Otra ves estamos en septiembre, otra vez en el mes de vuelta a clase. Pronto volverán los madrugones, el subir escaleras interminables hasta un aula con ventanas enrejadas, hasta un pupitre, hasta un libro.
El día 15 en mi caso, será el primer día de todo esto.
Vuelta a clase, vuelta a la rutina, los estudios, los deberes, las notas. Al fin y al cabo, siempre es igual, el mundo en sí es una rutina, trabajo y clases con vacaciones de por medio. Desde que comenzó el verano ya sabíamos que solo iba a ser efímero, que un día tendría que terminar y volveríamos a la otra rutina, esa que tan poco nos gusta.
A veces decimos que es una celda, un impedimento de la libertad que nos ofrece el verano. Pero esto me plantea una cuestión.
El en colegio, en el instituto, nos enseñan, adquirimos cultura. Seguimos pensando que es una carcel, pero a la vez la cultura el libertad, de forma que, ¿cuando somos realemnte libres?
Supongo que físicamente hablado, en verano, porque podemos hacer lo que nos de la gana, vivir la vida al momento y disfrutarla rodeada de gente, fuera casa, diviertiendote, pasandolo bien.
En cambio, para tener libertad de pensamiento, tenemos que conocer puntos de vista, aprender conceptos, tener aunque sea un minínimo de cultura, cosa en la que nos beneficia ir a clases y aprender, ya que nos da varios de los obejtivos. Pero también eso en el colegio tiene sus contras, ya que hay profesores empeñados en meternos sus ideas a presión en nuestras vulnerables cabezitas. No todos, desde luego que el colegio es un derecho y a la vez un privilegio mental, pero yo tengo un par de profesores que rezo que no me toquen este año en clase, porque sería ya para pegarse un tiro.
En definitiva, rodearnos de todo tipo de gente en el colegio, es un pro para tomar punto de vista disititnso, ya que dialogamos con gente que probablemente no tiene na da que ver con nosotros, nuestros gustos y pensamiento y nos sirve para hacernos una idea mas redonda y global de lo que nos rodea. Aunque a decir verdad, en estos casos suelen surgin diferencias de opiniones que a veces chocan demasiado, no porque no puedan entenderse, sino más bien porque los interlocutores cierran su mente a ver nuevas opiniones, simple y sencillamente eso, nada de aceptsar para nosotros mismos o adoptar, simplemente ver, y tambien entender que ellos tienen el mismo derecho a opinar que nosotros.
Personalmente creo que todo en su justa medida es benficioso, y que tanto una de las libertades como la otra, deben convivir a la par, dandonos el merecido descanso mental de todo ese ejercicio que hacemos durante 9 meses, aprendiendo, estudiando y haciendo exámenes.
Aunque a decir verdad en verano también podemos adquirir cultura, toda la que queramos y en ql campo que más nos apetezca, leyendo sin la presión de que sea algo relacionado con las clases u obligatorio.
Como todo tiene su lado bueno y su lado malo, solo me queda desear un feliz final de vacaciones, un buen comenzar y que sepamos aprobecharlo todo bien.
Cruza la línea y estarás en el mundo donde todo convive, lo normal y anormal... la vida y muerte.
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lunes, 6 de septiembre de 2010
sábado, 14 de agosto de 2010
Mi verano
Bueno, mi verano está siendo intenso.
En Irlanda me fue bien. Hice amigos muy importantes de los que me habría gustado no separarme. Ha sido un viaje lleno de experiencias. He aprendido a orientarme mejor, ya al menos no me pierdo en mi propia ciudad, se coger un autobus, se lo que es almorzar un bocadillo en el colegio, ir andando desde casa a la parada del autobus escolar.
Las clases, aluciantes, he aprendido más en un mes que un año. Siempre había algo nuevo en todo, una clasificación o algo que repasar, algo que reforzar, o algo que entender, y simplmente algún tema de conversación grupal que salía de los ejercicios y todos comentabamos con el profesor, en inglés, claro.
Con la gente, no sé, mencionar a mis amigos, Alex, que venía conmigo desde aquí, Juan, que por suerte también es de aquí. Noe, Soni, Sofía, de Cantabria, John del País Vasco, María Hernáez, Alicia (mi Alice, Alyson) de Madrid, Laura y Clara, de Badajoz, Laura de Sevilla, Carlos, también de aquí, Álvaro, de Málaga, Jose Miguel, de Córdoba, Simone, Veronica, Lyvia, Amaranta de Italia, Rodrigo de Talavera de la reina y el otro Rodrigo, el pequeñín monoso, que no recuerdo de donde era.
