viernes, 31 de agosto de 2012

Recuerdos

Tengo miedo de olvidarme de todo. Mi memoria nunca se destacó por ser la mejor, pero nunca había flaqueado tanto como en los últimos 4 años. Diría que el punto de inflexión fue terminar la universidad. ¿Cómo pude haber pasado de tener una memoria perfecta capaz de recordar todo lo estudiado la noche anterior en un examen ( Wow, es verdad! Yo solía tener una memoria increíble y hasta me había olvidado de eso! WTF!? Siempre me destaqué por esa capacidad de retención de lo leído una sola vez, y no solo retenía el contenido para el examen sino que en el largo plazo seguía contando con ese conocimiento!) a no recordar ni siquiera la trama de los libros que leí o de las últimas películas que vi?

Me da mucho miedo terminar olvidándome de todo. De mis abuelos, de mi infancia, de mi familia cuando mis padres seguían juntos, de todo lo vivido en veintitantos años con mi mejor amiga (que recientemente se fue a vivir al exterior), de cómo me enamoré de Caro, de las historias que me cuenta una y otra vez mi abuela paterna, de la personalidad de mi abuelo materno que ya falleció, de mis años jugando hockey.

Tanto miedo, que varias veces me planteé comprar una videograbadora para grabarlo todo. Para sentarme frente a la cámara y contarme las cosas cuando ya lo haya olvidado todo. De hecho, ya empecé a grabar a mi abuela (la de las anécdotas) ya que en el último año su memoria empezó a fallar, y termino siendo yo la que tiene que recordarle el nombre de Carly Shchumann, el joven alemán de 14 años con quien entabló una relación casi maternal cuando entró a trabajar en esa firma alemana cuyo nombre no me sale en este momento, hace tantas décadas. Su memoria falla; mi memoria falla. Entonces empecé a filmarla, a darle letra para que me cuente de nuevo, mientras mi teléfono la registra en video. Le pido que me cuente de Carly, de cómo la contrataron en la firma alemana, de cómo siempre la invitaron a visitar Alemania y ella siempre dijo que no porque le tenía miedo al avión (en este momento trato de recordar cuánto más puedo para poner a prueba mi memoria - disculpen si los aburro con mi abuela). Yo la filmo.

En una decisión que involucró mucha más frialdad de la que creí tener en mi, empecé por filmarla a ella porque sé que el oscurecimiento de sus recuerdos - una seña de senilidad- es simplemente un indicador del destino que nos aguarda a todos (y a ella con mayor prontitud, con probabilidad alta). Ojalá que nunca me olvide de cuando me enseño a pintar con acuarelas en su departamento de Ciudad de la Paz y de las noches que me quedé a dormir en su cama gigante; ojalá que nunca me olvide de lo mucho que ella disfrutaba cepillar mi pelo y lo mucho que yo lo odiaba. Ojalá nadie olvide su amor y respeto por los animales y las plantas. Sus infinitas anécdotas de sus perros; su paciencia para sacarle los hongos al muérdago con un algodoncito. Ojalá siempre recuerde cuando me llevaba a la plaza a ver pasar el tren, accediendo a ver "solo uno más", sentada en las barandas tubulares rayadas en rojo y blanco por donde deben cruzar las vías los peatones. Ojalá fuera posible compilar toda su dulzura y ternura en mi cabeza. Pero mi cabeza me está fallando.

Es algo que me preocupa de verdad. Algo que influye en mi proceso de toma de decisiones. Por ejemplo: Volver a escribir en este blog, o filmar a mi abuela. O querer rendir el examen GMAT ya (ese examen tan necesario para ser admitido en los posgrados de negocios) por miedo a que en un par de años mi memoria sea tan mala que no pueda obtener una buena calificación. En un punto anotaba todo lo que debía recordar en el día, en mi mano. Me había olvidado de esa costumbre.

Creo que estoy durmiendo muy mal. ¿Será que eso influye demasiado en mi capacidad de recordar? Deberé empezar a ejercitar la memoria como un músculo más. ¿30 minutos de ejercicio por día serán suficientes? ¿Y por qué nunca escribí en el blog sobre mis problemas para dormir? ¿O sobre la partida de mi mejor amiga? Hay tantos posts que quise escribir, pero nunca me acordé de regresar a la computadora y tipearlos...

miércoles, 30 de noviembre de 2011

New look

Hola, Blog,

No van más el fondo blanco ni los títulos naranjas. Tampoco va más el font Arial. Te cambié el look, por si no lo notaste, porque ha comenzado una nueva etapa. No hablo de una nueva etapa en mi vida, sino que hablo de la era de la web 3.0.

Sí, chiquito, tu look inspirado en twitter te queda canchero.

pd. Ojalá hubiera hecho un album de printscreens de cuando cumpliste un año y se te cayó un dientito. Snif.

martes, 29 de noviembre de 2011

Envidia

Queridos estudiantes de arquitectura:

Si supieran cuanto los envidio, cada vez que paso por la ventana del estudio donde construyen sus espectaculares maquetas, mientras pienso que me equivoqué de carrera; que mi vocación era esa. 

Apenas los veo, pienso: todavía estoy a tiempo. 25 años no es tarde para arrancar una carrera.

Pero sé muy bien que nunca lo voy a hacer. Aún si tuviera la certeza de que mi felicidad está ahí, con ustedes diseñando edificaciones, no me animaría a empezar de cero. No por no querer admitir que me equivoqué al elegir economía, sino porque para mí es un orgullo haber terminado la carrera a los 22, y tener un máster a los 25, y cambiar de carrera es arrancar de cero. Perder toda esa ventaja que me gané. Ventaja en algo que no se si quiero hacer para siempre.

Me siento tan idiota.

No puedo evitar que me duela la panza cada vez que los veo felizmente haciendo sus maquetas, y me siento como en una película navideña donde el niño pobre (usualmente llamado Timmy) limpia con su aliento y el puño un cristal y mira a través de la ventana de la juguetería a los otros niños eligiendo sus regalos, sabiendo que no va a tener eso que lo haría tan feliz.

