lunes, 29 de junio de 2009
Señor Gaspar Henaine Capulina ( c )
Pero si no lo he saludado.
¿Eso fue todo?
¿No va a hacer algo?
¿A poco el boleto era por sólo verlo?
¡A no, mi boleto me costó!
¡Y yo lo saludo!, y el otro ¡yo lo toco! y ahora si…
La gente se abalanzo sobre Capulina.
Con todo y su silla de ruedas, su pierna enyesada, y ayudantes.
Creo que jamás olvido esa visita a Pueblo Viejo.
Sus acompañantes, empujaban aquí y allá a la multitud, para abrirle paso.
Y Capulina gritaba, ¡déjenme salir!
¡Déjenme pasar!
Pero no sean así ¡me van a lastimar!
¡Ay, ay! ¡Mi patita!
Para mí, que maldijo una y otra vez al público.
A gritos, pero nada se oía.
Cuando Pueblo Viejo grita, no hay quien le gane.
Se fué Capulina huyendo del pueblo.
No hubo aplausos.
Y los pobladores, en ese tiempo, llegaron a la decisión de…
Ya no queremos artistas renombrados, uno que paga lo doble o lo triple la entrada y ellos que no cumplen.
miércoles, 24 de junio de 2009
Señor Gaspar Henaine Capulina ( b )
En una silla de ruedas, uno de sus piernas enyesada, que había sufrido un accidente su vehiculo, creo que chocó contra una vaca que se le atravesó por la carretera, no supe cual, no supe donde, no supe cuando.
Empezó amablemente a explicar su retrazo, pero que él cumplía sus contratos, y que ahí estaba, en nuestro pueblo.
Encantado de estar en Pueblo Viejo.
La multitud al escuchar sus explicaciones, agradecida, casi hasta las lágrimas, de que un personaje tan importante, a pesar de problemas, estuviera entre nosotros empezó a cercarlo….
Más, y más y más…
Todos se alborotaron, lo querían agarrar, tocar.
Unos se atrevieron a quitarle el sombrerito que siempre utilizaba, el agujereado del centro.
Los que acompañaban al Sr. Capulina, ponían cara de….
¿Que pasa aquí?
¿Que pasa con los pobladores de este pueblo?
Capulina se asustó.
Les dijo a sus ayudantes, sáquenme de aquí.
Vamonos, así no puedo trabajar.
Y los pobladores, ¿que ya se va Capulina?
y Capulina...
"No sé..., puede ser..., a lo mejor...,¡Quien sabe ! "
martes, 23 de junio de 2009
Sr. Gaspar Henaine Capulina ( a )
En ese patio, un día dió una función, Capulina sólo, sin su compañero Viruta y decir función, función, creo que exagero.
La gente del pueblo, llenaba los corredores exteriores de la escuela, que son 2 uno inferior y otro superior, y los corredores interiores; sólo dejaron, un pequeño círculo, tal vez de unos 8 por 10 metros libre.
Había mucha expectación.
Se retraso tal vez unas 3 horas.
Pero siendo un artista renombrado, valía la pena esperar.
Ya hacia hambre, sed, todo mundo sudado, y vuelto a sudar.
Pero ahí estábamos, esperando al personaje.
Cada que un carro, o camioneta, de más o menos lujo se veía llegar por la carretera a Ozuluama, empezaba un rumor.
¡Capulina! ¡Ahí viene Capulina!
¿Donde?, ¿Dónde?
Hubo momentos en que la multitud, a empujones se acomodaba, de un modo, de otro.
Que si llegaba por el zaguán grande, no, tal vez por uno de los pequeños, así son los artistas, le juegan al misterioso.
Y yo quiero ser el primero en descubrir la llegada.
Yo tendré el honor de estrechar su mano.
Cuando llego, todo mundo estaba fastidiado, y peleado con todos.
Se hizo el silencio en el patio.
¡Ábranle paso al Sr. ¡Ca-pu-li-na!
Y llegó.
lunes, 22 de junio de 2009
Patios y foro de la escuela ( d )
Ya mi abuelita me había explicado lo peligroso que es una víbora.
Yo en el patio del lado derecho, había encontrado una que se desplazaba por el patio y la maestra Isabel Moreno Ríos, me gritó desde el segundo piso que me detuviera, me extraño que lo hiciera y un par de metros adelante iba pasando la coralillo.
La mataron entre unas dos o tres personas, no recuerdo quienes, y se dejo tirada en cualquier montón de tierra.
Yo observaba su descomposición día a día, le daba una vueltecita.
Hasta que se vió su esqueleto, entonces perdió interés para mí.
También, al fondo del solar, llegamos a encontrar víboras de las llamadas cuatro narices.
No me gustaron, eran pardas, las 4 narices nunca se las pude distinguir por mas que con un palito, me señalaban la cabeza de la víbora muerta.
Mi preferida, en colores fue, y, será la coralillo.
Ya con esos hallazgos que se hacían cada, vez mas frecuentes, se recibió la orden de quemar poco a poco, la papelería caduca que era criadero de tanta alimaña.
Para evitar que los alumnos, sufrieran un piquete o mordedora mortal.
En la parte contraria al foro quedaba la pared exterior de la escalera.
Se ocupaban en ocasiones para proyectar películas.
Los padres y alumnos asistían, previo pago, los sábados y domingos.
Allá de vez en cuando hubo funciones, había pocos asientos, se destinaban los pupitres que casi no servían, y el demás público parado.
No funcionaban bien los carretes de película y la huercada empezaba a gritar ¡cácaro! ¡Cácaro! Regrésame mi peso.
Pasaron varias veces la película, de unos niños, que se suben a un globo aerostatico y se pierden en una como jungla, lloré pero no me dio pena, estaba oscuro y varios de mis compañeritos también lo hicieron.
(foto cortesía de la profesora Rosa Eva Velázquez de la Garza)
viernes, 19 de junio de 2009
Patios y foro de la escuela ( c )
de lluvia, que hizo que adentro se inundara.
