta
encantador, debe ser no sólo motivo de alegría, sino una de las mejores
experiencias de la vida. Seguramente nos aportará muchas anécdotas gratas y
otras que nos harán reflexionar y aprender.
7.- Contactos: En la
actualidad cualquier lugar de trabajo requiere de la interacción con al menos
una persona, no importa si trabajamos desde casa. Y mientras más disfrutemos de
lo que hacemos, la motivación estará muy presente, las ideas y la creatividad
nos llevarán a intentar otros proyectos o nos dará la posibilidad de conocer
personas tan apasionadas por su profesión como nosotros. En fin, conoceremos
gente aunque no lo tengamos planteado y esto nos abrirá muchas puertas que
seguramente necesitaremos en el futuro o en el momento de querer emprender algo
nuevo.
Sí, es bueno que nos paguen,
pero no lo es todo. Debe ser lo más aburrido del mundo tener que estar atado a
algo que no nos gusta simplemente por el dinero. Creo que lo mejor es encontrar
esa pasión que nos mueva a desarrollar nuestra creatividad y trabajar con
esmero, para obtener la remuneración que nos merecemos.
Después de todo no resulta mala idea mezclar
el trabajo con el placer, al contrario, nos ofrece múltiples ventajas que si
sabemos aprovechar, serán altamente favorables en nuestra vida profesional y
social.
Conclusión:
Si no sientes placer con el trabajo que estás
realizando es que definitivamente no es lo tuyo, el ambiente o lugar donde te
desempeñas no es el apropiado, estás pasando por una situación que te impide
disfrutarlo como deberías o no le has encontrado el verdadero sentido a eso
asombroso que estás realizando. ¡Resuélvelo!
"Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida". - Confucio.