Ahí está, mi juguetería. Arrastro los piés a la clase de Administración de Portafolios mientras los 
veo con los dedos llenos de pegamento, haciendo paredes de madera balsa.

Tal vez estoy idealizando la carrera. Seguramente hice eso con economía alguna vez. Pero a economía la idealicé distinto. Éxito económico, inteligencia, matemáticas, análisis, respeto, admiración por mi capacidad de resolver ecuaciones. Con esos valores idealicé economía. A arquitectura la pienso como diversión, manualidades, estética, creación, admiración por lo bello, orgullo. Creo que eso lo dice todo. Podría vivir de hacer manualidades y de dibujar; algo que una pantalla de Bloomberg con cotizaciones del S&P500 nunca me va a dar.

Depresión.

Ahora que estoy desempleada y tengo tiempo para reflexionar, busco trabajo y me doy cuenta de que la persona que hace tres años quería vivir para trabajar, tener un gran sueldo, ir a hacer un doctorado afuera, tener prestigio y un puesto de gran jerarquía en una prometedora empresa top mundial, desapareció. Estudié economía, empecé el máster, y encaminé todo en esa dirección, para ahora descubrir que ya no soy yo, y que ya no quiero eso. Peor aún, ya no sé qué quiero.

Cada tanto Nardo me dice: "Y pensar que vos siempre hablabas de que querías vivir para trabajar mil horas por día en una gran empresa. Te achanchaste." Ahora nada me da más miedo en el mundo que pensar que estoy caminando hacia una vida de vivir para trabajar, exclusivamente. ¿Me achanché, o me detuve un segundo a pensar en serio, en vez de dejar que el flow de mi carrera me arrastre a una vida sin vida?

Renuncié en agosto y tuve once entrevistas de trabajo. Cuatro en consultoras de estrategia top, dos en consultoras de management medianas (una basada en San Pablo! Consideré ir a vivir allá sin pensarlo demasiado! ¿Estoy loca?), dos en bancos de inversión (uno local y uno norteamericano), una en un fondo de private equity que invierte en maquinaria agrícola (???), una en un banco, una en una empresa de consumo masivo. En las primeras ocho entrevistas que nombré, una de las primeras cosas que me advirtieron fue: 
'Acá se trabaja -mínimo- hasta las 9 pm, y cada tanto hay que trabajar el fin de semana. Igual, no son tantos los días que nos quedamos después de las 12 am'. 
Si, no hay problema con eso, contesto siempre. Y después me voy en el bondi pensando cómo sería una vida así, y no puedo ni imaginarlo.

¿O sea que nunca voy a tener tiempo de ir al médico? ¿De ir al gimnasio o a jugar al fútbol con mis amigas, que desde que empecé el máster me esperan a que lo termine de una vez para volver a encontrarnos en la cancha? ¿Entonces me olvido de volver a tener una cena familiar en día de semana-- ni siquiera en los cumpleaños? ¿Significa que nunca más voy a poder pisar un negocio no-gastronómico ni de shopping en un día hábil? ¿Me olvido de hacer un curso de lo que sea, de aprender un nuevo idioma, de seguir estudiando? ¿QUIÉN PUEDE VIVIR ASÍ? ¿ACASO ESO ES VIVIR?

No entiendo. No me entra en la cabeza. 50% de V. tiene grabado en la cabeza que entrar a una de esas firmas es sinónimo de éxito. 50% de V. no entiende, no puede concebir cómo eso puede ser sostenible o llevar a la felicidad. (Sé que no es sostenible, sé que es una industria en la que nadie dura más de 5 años.) Sin duda ese camino va a llevar a tener más prestigio, empleos que paguen más y que demanden más, mayores responsabilidades, desafíos más divertidos, y un currículum envidiable pero... nada de eso es sinónimo de felicidad, y, peor aún, nada de eso conduce ni siquiera indirectamente a ser feliz.

¿Qué sueldo debería demandar a mi empleador por llevarse mi tiempo y mi esfuerzo y quemarme la cabeza los próximos 5 años? ¿¿Acaso existe una cifra por la que, dentro de cinco años, pueda mirar hacia atrás y pensar "perdí la mitad de mis 20s, pero valió la pena"??



La onceaba entrevista--- es un tema totalmente distinto. Merecedor de otro post. 

viernes, 25 de noviembre de 2011

Volví. Volvió.

¿Y por qué volví a escribir hoy en este blog, luego de estar desaparecida tantos meses? Sólo para contar una de esas anécdotas que caracterizó mi relación con Caro por tanto tiempo. Porque hoy, en el almuerzo, Caro (mi novia) deslizó un "Ah, V, me siento en la obligación de decirte que hoy Laura me mandó una foto. Pero fue sin querer".

¿¿LAURA TU FUCKING EX?? ¿Esa prostituta de mala muerte te mandó una foto? Mmm-- ¡Momento! -piensa, cerebro, piensa - Te sentís en la obligación de contármelo... entonces... ENTONCES TE MANDÓ UNA FOTO EN BOLAS!!!

"Sí, jaja, pero no era para mí, " se ríe boludamente Caro.

¡¡¿Cómo que desnuda?!! ¡¡¿Y qué carajo es eso de sin querer?!! ¡¿Sin querer?! Decime, ¡¡¿¿¿vos cuando te sacás una foto sin ropa, no chequeás 2, 3, 4 veces que el destinatario sea el correcto, antes de enviarla???!! Solo una prostituta boluda no mira bien el destinatario, ¡¡y tu ex rankea en el top ten de las prostitutas pero no es nada boluda!!

Caro ríe porque pongo cara de loca y agito los brazos. Yo sé que no tengo nada de qué preocuparme pero a veces me divierten estas escenas.

"Mandame la foto que la voy a imprimir. El sábado, en el boliche, la voy a llevar. Y cuando me la cruce a Laura, voy a achinar los ojos e inflar el pecho, y mientras señalo la foto impresa le voy a demandar: Decime qué carajo es esto," Amenazo de forma poco creíble.

Caro ríe boludamente. Me muestra la foto (Laura se parte sola. Baba. Bronca. Baba. Bronca. Baba. Basta, cerebro!) y la borra antes de que le pida en serio que me mande la foto.