La parte interior de ese foro estaba llena de infinidad de bultos que contenían paquetes y paquetes, de papelería amarillenta, infinidad de escritos, que reconozco, yo no pude leer, por no saberlo hacer todavía.
Al entrar, el piso de ese foro, estaba a una altura más baja, que el resto del patio.
Muy en penumbra, sus ventanas no eran muy grandes, largas si, y algunas estaban
clausuradas con tablones.
Yo me metía ahí a jugar sola. Me metía con un brinco y para salir, ponía ladrillos y apoyando la pancita en el dintel de la puerta y con un impulso enérgico, salía a la claridad, al aire limpio.
Y descubrí quienes vivían ahí.
jueves, 18 de junio de 2009
Patios y foro de la escuela ( b )
Ocupaban el equipo de sonido, utilizando los discos de pasta, los Long Play.
Y unas bocinas, o altavoces de gran tamaño; y sus micrófonos con pedestal.
Al final de ese patio, yendo hacia la izquierda, estaba el foro.
Que era una como casita, de material, con escalones a ambos lados, varias ventanas, y su entrada hacia el zaguancito, que colindaba con el solar de la familia Ostos.
En la parte superior de esa como casita, estaba un hueco rectangular, y era para que se pudieran leer los parlamentos, dar papeleos, pasar algún adorno o vestuario que se necesitara utilizar, guardar de inmediato, de los que estuvieran actuando, cantando o bailando.
Por lo regular, cuando se llego a utilizar el foro, las instrucciones, las daban ya sea frente a frente, o desde abajo, en los alrededores del foro.
En ese foro, se presentaron compañías itinerantes de títeres.
Cobraban a los alumnos, una suma módica, y las funciones eran los fines de semana, por las tardes. Acudían familias completas, y el patio lucia pletórico de público alegre.
Recuerdo, en las funciones, como se movían los títeres, ponían música de fondo; traían argumentos interesantes como el de una corrida de toros.
Con los toreros, que parecía que realmente toreaban, y se escuchaba el sonido del toro, que estaba bufando, y el clarín, y las dianas, esto reproducido en un tocadiscos, de los discos de pasta.
Sacaban infinidad de muñecos, damas encopetadas, y todo el público encantado.
Vinieron también ventrílocuos, con sus muñecos, que creo que invariablemente se llamaban Titino . O tenía un nombre muy similar.
Magos, que aparecían y desaparecían cartas, palomas, gasas de unas varitas; y los chavitos del pueblo, gritaban: ¡ahí lo tenía!, ¡de ahí lo saco!
Los magos con más tablas, desde que llegaban, pedían a alumnos que les ayudaran, para así
poder tener en vilo a todo el demás alumnado. Distraían a la muchachada al hacerlos enfocar su mirada en sus compañeros.
Hubo funciones de payasos, llegaban con sus maletotas, y en cualquier salón, se disfrazaban. Los niños, los seguían, y algunos, se ofrecían de ayudantes, ya sea para colaborar en su cambio de vestuario, o cuidar de sus maletas; ya sea para actuar junto al payaso durante la función.
El payaso, se ponía de acuerdo con los jovencitos, y al momento de su acto en público, pedía un ayudante, y ¡sorpresa!, escogía a esos voluntarios madrugadores como ayudantes.
miércoles, 17 de junio de 2009
Patios y foro de la escuela (a )
El corredor que empieza por la entrada principal, ancho, como de 3 metros, atravesaba la escuela, y la dividía en dos patios.
El corredor en su segundo pilar, tenía ubicada una campana, donde se tocaba la entrada y salida, a clase, y al recreo.
El patio de la derecha, se ocupaba con las canchas de básquetbol, ahí estaban ubicados los tableros, y en ese patio se hacían las asambleas.
Al final del protocolario, se hacia la rifa de unos juguetes, ya sea carritos, ya sea muñecas, o cuentos con estampas.
En ese patio, a un costado, existió otra pileta, también con su tapa de fierro, que al oxidarse, se cambio por unos tablones.
martes, 16 de junio de 2009
Libros,desayunos escolares (b)
Y en ese local, también se guardaban herramientas, y materiales educativos.
Como mapas de plástico y tela, pizarrones deteriorados, algunos mesabancos que necesitaran ser reparados, etc.
Ese salón, siempre estaba con llave.
Solo se abría, con permiso expreso del Sr. Director.
De ese lado de la escuela, estaba una barda, que empezaba como de 1.60 de alto, en su parte media, llegaba de altura como 80 cm. Y volvía a terminar como de 1.60 de altura.
Estaba determinada su altura, por los altibajos del terreno de la escuela.
Se reforzaba, con una mallacorla, que estaba situada en su parte superior, para evitar que los alumnos la brincaran tan fácilmente.
Y como quiera lo hacían, por donde se pudieran por abajo, la abrían como cortina; por arriba, la trepaban como arañas, o tenían paciencia y le hacían hoyos. De todo se valían.
Por fuera, estaba una banqueta ancha.
En algunos puntos de esa banqueta, se ponían muchos vendedores, de naranja con chile, de semillitas, raspas. etc.
Frente a esa banqueta, está una cuadra, de la cual recuerdo en su esquina, al hogar del matrimonio que vendía leche bronca, queso, crema, era una casa grande, muy bonita, fresca, con un corredorcito, que, nosotros clientes, recorríamos, hasta el fondo, para ser atendidos.
El matrimonio estaba formado por don Eulogio Terán, y doña Teresa.
Don Eulogio, estuvo enfermo, y en su patio, se pusieron unas barras, donde dia a dia, hacia sus ejercicios, y logró, con el favor de Dios, volver a caminar.
Siguiendo por esa calle, la Amado Nervo, en la esquina de la cuadra, que está a un costado de la escuela, vivían Don Ángel García Gutiérrez, que fue presidente municipal de Pueblo Viejo, y su esposa doña Gloria, así como la hermana de don Ángel, doña Elda.
