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lunes, 31 de agosto de 2009

Una ventana al paraíso


A veces, buscamos lugares paradisiacos, lejos de nuestros hogares, donde descargar tensiones acumuladas durante meses, donde desconectar, donde encontrarse con uno mismo. A veces, buscamos ofertas de última hora en las agencias de viaje, que nos proporcionen ese lujo sin que nos deje pelado el bolsillo.

A veces nos equivocamos de cabo a rabo, porque el paraíso está aquí al lado, al otro lado de tu ventana.

Ayer domingo tuvimos la suerte de alcanzar la frontera entre el Cielo y la Tierra, en menos de una hora. Espectacular. Un mar de niebla cubría el valle, al fondo los Ancares. (Os dejo una instantánea para daros un pelín de envidia).

¿Qué sentimos? Sensación de ligereza, de falta de gravedad...Una sensación muy agradable.

Seguimos nuestro camino hacía las profundidades de ese mar de niebla y encontramos los tesoros que allí había escondidos.

Allí estábamos, después de 6 meses, en Quintá de Cancelada. Una vez más, dispuestos a empaparnos de la naturaleza más pura y virgen. Preparados para la simbiosis entre lo humano y lo natural, naturaleza. Esta vez, el recuerdo nos lo llevamos en nuestros estómagos y en nuestra alma.

En el alma me llevo el recuerdo de la hospitalidad y amabilidad de sus gentes y en mi estómago traigo el recuerdo de un sinfín de manjares: empanadas de carne, de bacalao, de manzana, pan de aldea, tortilla de huevos caseros, jamón y embutidos que nada tienen envidiar a los famosos de Guijuelo, lacón cocido, buñuelos, filloas rellenas con miel, bizcocho de maíz, rosca de nueces y pasas, delicias de cabello de ángel,etc, etc.. todo ello acompañado por un buen vino y la buena compañía de todo los vecinos. No faltó ni el gaitero, que ambientó como nadie el renacimiento del molino, que llevaba decenas de años muerto en el olvido.

Y todo eso sólo formaba parte del aperitivo, ya que en casa de nuestro anfitrión nos esperaban muchas más viandas, deliciosas y exquisitas. Y allí, sobre la mesa, estaban las croquetas más sabrosas que ha probado menda. ¡¿Cómo resistirse?! A las croquetas de Fe podría dedicarle un post entero, pero no lo entenderíais, hay que saborearlas, no queda otra. Manjar de Dioses. Croquetas summa cum laude.


Así que cuando tuve que presentarles a esta gente, el mundo virtual de las páginas web y blogs, me sentí pequeña, me sentí pobre. Cómo podría comparar lo que llevaba en mi mochila (portátil, cables y proyector) con todo aquello que me habían ofrecido. Incomparable, por supuesto. Ellos no son los que necesitan de estos medios, somos nosotros los que necesitamos internet para saber que existen estos lugares. Un paraíso en la Tierra.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Mil soles espléndidos


Eran incontables las lunas que brillaban sobre sus azoteas,
o los mil soles espléndidos que se ocultaban tras sus muros.


(mil soles espléndidos bajo un burka)



Este verano por fin pude saborear sin interrupciones la lectura de unos cuantos libros.


Hace un par de semanas, un amigo me dejó la primera parte de la trilogía Milenium, “Los hombres que no amaban a las mujeres”, que devoré en tres días. Ansiosa por leer la segunda parte - tentada estuve de comprarlo en mi última visita al hipermercado - me aguanté. Una amiga me había prometido dejarme la segunda parte. Mientras tanto me dejó otro que no pude dejar de leer de principio a fin. “Mil soles espléndidos” es sin duda, el libro de este verano, del mío quiero decir.

Del mismo autor, Khaled Hosseini, ya había leído “Cometas en el cielo” y ambas historias están, de cierta forma, relacionadas, sin llegar a ser una segunda parte pero casi. Es increíble como este escritor narra sentimientos tales como el miedo, dolor, humillación, impotencia, complicidad, etc vividos por dos mujeres afganas que el destino ha unido. Lágrimas han rodado por mi mejilla durante su lectura, pero ha merecido la pena.

Es increíble ver como en pleno siglo XXI, la realidad de la mayoría de las mujeres afganas no ha mejorado en ningún aspecto, incluso ha empeorado con la presencia de los talibanes.

Como dice Laila, una de las protagonistas, “parece casi increíble que la vida de todos los afganos esté marcada por la muerte y un sufrimiento inimaginable. Y, sin embargo, también veo que la gente encuentra el modo de sobrevivir y seguir adelante”. Y así es y debe ser.


Os lo recomiendo.


miércoles, 19 de agosto de 2009

Un arrebato

Miércoles pasado, a última hora de la mañana. Y aquí a la menda, le da un arrebato.


No estaba nada planificado. En la oficina casi no hay nadie, todos de vacaciones. Sólo quedamos la novata (mi nueva compi, muy maja ella) y yo.