Termina el show, ella se sigue riendo porque sabe que ya ni me importa; yo hago fuerza para mantener la cara seria y que me tome en serio, pero es en vano. Nos despedimos como si nada. Ella va a su trabajo y yo "a estudiar un poco".

Semi-Standstill


Sigo acá. Tres meses después de haber renunciado a mi último trabajo. Desempleada. En teoría la situación debería deprimirme, pero no; estoy bien. Estoy tranquila, descansada, relajada, disfrutando del máster y de nada más.

He logrado romper con el mito de que si no hago deporte/actividad física, si no escribo en el blog con la frecuencia que alguna vez escribí, si no sigo practicando batería, si no voy a los médicos y dentistas a los que debería haber ido ya hace un buen rato; no es por falta de tiempo. Es simplemente porque no quiero. Porque estar echada está bueno. Al margen, mejor que empiece con todas esas cosas pronto, o me voy a arrepentir cuando me halle reinsertada en el mercado laboral.

Mi to do list es extensa y no avanzo con nada. Es tan cierto eso de que, cuando uno tiene un tiempo destinado a hacer una determinada cosa, ocupa ese tiempo (mínimamente) en hacer esa cosa aún cuando podría hacerlo en mucho menos tiempo. Es así como digo "hoy estudio Evaluación de Riesgos" y me pongo tan vaga como la definición de la actividad del día. Tal vez leo la bibliografía de la materia un rato, y luego... ehm no sé muy bien en qué se me va el tiempo. Capaz que en una de mis tantas iniciativas (no concluídas) de acomodar mis cosas. Mi placard, mis cajones, mi biblioteca, mi escritorio... todos requieren de una reorganización que hace años no llega  por "falta de tiempo". Una ayuda visual:

(Quiero destacar que una parte de esos apuntes -tal vez el 5%- está ahí porque son materias que rendí hace poco y todavía no me dieron la nota. Por cábala no puedo archivarlos hasta haberme sacado de encima la materia, evento que se materializa con el conocimiento de mi nota.)

En cuanto a notas, andamos muy bien. El máster resultó más fácil de lo que esperaba, y estoy clavando varias A. No pensé que me fuera a importar el promedio, hasta que mi primera nota fue una A y de ahí en más la ambición pasó de querer"aprobar" a "que no baje el promedio". Igualmente no estoy estudiando nada así que, más que una ambición, es un cruzar los dedos y pedirle a la vida que el resto de mis compañeros no me tire la curva para arriba... Oh, mediocrity.

Me parece que, en parte, mi no-depresión por el desempleo se debe al buen desempeño en clase. La estaba pasando mal cuando trabajaba, y no disfrutaba ni un poco de las clases. Ahora que mi vida entera gira alrededor de esta maestría part-time, puedo escuchar las clases sin quedarme dormida, y empiezo a sentir el gustito por distintos temas financieros.

Tesis de la Licenciatura: pendiente! Sí! Me olvidé de decirlo (en realidad, me avergoncé y lo oculté). No entregué mi tesis de licenciatura todavía, aún cuando terminé de cursar en 2008. Así que, si no quiero echar el máster a la basura, mejor que me ponga a escribir. Posiblemente no lo mencioné en ningún post anterior porque es un tema difícil para mí. Estoy decepcionada de mi misma. Todo lo que escribí en los párrafos anteriores (sobre los pendientes que en realidad no hago por vagancia, más que por falta de tiempo), se aplica con especial énfasis a mi tesis inconclusa. Podría estar escribiéndola ahora mismo, pero no, nunca la estoy escribiendo. Tres años después de terminar la carrera, ya me resulta imposible sentarme a pensar en este trabajo final. De algún modo, cuando termine con los finales de la maestría, tengo que escribir esta tesis. MUERTE.

viernes, 12 de agosto de 2011

Maxi Crisis

Querido blog,

Te acordás de cuando, hace unos meses, te dejé un lindo post hablando de una mini crisis, un mes y medio después de haber entrado a mi trabajo actual?

Bueno. El lunes renuncio. Ya no me importa nada. Hace 10 meses que de lunes a viernes de 9 am a 18 pm la paso MAL. Esto ya es nocivo. Me gustaría haber conseguido otro trabajo antes de renunciar a este, pero no se dio. Confío en que, una vez que esté a salvo de las fuerzas del mal de esta organización que me roba tiempo de pensar, voy a poder ponerle todas mis energías a un proyecto nuevo, ya sea en relación de dependencia o por cuenta propia.

Confío en que una vez que deje de trabajar acá, vuelvan mis ganas de leer, de escribirte, de socializar con extranos (?), y que también vuelva mi confianza en mí. Porque la perdí un poco, acá. Al trabajo lo detesto y siento que lo hago mal. La presión que me ponen hace que piense que tardo demasiado. Así cualquiera se desmotiva; pierde la confianza. Bah, no la perdí. Diría que la guardé y no la encuentro; sabrás que soy bastante desorganizada. Seguro está debajo de la pila de paquetes de té en hebras que dejé en el escritorio hace dos semanas. Si ahí guardo el té, junto con una camisa que hace tres semanas dejé hecha un bollo adentro de una bolsa y olvidé de poner a lavar, entonces imaginate que la confianza la puedo tener ahí debajo tranquilamente.

Renuncio y punto. Está decidido. Puede no ser el mejor momento. Sí, hay elecciones nacionales, crisis internacional... Puede ponerse complicado el encontrar otro empleo. Pero nunca hay un momento ideal para renunciar. Nunca es una decisión fácil, o feliz, o sin riesgos. Ojalá que la ecuación clave que tanto predican en el máster en finanzas, que a mayor riesgo hay mayor ganancia, se cumpla.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Ci Vediamo Presto, Europa

Hoy regresé de mis vacaciones. Mi primera vez en Europa. Roma, Praga, París, Londres; en ese orden.

Mis primeras vacaciones con Caro, también.

Próximamente: Mis impresiones de un boliche L parisino, un boliche L londinense y un bizarro boliche en Praga.