Don Ángel, durante un tiempo, tuvo un puesto en la oficina de telégrafos del pueblo, que se ubicaba, frente a la tienda de don Luís Wong.
Consistía la oficina de telégrafos, en una construcción de madera, sentada ésta sobre una plancha alta de concreto, a la cual tenias que llegar, subiendo por varios escalones de concreto.
lunes, 15 de junio de 2009
Libros,desayunos escolares (a)
Yo contare a continuación lo que me consta de esa escuela.
La construcción de la escuela, simula en el plano una I latina, con la parte posterior más pequeña.
Al frente están los corredores, y las escaleras, amplias de acceso.
En la parte central, el enorme zaguán, a los lados de el, existían 2 cubículos vacíos, donde se colocaban, las cajas que contenían los libros de texto gratuitos, y que en vacaciones, traía un trailer; preparando todo para el comienzo del año escolar.
Venían maestros de las escuelas adscritos a la zona escolar # 1, por los libros que requería cada escuela; los pedían presentando un oficio firmado y sellado.
Las cajas de libros, de cartón grueso, para evitar maltratarlos, estaban amacizadas con unos “cinchos”, que de primero fueron de fierro, que algunos pobladores aprovechaban, para cortarlos en trozos, afilarlos y con una cacha rustica, hacer “navajas” o cuchillitos.
Después de años, los “cinchos” se hicieron de plástico.
Mas adelante de esos cubículos, que no tenían puerta, estaban las 2 direcciones.
La de la mañana a mano izquierda, y la de la tarde y secundaria nocturna a mano derecha.
El director, nos recomendaba, cuando entren por la mañana, a alguna dirección, como contenían infinidad de objetos, y libros, y poco ventiladas; esperen un poco a que entre aire limpio, salga el olor a encerrado, y ya después entren.
Si no lo hacen así, pueden enfermar de la garganta, o hasta de los pulmones.
Al centro, seguía el largo corredor, todo techado.
A los lados de cada dirección, se alineaban 3 salones.
Siempre, se prefería, que fueran primeros y segundos grados, los ubicados ahí.
Los 2 primeros salones, se ocupaban, para grupos de primaria.
El tercer salón, partiendo de la dirección, hacia la izquierda se utilizaba para local del kinder de la SEP.
Por fuera, siguiendo la misma dirección, había una porción de terreno, como de 6 por 8 metros, que tenía otro zaguán, pero más pequeño; y en ese patiecito, había una pileta, que se llenaba con agua de lluvia, y que se encontraba tapada, por una pesada lamina.
Posteriormente se clausuro la pileta y se sello todo con un como pisito de cemento.
De ese lado, colinda la escuela con el terreno del Dr. Cantu Ochoa.
Del lado izquierdo de la inspección de la tarde, había otros 3 salones.
Los primeros 2 se ocupaban igual, en primeros, segundos o tercer grados. El salón del final, mucho más grande que los 2 primeros de ese lado, sirvió de cocina y comedor, cuando hubo desayunos escolares.
Daban un pan francés, embarrado como torta, de frijoles bayos fritos con chorizo, y un vaso de atole.
La cooperación era de 20 centavos, de los que tenían por un lado la imagen de Josefa Ortiz De Domínguez, los de cobre.
Las mesas eran largas, había bancas.
Por fuera de ese salón, siguiendo la misma dirección, estaba también un patiecito, donde existía otro zaguán pequeño, que en las mañanas, se abría, para que pasaran los que traían costales de pan francés, y los ingredientes de los desayunos que traían en camionetas.
Posteriormente se acabaron los desayunos escolares.
Y se ocupo ese salón, como bodega de libros de texto.
Ya era tal cantidad de alumnado, de la “Expropiación Petrolera”, y las escuelas que pertenecían a ese sector, que sólo en un local grande cabían.
domingo, 14 de junio de 2009
El kinder "Federico Froebel" de Pueblo Viejo,Veracruz. (b)
Como en una obra, donde una niña, simulaba dormir sobre un petate; llegando en ese momento una compañerita, rebotando una pelota, grande, de vivos colores, y cantando la pequeñita.
El objetivo de estas actividades lúdicas, era que los niños, se desarrollaran mejor, física, social y psicológicamente.
Y en la conmemoración de fechas nacionales, se sacaba a los chiquitines a participar, al igual que los niños de primaria.
Y en esas calles polvosas, se demostraba de que estaba hecha la gente del pueblo.
De ver como sus hijos, niños de 5 a 6 años de edad, se desenvolvían frente a casi la mayoría de los habitantes del pueblo, que llenaban las aceras de las calles que estaban en el centro de la plaza, comprendían los adultos, que no importaba la situación económica o geográfica del pueblo, que aquí también soplaba el viento. Y aquí sale el sol también.
Y que de quererlo y esforzarse, algún día, podrían alcanzar, cada pueblovejence, la estrella, que desearan conquistar.
El kinder se ubicaba en un amplio salón de la escuela primaria “Expropiación Petrolera”.
Era el único salón que contaba con mosaico.
En los demás salones de la escuela primaria, de piso de cemento, que solo estaba pintado de rojo oxido.
El mobiliario de ese kinder, constaba de sillitas y mesitas, pintadas unas de color rosa, y otras de color azul pastel.
Apropiadas, en su tamaño, para niños de 5 y 6 años.
Estaba abierta su inscripción a todos los chiquitines del pueblo, pertenecía a la SEP.
Posteriormente, se construyo un edificio, para ese kinder. Ubicándolo, en terrenos que pertenecían a la escuela “Expropiación Petrolera”, de donde estaba un pozo, hasta el limite de la parte posterior de la primaria.
Quedo de frente a la calle Amado Nervo.
Se me olvidaba narrar, que antes de estar ubicada la presidencia y la capillita en los actuales terrenos de la primaria, cuentan, y no me consta, que fue un cementerio.
Que cuando construían la primaria, varias osamentas encontraron.