¿Y si me cojo mañana el día de vacaciones y me voy a la isla de Ons?, pensé en alto.


Sandra (mi compi) abre los ojos como platos y piensa que estoy como una chota. Intento tranquilizarla: “ no va pasar nada, tú sabes, tú puedes…”


Cubro el parte y me piro. Un día de vacaciones. Una vacación, vamos…


Al día siguiente Murphy se levantó antes que yo y ya se sabe el dicho “a quien madruga Dios le ayuda”. Y se ve que Dios le ayudó bastante. Recibo una llamada al móvil (un consejito: acordaos siempre de apagar el móvil cuando estáis de vacaciones o vacación). Los servidores se han caído, $!·”%!$%DFAQ”·$!”·%$!!!! (maldigo en arameo, no intentéis traducir, que es algo muy feo). Pero menos mal que Sandra es muy eficiente y al final con un poco de ayuda acabó solucionando todos los problemas.


Y yo, que os voy a contar, pude disfrutar del Primer Día de Playa de la peque de la casa, Laura. No, no podía faltar. Y a vosotros os regalo 24 segundos.


Arrebatos de mami, ¡de quién si no!

miércoles, 12 de agosto de 2009

Tejiendo y blogueando


Estamos a mediados de Agosto, disfrutando ¡por fin! del verano. Y aprovechando que la mayoría está disfrutando de sus vacaciones y tienen sus blogs en “stand-by” , hoy quiero reflexionar sobre lo que es para mí, este mundo virtual.

Bloguear para mí es cómo tejer una mantita de lana. En el que yo pongo las agujas y tejo, y vosotros ponéis la lana. Y de aquí saldrá una fantástica manta con diversidad de colores, que me abrigará y reconfortará en esas tardes grises y me alegrará ver en esas tardes primaverales.


Por lo tanto, aunque es importante que yo disponga de agujas y ganas de tejer, es fundamental disponer de toda esa gama de hilos de colores.

Mi manta no podría ser lo que es sin todos vosotros, sin vuestros colores, principalmente:

El verde de Titajú que da ese toque de serenidad, de felicidad, de frescura, que invita a la amistad. Capaz de transportarte hasta la más hermosa primavera desde el más crudo invierno.

El azul de Pili que me ofrece esa paz, esa tranquilidad de un mar en calma y ese respeto tan difícil de encontrar hoy en día, y al mismo tiempo me obliga a pensar, a meditar.

El naranja de mi niña buena, de Marieta, que me da esas bocanadas de aire fresco, de libertad, juventud, alegría… Bondad de niña buena.

Vane me ha traído un hilo fino, matizado, negro y rosa. El negro implica dolor pero al mismo tiempo fuerza, coraje. Recomenzar. Y el rosa que me impregna con esa delicada fragancia maternal, porque ella es mami por encima de todas las cosas.

Bruni nos ha dejado un precioso hilo color oro, que se va colando poquito a poquito en lo que llevamos tejido… Y como dice la frase “por ser vos quién sois”, aporta ese puntito rico y distintivo.

Nuria a veces me trae trocitos de lana de color magenta (rosa fucsia) que consiguen apartarme de mi realidad, de mi trabajo, de mis problemas. Entre cuadrito y cuadrito no viene mal un cafetito, verdad?

Y por último el amarillo “pollo”, que nos lo trajo ingeniosamente Inés (Matapollos), que nos da el calor necesario y energía para seguir tejiendo después del cafetito.

Y tejiendo tejiendo, hilos y lanas… me he dado cuenta que también he tejido amistad.


¿El valor de la manta? ¡¡Incalculable!! ¡Qué lo sepáis!

jueves, 6 de agosto de 2009

Crecen los girasoles


Últimamente ando de la ceca para la meca y viceversa, todo el día en el camino. Los niños se encuentran en periodo de asilvestramiento y de vez en cuando, a una que le entra la “morriña”, pues se acerca a ver cómo va el proceso. Y ¡madre mía!, lo que me espera en septiembre…mejor ni pensarlo.

Y ayer, paseándome por el huerto de Adri, me ha llamado la atención lo que han crecido los girasoles. Supongo que lo que ha llovido, llueve y lloverá ha tenido mucho que ver.

Adri está todo orgulloso, porque son SUS girasoles. Lo único que le preocupa es que tengan su cabecita tan gacha y me pregunta: “mami, y ¿por qué mis girasoles miran hacia abajo?, parece que están tristes…”.

Y yo le digo: “de tanto que han girado buscando el sol, se han mareado un poco y se han puesto a descansar, eso es todo”.

“Este tiempo es un asco, mami”. Me dice mientras se calza sus botas de goma.


Cierto, cierto. Pero algún día saldrá el sol, algún día…

sábado, 1 de agosto de 2009

ETA, NO MÁS LÁGRIMAS

NO MÁS LÁGRIMAS




NO MÁS DOLOR


NO MÁS MUERTE


DÉJANOS EN PAZ


ESTAMOS HARTOS