V

miércoles, 6 de abril de 2011

La muerte de mi vida social

Si me pusiera a recorrer el blog, encontraría anécdotas de lo mucho que salía hace unos años. Ponele, cuando tenía 22 años. Jueves de ir a tomar algo, viernes de ir a bailar hasta el cierre del boliche, sábados de dormir todo el día para evitar la resaca y poder salir también el sábado hasta las 7 am para ir a parar a un Mc Donalds hasta las 10. Incluso domingos de ir a bailar a un boliche que abría de 10 pm a 3 am, con Nardo, una iniciativa que duró poco tiempo aunque la idea era muy buena.

Mi vida social murió. Y no voy a culpar a Caro, porque si bien mis salidas de soltera/de levante ya habían terminado hace rato (corrección: se habían puesto On Hold), con ella salía a todas partes, con nuestros amigos, a bailar o a tomar algo; o algunas pocas veces, cada una por su cuenta.

La muerte de mi vida social empezó este año. Ya se venía marcando una clara diferencia entre las constantes salidas de mi BFF Sebas y yo. Yo solía ser como él. Yo solía tener un ritmo de salidas tal que nadie me seguía el paso, al punto que tenía varios grupos de amigos con los que hacía rotación de salidas distintas cada día, o dos o tres (cena-pre-boliche) en un mismo día. Él está pasando por esa etapa genial y yo me quedé atrás. En comparación, soy una abuela con delantal horneando cookies a las 6 pm de un sábado, en vez de una party animal tratando de comer una galletita de agua a las 6 pm, recién despierta, para no sentir en el estómago las consecuencias del alcohol de la noche anterior.

Todo se puso peor hace más o menos un mes. Empecé un Máster en Finanzas. Muy buen vendedor, el director de la Maestría, aseguró que estaba diseñada para cursarla mientras uno trabaja. Así que arranqué, tres materias obligatorias y una optativa. Cursar todos los días desde que salgo del trabajo hasta las 10.15 pm. Los sábados, de 9 am a 3.15 pm. Trabajos prácticos obligatorios para todas las materias. Carpetas gigantes de bibliografía para cada una. Como curso los sábados, los viernes no salgo. Como curso toda la semana incluído los sábados, los sábados no doy más y a la noche me quedo dormida a las 3 am. Los domingos tengo que estudiar... and so on. LA MUERTE.

[Caro se viene bancando lo de no verme nunca bastante bien, by the way.]

Así que así estamos. Sin vida social. Cursando una Maestría que empezó bastante aburrida y por la que tuve que dejar las clases de batería, algo que me estaba divirtiendo mucho. En un trabajo que detesto, que me aburre, que me vuelve improductiva, que me estresa. Las cosas no están muy bien...

Pero al menos esto me da pie a futuros posts criticando a mis compañeros de clase nuevos. Hay un par de personajes nerd/show-off insoportables. En el trabajo hay un par que también merecen que les sean dedicadas algunas líneas...

jueves, 24 de febrero de 2011

We try but we don't belong

Volví para postear esta canción que no escucho con tanta frecuencia, pero que cada vez que lo hago me paso horas reflexionando con nostalgia sobre mi vida post-adolescencia (Ponele, los últimos 5 años?).



Me dieron ganas de escribir de nuevo. Adelanto un poco lo que tengo que entregar mañana en el trabajo y vuelvo!

domingo, 26 de diciembre de 2010

Woohoo!



Solo quiero dejar constancia de que EN ESTE MOMENTO estoy de regreso en un boliche! Wooohoooo y la estoy pasando muy bien!

lunes, 20 de diciembre de 2010

Oh, Captain

Oh, Captain, my dear Captain. Mi Sensei...

Ahora que sé que seguís viva, y que seguís pasando por este humilde blog, sólo quiero decir que te extraño.

Las cosas cambiaron mucho desde que nos conocimos. Para bien, pero cambiaron mucho. Y hablar con vos me  remite a todo eso.
A cuando Histeria estaba abierto.
A cuando te gustaba la camarera de Histeria/fotógrafa.
A cuando decías diez "como loba" por noche.
A cuando recopilaba Guadifrases.
A cuando me daba verguenza contarte sobre mi primera date que había conocido por chat
A cuando yo era parte de ese grupo que ya ni sé si existe... Cata, Geo, tu tía jaja. Y el resto. No voy a gastarme en inventarles nombres pero sabés de quiénes hablo. Amo mis recuerdos de tener verguenza y a la vez pasarla genial tomando una caipirinha o tres con ustedes en esa terraza.
A cuando fuimos a conocer aquellos gloriosos antros (como Verona en tu cumpleaños).
A cuando íbamos a dar una vuelta por el boliche y chequear la mercadería.
A cuando conocía chicas en los boliches (no en Verona, porsupollo!).
A cuando invitaba a salir a las chicas que conocía en los boliches (no fueron tantas).

Salir, ese desenfreno de querer salir eight days a week... Y pasarla tan genial, aprender algo nuevo en cada salida.

Después te pusiste de novia y yo seguí saliendo con el grupo. Te extrañé ahí; me faltaba mi Captain. De a poco yo también dejé al grupo. De a poco/de golpe... en el medio estuvo todo lo de Caro que también generó que saliera menos con el grupo, y después, de golpe, dejé de salir con ellas y me puse de novia. Con vos ya había dejado de salir hacía rato porque estabas super borrada... Ahora que lo pienso es cierto, a vos también te agarró un período de tranquilidad. [Ohh! Mi buen Sensei, todo lo que vivo, ella ya lo vivió antes para contarme su experiencia :) ]

Aún cuando las cosas cambiaron, mi querida Sensei, la cuestión es que te extraño. Aún cuando desaparecieron todas las cosas que nombré en la lista de arriba, muero de ganas de que vayamos a bailar a Unna o a donde sea, a chequear la mercadería, a hacer presencia, a formar un nuevo grupo o a recomponer el viejo (mejor uno nuevo, igual) y a encontrar una nueva terraza de lesbianas que nos superan en edad y hacernos de nuestra mesita, y pedir nuestras caipirinhas, y chamuyar un poco (por qué no, ahora que ya soy menos tímida y la tengo un poquitito más clara. Ah... Caro... jeje bueno, después manejamos ese tema).