Tal vez, por eso digan, que en esa escuela espantan por las noches.
sábado, 13 de junio de 2009
El kinder "Federico Froebel" de Pueblo Viejo,Veracruz.
El cuartel del pueblo, se ubicaba por el camino anterior al cementerio, el pegado a la laguna.
Por donde estaba la casa de la maestra Josefita Viscarra, y de su esposo Don Jesús Arreola.
La maestra Josefita, estudio piano en Tampico, y daba educación artística a los chiquitines del Kinder del pueblo.
Se llamaba “Federico Froebel”, pertenecía a la Dirección General de Educación Pre- escolar, de la segunda zona de Veracruz.
La inspectora era la profesora Gloria Noemí Palma.
La directora, la profesora Rosa Maria Mirus L.
En un principio de su funcionamiento como kinder, trabajaron en él, las maestras Hilda Yado, la Negrita Biraghi, que fungía como enfermera, pediatra, educadora de corazón, un gran corazón, donde todos los niños del pueblo cabíamos.
La pianista Delia, que estuvo antes que la maestra Josefita Viscarra.
La maestra Josefita Viscarra nos alegraba las mañanas, con tonadas tocadas al piano, como la de la canción…
La raspa la baile,
Con un viejo botijón,
Y en medio del salón,
Se le cayó el pantalón.
Tiririrín, tiririrán.
A los niños nos ponían a bailar en círculos, en parejas, intercalándose entre si.
Nos hacian mover con gracia nuestros cuerpecitos.
viernes, 12 de junio de 2009
La Virgen de la Purísima Concepción de Pueblo Viejo,Veracruz.
Cuando el ciclón, del 55, se cayó la capillita, por completo, y la representación de la virgen, que tiene una estatura un poco mayor a la de un ser humano, se quedó en medio de todo aquel destrozo, intacta.
Sin una raspadura. Entonces, la Virgen fue llevada a una casa particular, para componer la capillita.
Estuvo en resguardo, en la casa de la familia Olvera Alejandre.
Y los pobladores de Pueblo Viejo, se reunían en esa casa a rezar.
Yo considero, que tomando en cuenta la Virgen, con cuanto amor fue hospedada en esa familia; ella les tiene apartado un lugarcito en el cielo.
Bendiciones, generación tras generación, les traerá su buen corazón.
Y fue cuando una señora de Tampico, habiendo ofrecido una manda, por un milagro que necesitaba, y le fue concedido, su nombre era Doña Celina Ruiz, compro un terreno, donde esta ahora la iglesia; y también de su pecunio, la construcción del templo, pagó.
La estatua de la Virgen de la Purísima Concepción, es de pura madera.
De una sola pieza, y cuentan, los que saben, que al verla por su interior, se nota como está hecha , con cortes de machetazo, burda por completo.
Cada determinado tiempo la retocan, y ella, pasa el tiempo, y sigue como siempre, muy hermosa.
Cuando la llevaron a retocar a Tampico, a darle una manita de pintura, porque la parroquia de Pueblo Viejo pertenecía entonces a la jurisdicción tampiqueña, no como ahora, que pertenece a Tuxpan, hablando en términos de religión católica.
¡Que cosa! ¡ya no la querían entregar!
Hubo comisiones de unos pobladores, y de otros.
¡Y vamos con el señor Obispo, esto no se va a quedar así!
Se logró que la Virgen regresara al pueblo, el mero día que se festeja, o sea el 8 de diciembre, día de la Purísima Concepción, y llegó estrenando casa, a la parroquia actual.
En ese entonces, que se logro que regresara la virgen al pueblo, estaba el sacerdote Cortes y Cortes.
jueves, 11 de junio de 2009
Escuela,Iglesia y Presidencia Municipal de Pueblo Viejo,Veracruz.
Ahora tratare de explicar como fue, que la escuela, la iglesia y la presidencia del pueblo, cambiaron sus ubicaciones.
La escuela primaria, se ubicaba antes en un local de madera, que estaba en donde hoy es la presidencia del pueblo.
Y no tenía el nombre actual.
Su nombre era “Leona Vicario”.
La profesora Graciana Dávila, conocida por todos como la maestra Chanita, fue su primer directora. Cuando el ciclón, uno que pego antes del 55, si no estoy en error, ha de ser el del 33, tumbo esa escuela, se tuvieron que ir maestras y alumnos a la escuela “Ignacio Zaragoza”, que se ubicaba en terrenos donde ahora esta el kinder, que se encuentra atrás de la escuela “Expropiación Petrolera”.
Solo mientras arreglaban la escuela “Leona Vicario”.
La presidencia municipal, se encontraba, donde hoy esta la escuela “Expropiación Petrolera”.
Y contaba con su cárcel.
Al lado de la presidencia, se ubicaba la capillita de la Purísima Concepción.
Tumbaron las dos construcciones, la de la presidencia municipal, y la de la capillita, para hacer la escuela “Expropiación Petrolera”.
Por ordenes del entonces general Lázaro Cárdenas del Rio.
Y por ese motivo, se le cambió el nombre, a la escuela primaria, de “Leona Vicario”, a “Expropiación Petrolera”.
Y la capillita se ubicó entonces, donde ahora es el mercado.
Era pequeñita, de madera.
I.- Al fondo de esta foto del cumpleaños del niño José Antonio Fregoso Olvera se aprecia,la escuela "Ignacio Zaragoza",que era de madera,y estaba construida en donde está el actual kinder "Federico Froebel"
Esta foto es cortesía de la familia Fregoso Rodriguez.
2.- Foto de la Capilla de material,antigua,que se ubicaba antes de la capillita madera,donde está ahora la escuela primaria "Expropiación Petrolera".
Esta foto es cortesía de doña Cholita Rodríguez Mellado.
3.- Foto de la escuela primaria "Expropiación Petrolera".De los años cuarentas.
4.- Foto de la boda de las señoritas Ninfa Morato Alejandre y María de Lourdes Olvera Alejandre.