También gente a la que me hubiera concer algo más de otros países, mención especial a Arthur y David. Arthur, que ahora que hemos hablado por facebook y lo conozco mejor, es un chico Geek, que me cae estupendamente y con el que tengo tema de conversación para rato. Y como no, David, que lo he conocido mejor ahora y se ha convertido en un muy buen amigo digno de confianza, una lastima que se fuera de allí pensando que estaba loca, pero bueno.
Después de volver, he vuelto a ver a mis amigos de siempre, la gente que tanto he echado de menos. He vuelto a salir con ellos, a frecuentar mis lugares de siempre en mi ciudad, todo ha vuelto a ser normal.
Este año, salgo más con mis amigos, aprovechando que una de ellas se marcha del colegio, nos vemos lo más que podemos.
El año que viene, muchas cosas van a cambiar, pero no me importa realmente ahora. La libertad que nos da el verano, las experiencias, como mi viaje, es tiempo de disfrutar el momento, de vivir a tope y como queremos estos meses, porque, el futuro, augura gris, ir a clase, mientras al menos tengamos ocasión de salir de una rutina, debemos difrutar el momento y esforzarnos por no despediciar un solo minuto, haciendo aquello que queramos, porque por fin el tiempo es nuestro.
En Irlanda me fue bien. Hice amigos muy importantes de los que me habría gustado no separarme. Ha sido un viaje lleno de experiencias. He aprendido a orientarme mejor, ya al menos no me pierdo en mi propia ciudad, se coger un autobus, se lo que es almorzar un bocadillo en el colegio, ir andando desde casa a la parada del autobus escolar.
Las clases, aluciantes, he aprendido más en un mes que un año. Siempre había algo nuevo en todo, una clasificación o algo que repasar, algo que reforzar, o algo que entender, y simplmente algún tema de conversación grupal que salía de los ejercicios y todos comentabamos con el profesor, en inglés, claro.
Con la gente, no sé, mencionar a mis amigos, Alex, que venía conmigo desde aquí, Juan, que por suerte también es de aquí. Noe, Soni, Sofía, de Cantabria, John del País Vasco, María Hernáez, Alicia (mi Alice, Alyson) de Madrid, Laura y Clara, de Badajoz, Laura de Sevilla, Carlos, también de aquí, Álvaro, de Málaga, Jose Miguel, de Córdoba, Simone, Veronica, Lyvia, Amaranta de Italia, Rodrigo de Talavera de la reina y el otro Rodrigo, el pequeñín monoso, que no recuerdo de donde era.
También gente a la que me hubiera concer algo más de otros países, mención especial a Arthur y David. Arthur, que ahora que hemos hablado por facebook y lo conozco mejor, es un chico Geek, que me cae estupendamente y con el que tengo tema de conversación para rato. Y como no, David, que lo he conocido mejor ahora y se ha convertido en un muy buen amigo digno de confianza, una lastima que se fuera de allí pensando que estaba loca, pero bueno.
Después de volver, he vuelto a ver a mis amigos de siempre, la gente que tanto he echado de menos. He vuelto a salir con ellos, a frecuentar mis lugares de siempre en mi ciudad, todo ha vuelto a ser normal.
Este año, salgo más con mis amigos, aprovechando que una de ellas se marcha del colegio, nos vemos lo más que podemos.
El año que viene, muchas cosas van a cambiar, pero no me importa realmente ahora. La libertad que nos da el verano, las experiencias, como mi viaje, es tiempo de disfrutar el momento, de vivir a tope y como queremos estos meses, porque, el futuro, augura gris, ir a clase, mientras al menos tengamos ocasión de salir de una rutina, debemos difrutar el momento y esforzarnos por no despediciar un solo minuto, haciendo aquello que queramos, porque por fin el tiempo es nuestro.
sábado, 27 de febrero de 2010
Otra vez
No sé por qué lo hago, pero de vez en cuando recuerdo mis sueños. Esos sueños que soñé en el verano más luminoso de mi vida, esos sueños que eran el consuelo de esa luz. No negaré que fue un buen verano, que haberme librado de ver a esos estúpidos durante tres meses era todo un consuelo, y que la luz del sol no me molestaba, tampoco esa luz de libertad, al fin podía pensar y decir lo que quisiera sin miedo a repercusiones. Y entonces aparecieron. Una risa fue su comienzo, solo eso, una risa en medio de mis sueños.
Con el verano avanzando, mis sueños se hacían cada vez más largos e incomprensibles. Al principio me despartaba una sensación de desasosiego, después los recordaba y pasaba. No eran sueños malos, tampoco eran pesadillas. Eran los sueños más hermosos que he tenido en mi vida.