Y ansío que me cuentes de tu viaje, de los cafés y el sushi y el hotel y los boliches y la gente y todo.

Así que estás formalmente invitada a un café o un almuerzo o una cena a tu regreso. Y a todo el plan del párrafo anterior.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Sálvenme!

Tengo una molesta inquietud que se siente en las piernas, la panza y el pecho. Hoy es viernes, 10:20 am. Y recuerdo que hace menos de dos años, a esta misma hora, yo estaba con sueño llegando tarde a la oficina, habiendo dormido menos de 4 horas después de haber salido la noche anterior. Así por muchos jueves y viernes y sábados y algunos domingos. Hoy esa vida está tan alejada de mi realidad actual!

2007, 2008, odio haber crecido.

Guardo entre los mejores recuerdos las fiestas Plop! en Flores, el calor, el vapor, la sudoración etílica mía y de todos los demás, los tragos a $ 7, tomar vasos de vodka "puro", la incipiente música de Lady Gaga y The Ting Tings y la grasa de Belanova. Las reminiscencias de Bandana y las canciones de Jugate Conmigo. Con Nardo, cuando todo era nuevo. Con Ale, Tati, So y Nardo, cuando todo seguía siendo nuevo pero un poco menos clandestino, y al menos ya estaba blanqueado que Nardo era gay y que íbamos juntos a las Plop.

Glam los jueves, Plop! los viernes, conocer a mi Sensei y con ella las fiestas Unna, Bach, y otros antros a los que nunca volví. Nunca volví aunque prometí hacerlo, porque los detestaba pero la pasaba tan bien. Ahora ya no la pasaría bien.

Ya no la paso bien en ningún lado. Bueno, obviiio que estoy exagerando. Pero ya no salgo de fiesta, a tomar hasta morir, para dormir hasta las 8 pm del día siguiente, ducharme y volver a salir. Ahora llego a los lugares ya sabiendo que me voy a querer ir en una hora, y que voy a tener que aguantar por lo menos 2 horas y media. Me pongo esa meta y llego a duras penas. Ya no tengo el espíritu festivo de antes, de querer salir del boliche con el personal de limpieza baldeando la vereda a las 8 am. 

Muchas veces ni quiero salir. Decí que tengo novia, y que eso acompaña al ritmo de salir menos y quedarse más, así que no me siento tan loser. No me siento loser at all, de hecho, pero es como que de golpe me encuentro en un estilo de vida que jamás creí que era para mí. Por lógica, estoy incómoda con esta vida. Me da fiaca hasta ir a un bar tranquilo a tomar algo y no puedo creerlo. En otros tiempos ir a un bar tranquilo me aburría, y no veía el momento de skippear esa parte e ir directo a los bifes; a la música fuerte, al boliche plagado de gente. Ahora directamente prefiero ir a mi cama y tratar de no tardar mucho en quedarme dormida.

En este momento estoy particularmente cansada, así que asumo que cuando relea lo escrito lo voy a editar un poco para no transmitir mi sueño al punto dormir a quien lea. Pero vengo con un ritmo horrible... Me despierto a las 8 am, salgo del trabajo a las 6 pm en punto, camino 22 cuadras hasta mi casa. A veces me voy a entrenar y vuelvo a la medianoche. O me voy a clases de batería (una nueva incursión por la música. Le pongo más fichas que a guitarra) y de ahí a entrenar para regresar a la medianoche de nuevo. O me voy a buscar a Caro. O me voy a caminar por ahí. Haga lo que haga, no puedo evitar irme a dormir no antes de las 2 am. ¿Será el resabio de mi vida anterior, más festiva?

La cuestión es que duermo poco y vivo cansada. Los viernes ya no salgo porque los sábados me despierto a las 7 am para ir a jugar al fútbol. Cuando regreso a casa la paso a buscar a Caro. Más cansacio. Hace meses que no voy a bailar un sábado. 

Me pregunto qué fue lo que pasó. Porque yo amaba mi vida llena de salidas. Llena de amigos y muchos grupos de salidas. Me quejaba de que no me alcanzaba el tiempo para cumplir con todos! No sólo ya no cumplo, sino que directamente no hago nada. Cumplo con el trabajo, con el entrenamiento, con las clases de música, con los partidos del sábado, con los partidos del domingo. Cumplo, cumplo, cumplo, pero en cosas que me aburren y que muchas veces hago sólo por obligación (borro batería de la lista, amo esa clase y no veo la hora de que lleguen los jueves para mostrarle a mi profesor lo mucho que practiqué. Neeerd!).

Es ridículo, pero mi nueva vida de cansancio y cumplimiento de compromisos se transladó a todos los ámbitos, incluso al de los sueños y proyectos. Recuerdo cuando quería comprar una casa por la calle Cabrera, entre Glam y Bach, e iniciar el asentamiento fundacional de mi Gay Village. Quería mudarme con Nardo. Nos imaginabamos desayunando con nuestras citas de la noche anterior. Haciendo preboliches y asados todos los fines de semana; la casa repleta de amigos y conocidos y amigos de los conocidos. Un contínuo abastecimiento de alcohol... Un sueño tan genial que quedó tan relegado! Porque ahora también me imagino viviendo sola. Pero ya no con Nardo (me divertiría, pero creo que esa idea quedó muy en stand-by). Probablemente sola. Con Caro quedándose a dormir 3 o 4 días a la semana. (Eso implicaría más sexo pero menos salidas, un sacrificio que estoy dispuesta hacer, pero un sacrificio al fin). No me imagino preboliches ni extraños entrando y saliendo de mi Party House, sino un departamento tranquilo y de diseño minimalista (do I hear cliché?) al que llego cansada después del trabajo, caliento algún alimento congelado en el freezer, y me quedo dormida en un sillón. Ya no hay fuerzas para jugar a la Wii ni para moverme a la cama. OH DIOS! Releer eso fue tan apenante!! NO QUIERO! NO QUIERO QUE ESE SEA MI SUEÑO. Sálvenme por Dios!!!

jueves, 18 de noviembre de 2010

Mini Crisis

Rebelión en la granja. Blogueo desde el trabajo.