Se aprecia la capillita de madera, cuando se ubicaba en los actuales terrenos del mercadito.
Foto cortesía de la familia Fregoso Rodriguez.
miércoles, 10 de junio de 2009
El Retiro de Lourdes,la Fuente y el cine ( b )
El café se llamaba, “El Gallito”, lo atendían unos chinitos.
¡Que rico café, aromático!
El local contaba con área de mesas y sillas.
Una barra amplia, con sillones giratorios.
A la derecha de esa barra, se veía a los panaderos trabajar.
El horno, donde metían las charolas, con el pan; quedaba a unos cuantos metros, de los que estábamos consumiendo en la barra.
Al final de tu desayuno, o almuerzo, te daban un vaso de vidrio con agua helada.
Tan helada, que el vaso sudaba frío.
Ya no existe ese negocio.
Pero, a veces yo lo sueño.
Me veo con mi abuelita Luz, ahí, tomando café, con bisquetes, a los que les escurre la mantequilla.
Por fuera de ese negocio, se ponían puestos de tacos de barbacoa.Preparados con tortilla normal, grandes, llenadores
martes, 9 de junio de 2009
El Retiro de Lourdes,la Fuente y el Cine (a)
Puedes visitar el retiro de Lourdes, que está ubicado en los terrenos, que eran de un señor que se llamaba Don Enrique Ursulo Fernández, el fué Presidente Municipal de Pueblo Viejo.
En esos terrenos, hay unas singulares construcciones, como capillitas, forradas éstas con conchitas del mar.
Algo digno de verse.
Colinda ese terreno, con la propiedad de la familia de don Manuel de Dios y Silva.
A unas cuadras de ese lugar, existe “La Fuente”, hacia lo alto.
Y en su parte superior, estaba un gran restaurante.
Se llamaba “El Mirador”.
De niña, nos llevaban los maestros ahí de excursión.
Es abundante su vegetación.
Había resbaladillas, columpios, sube y baja; lo mas hermoso de ahí, es su vista del pueblo.
Una amplia panorámica, como de postal.
No pueden perder el visitarlo.
Volviendo al centro del pueblo, a la plaza.
Veras en un lado la presidencia, y en otro la escuela primaria “Expropiación Petrolera”, y haciendo escuadra, la calle donde esta la iglesia.
Pues todos esos sitios emblemáticos de cualquier ciudad, o pueblito, han sido reubicados de su sitio original, luego les digo como, cuando y porqué.
Dije sitios emblemáticos, porque ese tipo de ubicación, siempre al centro de cualquier pueblo o ciudad, es herencia colonial.
Así ordenaban construir los españoles, poder político, religioso y económico al centro.
Es la historia palpable, que no está muerta, o que sólo se ve en los libros.
Vivimos, nos movemos, en coordenadas históricas, políticas, económicas, religiosas.
Nada es al azar.
Que nos hagamos pato, y comentemos, a mí, no me hablen de historia, ni de política o filosofía, es como el avestruz, que esconde la cabeza en la tierra.
En la calle contraria, a estas cuadras ocupadas por los poderes religioso, educativo y político, queda la calle, donde se ubicaba, al lado derecho, viendo desde la plaza, una tienda que era la de don Juan Puon y su esposa, doña Lupe, y sus hijos, Chenta, Porfiria, Juanito y Chuy, el negocio era de abarrotes y contaba con molino y tortillería.
Al lado izquierdo de esa calle, había un cine.
¿Debo decir cine?
Eran 4 paredes, un pisito corto de cemento, y el resto pura arena. Bancas rusticas de madera, que seguido se desbarataban, causando hilaridad en los espectadores de las películas.
Una gran manta, era donde se proyectaban las películas, y si hacia viento, las películas, se veían distorsionadas, y como bailando.
Los habitantes del pueblo, a ese cine, no lo tenían de su agrado.
Porque se iba seguido la luz ahí; las películas, o estaban rotas sus cintas, o quemadas en tramos.
Por lo regular, eran los miembros de la milicia, que en sus paradas por el pueblo, ignorantes de las condiciones del cine, caían ahí.
El dueño era un señor de Mata Redonda.
Contaba con un par de taquillas, donde se cobraba la entrada.
A los lados de esas taquillas, pegaban los cartelones, anunciando las próximas películas.
Pasaron las películas, “El bueno, el malo y el feo”
Así como la película “Tampico”, de Julio Alemán como actor principal.
Nunca supe los precios.
Como ese cine no tenia techo, bastaba con que me subiera al segundo piso de la escuela primaria “Expropiación Petrolera”, fijara mi vista en la pantalla y listo.
Ya no existe ese cine en el pueblo.
Ya no hay cine en el pueblo.
No se si eso es lo mejor, o fue un retroceso el no tener ese cine.
lunes, 8 de junio de 2009
Cascajo y vida ( b )
Ahí dejan las pangas, con sus remos, como diciendo, que allí, en los patios de sus casas, tienen su medio de vida, su trabajo.
Muy de madrugada, salen a pescar, luego entregan lo pescado a la cooperativa, apartando lo de su consumo diario.
Si lo desean, laboran un par de horas en el desconche del ostión, o en despicar camarón cocido, que es quitarle la cabeza, patas, cola y la cáscara al camarón.
Ya para las 11 de la mañana, a más tardar, se van a sus casas, a comer, a descansar.
Por las tardes, se dedican a tejer sus redes, con que atraparan los peces y jaibas.
Platicando, oyendo el radio, en sus patios, rodeados por sus numerosos hijos.
Ha de ser afrodisíaco el marisco.
En las puntas de las redes, para que estas estén pesadas, y caigan formando una como campana dentro del agua, y así atraparan a los peces, ponen unos como cacahuatitos o tamborcitos de plomo, o sea la “plomada”, que elaboraban derritiendo en un traste plomo, que vaciaban en la tierra, en una especie de moldecitos que hacían.
Y están listos, para otro día, ir a la laguna.
Esa laguna del pueblo, que es…….