Soñar que estaba lejos de mi hogar, en un sitio con tres amigos, un instituto que era un infierno, el peor lugar del mundo, el sitio más gris y cruel del universo, y aún así, el lugar donde quisiera estar. Dos amigos me acompañaban. Un chico y una chica. El primer día, la chica era nueva y mi amigo y yo ya llevábamos un año allí. Es extaño como al principio eran mayores que yo y después todos terminamos el instituto a la vez. Pero la verdad es que ya no me importa ese desfase cronológico. Allí bromeamos con la chica sobre lo mal que lo pasaría. Sin embargo, todo fue bastante llevadero. Incluso cuando ellos desaparecieron y encontre vacío el callejón del patio donde deberían de estar, porque estaban bien, porque a pesar de que yo sentía que se los habían llevado, ellos volvieron. Y nuestra celebración el último año, de vuelta a casa, por fin eramos libres y seguiríamos unidos para siempre.
Sueños en los que yo era la elegida para estar entre los vampiros. Un 2D donde todos dormían menos yo, donde todos debían morir como nuestro alimento y sin embargo, aunque mi destino era el mismo, Lestat y Louis decidieron salvarme y convertirme en uno de ellos, porque era la elegida, y entonces todos mis miedos se fueron y nada me importó.
Sueños oscuros donde se reproducía la canción de The Haunting de Kamelot. No sé que significado podría tener, pero esa canción y ese video en mis sueños, mezclado con imágenes mías, que ahora no recuerdo, es ahora el mejor sueño del mundo, el mejor de mi vida, el que deseo se repita incansablemente y aparte al mundo de mi.
Sueños donde yo estaba sentada frente a una pantalla blanca y la canción de Abandoned, también de Kamelot, sonaba, proporcienandome una tranquilidad que la luz de la pantalla en blanco no favorecía en absoluto.
Adoro esos sueños, los hecho de menos. Ese mundo era perfecto. ¿Por qué ahora los problemas desbancan la perfección de los sueños y los sustituyen por la imperfección del mundo? ¿Por qué los sueños de unos destruyen los sueños de otros?
Con el verano avanzando, mis sueños se hacían cada vez más largos e incomprensibles. Al principio me despartaba una sensación de desasosiego, después los recordaba y pasaba. No eran sueños malos, tampoco eran pesadillas. Eran los sueños más hermosos que he tenido en mi vida.
Soñar que estaba lejos de mi hogar, en un sitio con tres amigos, un instituto que era un infierno, el peor lugar del mundo, el sitio más gris y cruel del universo, y aún así, el lugar donde quisiera estar. Dos amigos me acompañaban. Un chico y una chica. El primer día, la chica era nueva y mi amigo y yo ya llevábamos un año allí. Es extaño como al principio eran mayores que yo y después todos terminamos el instituto a la vez. Pero la verdad es que ya no me importa ese desfase cronológico. Allí bromeamos con la chica sobre lo mal que lo pasaría. Sin embargo, todo fue bastante llevadero. Incluso cuando ellos desaparecieron y encontre vacío el callejón del patio donde deberían de estar, porque estaban bien, porque a pesar de que yo sentía que se los habían llevado, ellos volvieron. Y nuestra celebración el último año, de vuelta a casa, por fin eramos libres y seguiríamos unidos para siempre.
Sueños en los que yo era la elegida para estar entre los vampiros. Un 2D donde todos dormían menos yo, donde todos debían morir como nuestro alimento y sin embargo, aunque mi destino era el mismo, Lestat y Louis decidieron salvarme y convertirme en uno de ellos, porque era la elegida, y entonces todos mis miedos se fueron y nada me importó.
Sueños oscuros donde se reproducía la canción de The Haunting de Kamelot. No sé que significado podría tener, pero esa canción y ese video en mis sueños, mezclado con imágenes mías, que ahora no recuerdo, es ahora el mejor sueño del mundo, el mejor de mi vida, el que deseo se repita incansablemente y aparte al mundo de mi.
Sueños donde yo estaba sentada frente a una pantalla blanca y la canción de Abandoned, también de Kamelot, sonaba, proporcienandome una tranquilidad que la luz de la pantalla en blanco no favorecía en absoluto.
Adoro esos sueños, los hecho de menos. Ese mundo era perfecto. ¿Por qué ahora los problemas desbancan la perfección de los sueños y los sustituyen por la imperfección del mundo? ¿Por qué los sueños de unos destruyen los sueños de otros?
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