Voy un mes y medio de trabajo y todavía no me adapto. Me asustan los procesos de la empresa. Todo eso de tener que marcar cuantas horas dediqué a cada sección del proyecto, tener que mandar mails con updates de mi progreso a mi Manager indio que vive en California; la enormidad de la empresa y sus procesos internacionales, donde cada comunicación va con copia al departamento de Recursos Humanos, al Industry Analyst y al Project Manager; me intimidan.

Yo, acostumbrada a la pequeña consultora macroeconómica en la que estaba hace tan solo unas semanas, a mi oficina propia, a mi oficina luego compartida con el pasante, a mis tiempos, a mi trabajo casi freelance, a mi relación casi de pares con mis jefes, a que alcance con mi conocimiento para hacer mi análisis, a investigar con más profundidad los temas de mi interés, a quedarme hasta tarde terminando un informe, a llegar a la hora que quería, a trabajar desde casa cuando se me antojaba. Heme aquí, en un cubículo. En una oficina en la que hay otras otras 16 personas, cada una en su cubículo, en su proyecto, casi sin estar al tanto de lo que hace el que está su lado. A dos computadoras, mi Manager local. Si no hubiera escuchado tantos rumores de que está loca, de que amenaza con echar, de que tiene puras críticas siempre... diría que es buena. Tal vez buena sólo conmigo, tal vez por ser nueva y porque aún no se cumplió el plazo en el que se espera que esté adaptada a la cultura de la empresa. Tal vez porque no sabe que estoy todo el día en Gtalk, que revisó Facebook cada media hora, que miro la evolución de la bolsa cada 10 minutos entre las 11 am y las 12 am para ver como arrancó mi mini-cartera, y a las 4.30 pm para ver como cerró.


La empresa, Frost & Sullivan. Suena muy lindo el nombre, y es una empresa internacional de research y consultoría enorme. Se supone que yo quería esto!


Solo espero que se trate de una crisis de las primeras 6 semanas. O una crisis del primer proyecto. Y que después todo fluya con mayor suavidad, sin roces con jefes, sin pasarme de los deadlines. Siempre creí que yo era una de esas personas que congenia con 'el sistema'. Que está hecha para llevar un horario de oficina.

 Si no funciona, al menos sirvió para el autodescubrimiento... qué fiasco.

lunes, 18 de octubre de 2010

El origen/ Inception


Soñe que otra vez me paralizaba. Que despertaba y en mi cama no podia moverme ni gritar. Trate de tranqulizarme, me dije que ya sabia de que se trataba y trate de no desesperar, pero volvieron a asomar los demonios. Me dije que todo era parte del proceso pero fue dificil no entrar en panico. De a poco mis brazos fueron cediendo y de a grititos fui recuperando la voz. Le gritaba a mi madre pero ella nunca escucho. Cuando logre liberarme fui a reclamarle pero, claro, ella no entendia de que se trataba. Se sentian como las 6 am y todo parecia muy real, una perfectamente posible continuacion de lo acontecido antes de quedarme dormida. Mi explicacion a mi madre fue incompleta y confusa. Ella se fue despertando y comenzo su rutina de la manana. Yo me prepare un te y me sente en el comedor, enfrente del televisor apagado, esperando que fuera la hora de empezar mi propia rutina y con muy pocas ganas de volver a esa cama.

De pronto sono el telefono en mi mesa de luz, y Caro me desperto. Por primera vez solo se trato de un mal sueño.

Lo primero que me vino a la cabeza una vez que entendi todo fue la ultima peli de Di Caprio.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Chau, chau

Ahh y... no les conté pero me hicieron ofertas en los dos lugares en los que me había entrevistado. Momento... Conté que estaba buscando trabajo?? Anyways, mandé cv a dos lugares, me llamaron de ambos y quedé en ambos. Uno es una consultora de finanzas de origen indio y el otro una consultora estratégica (?) norteamericana. Me sentí muy genia por haber quedado en los dos lugares jaja. Y me gustó más la segunda pero me parecía que me pagaban poco, por lo que pedí un poco más de plata y aceptaron. (Sigo pensando que voy a ganar poco). Lo genial es que queda a 20 cuadras de mi casa, por Belgrano. Chau sindicalistas marchando por la puerta de mi trabajo en Diagonal Norte, no los voy a extrañar ni un poquito.


Y por qué me voy de mi empleo actual? Ehm... me aburrí. Se volvieron muy básicas mis tareas. Hace un mes y medio, o tal vez dos, el cliente para el que hago los informes pidió unos cambios en el producto, algo más aburrido, rutinario y básico. Eso se sumó al hecho de que quiero una empresa donde poder ir ascendiendo, crecer.. y esta consultora en la que estoy ahora es bastante pequeña.

Así que el 4 de octubre empiezo en mi nuevo empleo. Voy a estar como empleada dependiente, algo nuevo para mí (lo de ahora es una suerte de trabajo freelance asociada a una consultora macroeconómica). Así que ya firmé varios papeles y tuve un examen médico, sumado a las 4 entrevistas (con una chica de recursos humanos, con otra de recursos humanos y la country manager, una prueba de excel, un case study y un llamado telefónico a un indio que vive en California que sería mi otro manager).


Volviendo a mi lista de chaus: . Chau sindicalistas marchando por la puerta de mi trabajo en Diagonal Norte, chau subte demorado, chau calles cortadas, chau caos de tránsito, chau olores y calor en el subte en verano, chau vacaciones 2011 (este chau es triste, pero me pasa por cambiar de trabajo a finales de año), chau trabajo aburrido (este chau implica un profundo deseo de que el próximo sea entretenido/desafiante), chau 50 minutos de ida al trabajo y 50 minutos de regreso, chau trabajar un par de horas todos los domingos (esto era la muerte!).

miércoles, 15 de septiembre de 2010

World's worst girlfriend

La peor novia del mundo. Sí, señores, soy yo. Y no lo digo en tono de chiste, soy la peor novia. Pobre de la que le toca ser mi novia, porque soy heavy.