Encanto, hermosura, pájaros cantores, paz, tranquilidad, aguas cristalinas; el verde con diferentes tonalidades de sus manglares.
Cuando vemos películas, que muestran lugares parecidos, le digo a mi familia, dejemos de perder el tiempo.
Y vámonos para la laguna de Pueblo Viejo.
Los habitantes del pueblo, personas sencillas, fiel espejo de la laguna, son pausados, sin prisa alguna.
Como si estuvieran dormidos, aun con sus ojos abiertos, y sus pláticas interminables.
Es como si hubieran descubierto que el tiempo les pertenece; que tienen tiempo para nacer, vivir y morir.
domingo, 7 de junio de 2009
Cascajo y vida (a )
Al regresar nuestros pasos, hacia la calle pavimentada, mas bien parece una avenida por lo ancha, deben seguir caminando por esa avenida, son unas 6 cuadras, y a mano izquierda, en una vueltita, darán con la cooperativa de pescadores; a los alrededores, por las callecitas, pequeñas, cortitas, como con recovecos, sentirás bajo tus pies, el cascajo.
Son bonitos esos caminitos, llenos de casitas, y mucha vegetación, árboles frondosos, que por más calor que haya, refrescan tu caminar.
El cascajo que reviste varias callecitas del pueblo, es el caparazón del ostión.
Macizo, tan macizo, que acaban de descubrir, en el extranjero, que revuelto el polvo del cascajo, con otros elementos, como el cemento, es lo más resistente que hay para construir casas y edificios.
Tu veras las conchas del ostión secas, sin vida.
Te equivocaste de pe a pa.
En la laguna de Pueblo Viejo, mas precisamente en su cooperativa, que gracias a Dios, están muy unidos los pescadores; en esas instalaciones, los cooperativistas, en unión de sus esposas e hijos, de esas conchas de ostión, sacan vida.
Perforan la concha seca, con un clavo, en un sitio estratégico.
Y forman collares de ostiones, que luego “siembran” en la laguna, colgados de unos postes; que estén bien sumergidos, y a la vez, que ha determinadas horas del día, cuando baja la marea, les de un poco de aire y sol.
De ahí renacerá el nuevo ostión.
Los cooperativistas, reciben una paga por cada collar que arman, parece que son 100 conchas de ostión por collar.
Y al reproducirse el ostión, también reciben paga, por “cosecharlo” y luego por abrir las valvas, y sacar el ostioncito, para vaciarlos a unos baños con agua, de donde, posteriormente serán comercializados.
Son pasos importantes:
Yo respeto a la naturaleza, la naturaleza me respeta a mí.
Yo amo a la naturaleza, la naturaleza me ama a mí.
Vive el ostión, vive el pescador.
El circulo completo.
También se pesca la jaiba, con las jaiberas, que son unos como aros pequeños, de fierro, con redes. Y no se diga la pesca del producto con escama.
De varias especies, tilapia, lebrancha, trucha, jurel, chocumite, etc.
sábado, 6 de junio de 2009
Del otro lado ( b)
En el “Villa Azul”, además del área de mesas y sillas, tenia una cocina enorme, con una gran ventana hacia la laguna, de donde se pescaba al momento lo que iban a consumir los clientes. Existía otro gran ventanal en esa cocina, hacia el interior del negocio, donde los clientes, asomábamos nuestras narices, para captar mejor los ricos aromas de lo que se estaba guisando, con el pretexto de hacer los pedidos. Veíamos, como los pescados, brincaban en las tinas donde los arrojaban de las redes, con sus branquias dilatándose, contrayendo sus cuerpos, y las escamas que los cubrían, cambiaban a infinidad de colores, como moraditas, azulitas, doraditas; por efecto de la luz del sol.
Las jaibas, en otros baños, peleando unas con otras, con las tenazas y chocando sus caparazones. De color cenizo; ya cocidas, agarran ese color rojito.
Los camarones, casi transparentitos, pero al cocerlos, ya de un color encendido, los disfrutábamos en coctel, lampreados, en caldo.
El camarón, la jaiba, el pescado, no se porque será, pero nunca da en cara, aunque lo comas seguido.
El pescador de la laguna de Pueblo Viejo, tendrá muchas carencias, pero no le falta “la de adentro”.
Puro marisquito, ¡Hay papá!
En ese restaurante, “El Villa Azul”, había una gran pileta, que contenía unas 5 tortugas de gran tamaño, de color oscuro, entre verdoso y terroso, eran una distracción adicional para los visitantes.
La bardita de esa pileta, me llegaba a la altura de mi pecho, y ustedes, Lety, Mely, Laura y Lalo, por ser más pequeños, por más que brincaran, no alcanzaban a mirar en su interior.
Entonces, me decían, a coro…. ¡ayúdame! Y los más chicos…. Cálgame, cálgame, ¡yo sigo! ¡Ya dulo mucho tiempo viendo ella!
Y a el, ya van 2 veces que lo calgas, no seas así, cálgame otla vez, me hubiera gustado ayudarles mas tiempo, a poder mirar a esas enormes tortugas, con sus movimientos parsimoniosos, ojos que parece que tuvieran un conocimiento de muchas vidas; pero me cansaba. Y los jalaba a mirar como pescaban al marisco, como descamaban a los pescados. Y de regreso a casa, cada uno me ayudaba con lo que podía; con bolsas de jaibas rellenas, otro con una envoltura conteniendo el róbalo frito.
Yo siempre cargaba los guisos caldudos, para que no se les fueran a tirar a ustedes, y los hubiera quemado.
Era feliz, cuando venían de visita.
Aunque fuera cada año, en Semana Santa.
Ustedes, me hicieron saber, en mi niñez lo que era tener hermanos; y aún en ésos escasos días, llegamos a pelearnos, y a contentarnos.
Yo los quiero mucho, y ustedes lo saben.
viernes, 5 de junio de 2009
Del Otro Lado (a)
Bueno, volvemos con mi explicación de la ruta al pueblo.
