Todo sucedió en mayo del 2009,cuando a falta de poder mojarme el culete con mi montura kayakera por un problema en la espalda,y negándome a perder el contacto con el mundo de la pesca (a nivel aficionado)decidí,sin tener ni idea de como funcionaba el tema del lance,acercarme a unas piedras que había visto ,en las que exisitía un "cantil" maravilloso en el que olía mucho a mar y en el que las olas podrían traerme algún regalo.....
Mi sorpresa fué mayúscula cuando al tercer lance de mi caña de tres metros telescópica,40-80g.(menudo tronco¿que pensaba lanzar?),con un 6000 y un trenzado del.40(dios que iba a pinchar yo en el kayak???),con una blue sardine.....