Soy soberbia. Ya lo sabía desde hace 24 años (hasta esa frase demuestra mi soberbia), pero hoy lo asimilé. Hoy, en una entrevista de trabajo. Porque busco un nuevo trabajo, vio? 

Y sabe lo que digo cuando me preguntan por qué quiero cambiar de trabajo?? Que siento que en el actual empleo encontré un techo, que quiero avanzar, que siento que estoy para más. (Pero quién sos??) 

Y sabe qué respondo cuando me preguntan dos virtudes y dos debilidades??  Empiezo por venderme, claro. Pienso en el puesto que ofrecen y qué cualidades serían las idóneas, y digo que las tengo. Porque pienso que las tengo! Y..... después viene el minuto de silencio para la muerte de mi humildad. Porque no se me ocurre ningún defecto. Empiezo a hacer una lista mental y no hay nada para decir. [EXCEPTO el temita de la puntualidad, claro. Pero si digo eso, quién me va a tomar??] Entonces el minuto de silencio se hace eterno, hago sonrisitas y digo "no es que no crea que no tengo defectos, eh!, dame un segundo". Y mientras me hago la que piensa en un defecto (de esos buenos defectos, que tal vez son graciosos o curiosos pero que no nos hundirían. Prohibido verbalizar lo que pasa por mi cabeza en este instante: "soy controladora, odio quedarme después de hora y odio que el tiempo no sea infinito porque no me alcanza nunca para hacer todo lo que quiero hacer"... Acaso eso no habla muy mal de mi time management?) Obvio que igual pienso que mi time management es perfecto, que sé priorizar, que soy práctica. Aunque... pensándolo bien, lo soy? 

A ver, siempre que alguien dice "tengo tal defecto" yo pienso "jo jo yo no, yo soy lo contrario. Qué ser despreciable podría tener ese defecto? Al final no me conozco porque no conozco mis defectos. O lo que es peor, me niego a conocerlos. Estoy negada. Están, pero hablemos de otra cosa. Terrible. Un día voy a tener que ponerme a pensar seriamente en mis defectos. Un día...


Y qué tiene que ver esto con lo de ser la peor novia?? Ahh sí, no vayan a creer que tengo el defecto de irme por las ramas. Aún cuando escribo de forma espontánea y sin un plan (check: tautología) todo está bien conectado porque soy genial (?).

Caro me adora. Ya lo dije mil veces, pero una vez más: ella piensa que soy perfecta, me admira, se enternece con cada cara o tono de voz que pongo, admira cada cosa que hago como si fuese digna de un premio Nobel, repite que soy la más inteligente y linda y mil cosas que elevan mi ego y que, con falsa humildad (bueno, ahora estoy siendo brutal, a veces no es falsa mi humildad!) niego mediante el uso de argumentos inválidos -porque me la creo mal- y cuando llega el momento de devolvérsela, de festejar una buena cualidad de ella..... me quedo muda.

Por eso soy la peor. Porque ella me demuestra que para ella soy el mundo, y yo me quedo callada. Ella tiene mil cualidades geniales, pero ahora no puedo nombrarles ninguna. La culpo. Me digo que no puedo admirarla porque por su baja autoestima y alta autocrítica, al escucharla hablar tanto de sus defectos y tan poco de sus virtudes me termino convenciendo de que son más los primeros que las segundas. Y esto es TAN falaz. Me miento TAN bien. Si no puedo admirarla, si no se me ocurre una cualidad de ella es porque soy tan narcisista que no debo haberla mirado bien ni un segundo. Shame on me.


Habiendo dicho esto, me retiro a mi cama. Profundizaré pero no puedo prometerme cuándo. Ódienme.

You wish


Oh you wish. But it ain't no cake story.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Todo el tiempo que tardé

Quiero dejar constancia en mi blog de algo que comenté en el blog de Mana-T, en este post: http://banca-t-la.blogspot.com/2010/08/ano-4-dc.html . Una reflexión imprevista pero tan cierta.


V dijo...


Wow! Me relaciono 100% con lo que decís, porque -como al 90% de las lesbianas, supongo- me paso muy igual, solo que a los 22 años (es todo bastante reciente todavía). No hay una vez en que no piense en cómo perdí mi adolescencia enamorándome fugazmente de mil mujeres en mi cabeza, y prestándole atención a todos los otros aspectos de mi vida excepto el sentimental; la falsa sensación de que "no me interesa una relación, y los amigos son lo único que necesito en mi vida"; el tiempo que tardé en darme cuenta de que era torta, más el tiempo que tardé en aceptarme, más el tiempo que tardé en hacer algo al respecto; 22 años esperando un verdadero primer beso.

Todo ese tiempo tardé, y mis amigos y mi familia me aceptaron en una fracción de segundo. La que más tardó en aceptarse fui yo. 

martes, 31 de agosto de 2010

Fight! (2)





Bueno... Caro y su mejor amigo no se pelean exactamente por mi amor, pero se pelean de alguna forma por mí, y si bien esto funciono como un gran impulso a mi ego hace unas semanas, ahora me preocupa/aburre/no me parece divertido.


El tema es así: Caro tiene a su gran amigo de toda la vida, o la secundaria, o el barrio o algo así, Matías (nota mental: prestar más atención a Caro cuando habla). El chico es el estereotipo de hijo único que quiere todo el tiempo la atención, ya sea haciendo show off de su ropa (es gay, obviiiiio), sus gustos musicales, sus levantes (aun ahora que está de novio con su mejor amigo, se sigue haciendo el pistola) o cualquier exageración.
Ejemplo/nota de color: recuerdo una vez en el cumpleaños de Matías, en el que con Caro estábamos un poco emboladas jugando al Backgammon adentro, que él entró a la casa para contarnos que afuera, en el jardín, la fiesta estaba taaan buena y la gente taaan divertida y sacada que bailaban arriba de las mesas. "De las mesas?", pregunté yo, para asegurarme de que lo decía en serio y que no estaba exagerando. "Sí, sí!" respondió, así que con mi peor cara de smartass salí a ver si era cierto (obvio que no! la gente estaba tranquila hablando parada EN EL SUELO), volteé mi cabeza hacia él como diciendo "so?" y me respondió casi apenado "no, no, pero recién estaban todos sacados".... yeah right. A Caro le dio gracia porque en ese entonces todavía no éramos novias, y ella pensaba esto de su amigo (que a veces exagera mucho) pero no me lo había dicho, y yo lo hice de smartass pero inconscientemente (es obvio que no pondría en ridículo conscientemente al mejor amigo de la chica que me gusta! quién suma puntos así?!).
En fin, desde que lo conozco, y conozco a Caro, Matías siempre es divino conmigo. En las discusiones graciosas se pone de mi lado; me hace sentir muy cómoda en su casa; por ahí Caro se queda dormida y él se queda entusiasmado hablando conmigo; siempre me considera; en todo lo que él organiza siempre me reserva un lugar, etc. Y yo agradezco eso, porque uno no siempre tiene la suerte de llevarse bien con los amigos de su novia, o incluso con el grupo de amigos del mejor amigo de su novia [jaja oración complicada] (siempre que salimos viene Matías con otros dos amigos, y se arma un grupo muy divertido con el que salgo la mayoría de los fines de semana). 