De la Isleta Pérez, en lado tamaulipeco, pasaste al lado veracruzano, ahora ya puedes presumir: pase al otro lado, y sin necesidad de pasaporte.
Hace años, no estaba tan bonito como ahora, el Paso del Humo; no había tantos puestos de mariscos, tan frescos y económicos.
Ni existían esas banquetas anchas, y cómodas de transitar.
Unos cuantos puestesitos había, y lo que más había era tierra y tierra.
Polvo y polvo.
Y si llovía, pues lodo y mas lodo.
Pocos carros del sitio de transporte.
Cuando llegaba un carro, caíamos como enjambre de abejas a el.
¡Que desesperante!
Ahora, hay mas transporte, aun no cuentan con microbús.
Pero son abundantes los vehículos, tanto para ir al pueblo, como los que van a Tampico Alto, y a otros lugares veracruzanos.
Como debe ser.
“Así, si baila mi hija con el señor”.
Te subes al carro, y en el recorrido al pueblo, vez muchas colonias de nueva formación; digo nueva, de unos 30 o 40 años.
Porque si hacemos memoria, esos eran puros matorrales, con una sola construcción, que se divisaba antes de llegar al monumento, era la casa de don Vicente Pachuca.
Hasta que el carro llegaba, a donde esta ahora el monumento a Cuauhtemoc, era ahí, donde ya se veía “civilización”.
Si hubieras entrado al pueblo, de noche, ese trayecto del Humo al monumento, hubiera sido de oscuridad total.
Ya de ahí, al centro del pueblo, era pan comido.
A la vueltecita del monumento, entrando por la curvita al pueblo, existía una tiendita, famosa, llamada La Pasadita, cuya dueña era doña Margarita, ella aun vive, en la misma propiedad.
De ese punto, encontrabas casas, y más casas.
Llegas a las placita.
Esa placita, en un tiempo, solo tenía el kiosco y sus “poyos”, que son esas grandes bancas de cemento, donde tu y yo jugábamos a escalar montañas, nos subíamos por un lado de la banca, y nos deslizábamos por la curvatura del respaldo hacia el otro lado.
Y así, nos pasábamos de un lado a otro, por ser los dos lados de las bancas iguales, no tienen revés y un derecho, para sentarse.
Posteriormente, se colocaron las bancas de fierro, con tablitas.
Existían unos árboles enormes, como pinos, y en invierno, recogíamos sus “piñitas”, las pegábamos en coronas navideñas, y pintábamos estas de dorado o plateado.
También existían árboles framboyanes, y los orejones, que contaban estos con flores aromáticas, infinidad de flores cremitas, frescas, eran tantas, que tapizaban el suelo de la plaza en varias porciones, y al marchitarse las flores, te podías resbalar, con esa alfombra, sobre todo si eras criatura, y jugaras, por toda la plaza, correteando a compañeritas de juego.
Al kiosco, actualmente se le han hecho mejoras.
En la primer esquina de la plaza, que uno ve al entrar al centro del pueblo, esta la refresquería “ Bacha Jr”, hace mucho tiempo, era un negocio de taquitos, de varios tipos, como los “pachucos” ; era atendido por su dueña, la señora Maria Jasso, ayudada por sus hijos e hijas. Y en contra esquina a esta, veras un edificio, con forma de pirámide, fue un super, en tiempos de la Quina, varios jóvenes del pueblo, contaban con un buen trabajo; al voltear esa esquina, a mano derecha, camina una cuadra corta, como si retrocedieras el camino de entrada al pueblo.
Cruzando la calle, encontraras una farmacia.
Y dirigiendo tus pasos, hacia la laguna, a media cuadra de esa farmacia, existía una casa enorme, donde se compraba leche bronca.
El dueño de esa casa, tenia un rancho muy grande, por un lugar llamado “La Retama”, para ir a ese lugar, tenían que irse en lancha por el rio.
La leche bronca, que comprábamos en el pueblo, la hervíamos, y le salía una natota gruesa, que luego nuestra abuelita, nos preparaba ennatadas, ¿te acuerdas?
Al llegar a esa esquina, encontraras una calle pavimentada, si continuas hacia la laguna, hay una cancha.
La única casa, que para mi, la considero como la de mas antigüedad del pueblo, es la que está frente a la plaza ,una casa que tiene mas de 100 años de haberse construido, la de doña Soledad Rodríguez Mellado, conocida cariñosamente por todos los pueblovejences, como doña Cholita. En esa misma acera está la cantina “La Central”, de Don Pantaleón Viscarra.
jueves, 4 de junio de 2009
Capsulas
y sus entradas fueron muy amplias.
Aquí, lo vaciaré dosificado,resumido en ocasiones,
para que sea más sencillo de leer.
PUEBLO VIEJO
Un día me pidió mi hermana Mely que le describiera como era el pueblito en nuestra niñez, y de ser posible, mucho mas atrás, cuando no era viejo, y las comunidades cercanas, también empezaban a dar sus primeros pasos.
Mi siempre dulce y tierna hermana Mely.
Narraré, para ti, y para quien lo desee saber, que su comienzo fue sencillo, como pueblo.
El pueblo.
Unas personas de edad avanzada, sin fundamentos históricos, solo como narración oral, me refieren que sus primeros pobladores llegaron, unos de tierras de lo que hoy conocemos como Tampico, Tamaulipas, (que es el quinto Tampico fundado); para librar las constantes inundaciones de sus márgenes.
Otros de los alrededores de lo que hoy es el pueblo, y que eran habitantes del primer Tampico.
Pero continuo narrando, como les fue, a los primeros pobladores del pueblo, pues se llevaron la sorpresa, de que también aquí sus márgenes se inundaban, y de igual manera, que en otros lugares costeros del país, recibían la visita de piratas. Cuando eso ocurría, algunos pobladores se escondían, en un túnel, que existía, por rumbo al cementerio del pueblo.
Entonces una porción, decidió emigrar a lo que hoy es Tampico Alto. Por eso le pusieron así, en recuerdo al Tampico que habían abandonado.
Y a nuestro pueblo, que le recetan el “viejo”.
Los pobladores actuales, tienen entonces, en conclusión mía, muy particular, y puede ser objeto de discrepancia, raíces huastecas, y a la vez, de europeos, ya fueran estos los conquistadores, o los que posteriormente, llegaron a comerciar, y porque negarlo, también algunos piratas, que se enamoraron de este rincón de Veracruz, porque cuenta con laguna, río, playa y se quedaron, para siempre, a formar parte de todos nuestros antepasados, que trabajaron, arduamente, para no dejar morir a un pueblo, que fué de los alrededores, el primero en existir, aun antes que Tampico Alto, el puerto de Tampico, ciudad Madero y que Altamira.
Así, nuestro pueblo, convertido en Pueblo Viejo, siguió su paso por la historia.
Luego, se convirtió en Villa Cuauhtemoc, para terminar en Ciudad Cuauhtemoc.
Para reforzar ese nombre, colocaron una estatua, por la entrada al pueblo, cuadras antes a la pasadita. La estatua representa a Cuauhtemoc.
Y seguimos llamando Pueblo Viejo, a este pueblito. Por los siglos de los siglos, pinta que se llamara así.
Y no es de modo despreciativo, es como que le agarramos cariño a este nombre.
Lo sentimos con sabor a nuestro, a nuestro pueblo, a nuestro querido Pueblo Viejo.
Si no observen, en el directorio telefónico, como abajito del nombre de ciudad Cuauhtemoc, entre paréntesis, se lee Pueblo Viejo.
Y es que más de alguno, buscara los números telefónicos de Pueblo Viejo, no los de ciudad Cuauhtemoc.
Y este es nuestro pueblo, luchando cada día por seguir existiendo, a pesar de todo, de carencias, de olvidos, de lejanías, de abandonos.
Este pueblito no se ha podido integrar cabalmente al desarrollo de la zona conurbada. Tendrá cada día mejores calles, y mas servicios, pero un pleno incorporarse a las ciudades de Tampico, Madero y Altamira, no puede hacerlo. El Río Panuco se lo impide.
A pesar del puente Tampico, y de sus lanchas mas modernas. Pero vamos por partes, dijo el carnicero.
En el Paso del Humo, las lanchas eran de madera, no como ahora que son de fibra de vidrio. No estaban techados los botes, solo las lanchas, que eran más grandes.
Pero en uno u otro, podrías fácil, recibir un golpe de ola. Era emocionante cuando un barco de gran calado llegaba al puerto.
Levantaba grandes olas, que los botecitos, tenían que sortear. No, manita.
No sabes lo que se sentía al brincar el bote esas olas tan grandes, que se formaban al paso de esos barcos, con banderas de uno u otro país. Se te iba el corazón a la boca.
No hay un vehiculo, que en una carretera, por mas puentes que suba y baje, y la velocidad que lleve, que te haga sentir, lo que el cuerpo disfruta, al subir la cresta de las olas, y al bajar por ellas. Por más que el lanchero trate de agarrarla por un costado, igual que los carros pasan por los topes, que se quedan cortos al tamaño de las olas, que los botes tenían que sobrepasar.
Y no hay temor al pasar el río. En 40 años, solo de tres accidentes he tenido conocimiento.
En uno, un joven de unos 25 años, güero, de cabello ensortijado, como los ángeles que dibujan en las iglesias; casado, y padre de una bebita.
Un día, al paso de un barco, se volcó el bote donde el iba. Ya se habían subido la mayoría de los que habían naufragado, cuando de las aguas del río, emerge un niño, manoteando y pidiendo ayuda.
El joven, haciendo honor al apellido de su padre, toda un alma de Dios, se apresto a ayudar a aquel pequeño, y sin temor se aventó al agua. No logro salvarlo, a pesar de su valor.
Perdieron su vida, los dos la perdieron. En ese bote, una joven quedo tan impactada de los acontecimientos sucedidos frente a sus ojos, que se paro en medio del bote, y gritaba, y gritaba, y el lanchero, le decía, contrólese, señorita, debemos llegar con bien a la otra orilla, siéntese por favor. Y todos los que iban en ese transporte fluvial, calmaron como pudieron a la señorita, y al tocar tierra firme, entonces si, no la podían callar.
Gritaba y gritaba, como si con sus lamentos, los pudiera resucitar.
Si somos del mismo pueblo, por lo regular los que cruzamos en esas lanchas, como no nos va a poder, era como si a unos seres muy queridos, los que la fatalidad, acabara de arrebatar
Hoy, el padre, la madre, y ese hijo joven, que dio la vida por un semejante, han de gozar del privilegio de estar, donde ya todo es felicidad eterna.
Una gran familia, no por numerosa; sino por su Don de gentes.
Otro accidente, del que tengo memoria, fue el de un jovencito, que esperaba cruzar el río por medio del chalán, a bordo de su lujoso carro; en aquellos tiempos, con clima y que llevaba las ventanillas cerradas. Se durmió al volante, y su carro empezó a rodar lentamente hacia la orilla.
El era el primero de una larga fila de vehículos, que de Tamaulipas, cruzarían al lado veracruzano. De nada valió que le gritaran, le golpearan la carrocería para advertirle.
También traía prendido el radio de su carro; cuando lograron que medio se despabilara, fue peor. Piso el acelerador y paso sobre la frágil cadena, que marcaba el límite de distancia precautoria que debían guardar los vehículos, de la orilla. Fue como si un gran ataúd, cayera al rio.
Poco después de la inauguración de la tienda Bodegón Del Centro, dos empleadas de esa tienda, que muy amigas eran, jovencitas las dos, y en una ocasión que cruzaban el río Panuco, al paso de un transporte fluvial, se levantaron unas olas grandes, y una de ellas, se ahogo. En 40 años, solo he sabido de estos tres accidentes al cruzar de un lado a otro, por el rio Panuco.