De mi parte, él me cae bien, pero tampoco exageremos. Al principio tuve que hacer un mínimo esfuerzo para socializar con él, porque claramente me vino como una relación forzada [es decir, yo no fui al pool de gente y seleccioné a Matías como potencial persona de mi interés, sino que me fue impuesto; vino en el Combo Caro]. Este tipo de relaciones políticas/de compromiso en el 99% de los casos conllevan algún tipo de awkwardness inherente al tener que conocer a una persona de una forma no-casual y tener la presión de saber que si no se llegan a caer bien, de ahí en más el resto de los encuentros va a ser incrementalmente forzado. En mi caso fue más fácil porque si bien no soy Miss Sociales, él puso muuucha onda de su parte. 

Al principio pensé que él era un genio por ponerle tanta onda, porque asumí que a debía "costarle" tanto como a mí, pero mirando hacia atrás (y parafraseando a Caro) Matías siempre tuvo una suerte de fascinación por mi, y una necesidad de captar mi atención. [Luego de decir esta frase, siento fuegos artificiales recorriendo mi figura, como en un dibujito animado en que con rayos X vemos luces y explosiones de colores en su interior. Es mi ego celebrando y regodeándose. Oooohhhh se siente tan bien!! jajaja.]

En cada reunión, Matías le dice a Caro varias veces que me llame y me invite. Cuando estamos en la misma mesa, siempre encuentra el momento para venir a sentarse al lado mío y contarme un rato de su vida. No quiero ser zorra, y no es que no me importe su vida, pero claramente no me cambia la vida que él me cuente sus cosas, y yo no tengo interés en contarle la mía. Pero finjo muy bien. Puedo sostener una conversación simplemente haciendo las preguntas interesantes, correctas, indagadoras, que hacen que la otra persona se abra y sienta que está teniendo una conversación profunda, aún cuando yo no revele nada de mi parte, y sólo transmita opinión a través del tono de mi pregunta. [Quiero decir que esta habilidad la aprendí de Nardo. Un agradecimiento muy especial.] 

En síntesis, en algún punto Matías sintió una conexión potente conmigo, a la que yo di pié por el simple hecho de ser cortés y tratar de caerle bien al mejor amigo de mi novia. Caro dice que está enamorado de mí cuando se pone celosa o se enoja con él, y cuando le digo que está equivocada, apunta a que no está enamorado pero sí tiene una cierta fascinación conmigo, mi entorno, mi grupo de amigos, etc. Le creo.

Y vuelvo al punto de que Matías tiene el síndrome de hijo único, de querer ser el centro de atención, de no saber tomar un "no" como respuesta. Y más que fascinación, creo que soy la persona que él no puede tener, y eso lo hace querer acercarse más. No por un tema romántico/de enamoramiento, sino porque no sólo no me puede tener porque soy la novia de su mejor amiga (y soy super-gay!) sino porque soy muy difícil de impresionar, y él, acostumbrado a impresionar y fascinar a todos sus amigos, conmigo no lo logra. En cada reunión, cuando él se me acerca, le doy un poco de atención (un poco de compromiso, y un poco porque después de un año obvio que lo quiero y me interesa su persona) pero no demasiada, porque cuando estoy con mi novia y sus amigos, mi centro de atención es mi novia, y porque tampoco soy amiga de él, por lo que un extenso racconto de lo que le pasó en la semana no me divierte demasiado.

Matías piensa que somos amigos. Piensa que la fascinación es mutua, o que al menos su reto es lograr fascinarme. Yo, por el contrario, entiendo claramente los límites con los amigos de mi novia, y no me interesa cruzarlos. Él no es mi amigo; es el mejor amigo de Caro. Y si bien no me jode que piense lo que quiera, sí empezó a resentir sus actitudes Caro. Porque cuando discutimos con Caro y ella va a su mejor amigo a descargarse hablándole mal de mí (me da gracia jaja), él se pone de mi lado (!). Porque si Caro le dice de salir, él le recuerda a Caro que debería invitarme (hello, ella puede acordarse sola!), y le dice que me extraña y que hace mucho que no me ve (hello, si me invita es porque quiere verme ella!). Porque llegó cierto punto en que Mati ya daba tan por sentado que si salía con Caro, yo iba a ir sí o sí (lo cual era incómodo para Caro, el estar casi obligada por su mejor amigo a verme), que en vez de arreglar la salida con ella y decirle que me invite, me mandaba un mensaje arreglando conmigo y diciéndome que le avise a Caro. Y ahí fue cuando a Caro la cegó la ira, y explotó cuando en la reunión de mi cumpleaños ella se fue porque se sentía mal pero Matías se quedó con su novio, y después fuimos todos con mis amigos a bailar. Todos menos ella. 

La entiendo a Caro cuando se pone mal por el tema. Hay límites. Mi vínculo con Matías tiene que ser ella, no puede ser de otra forma. Si empieza a arreglar salidas conmigo y ella se vuelve una simple "invitada", dentro de poco se va a olvidar de invitarla... aunque...ahora que lo pienso... ESO PASÓ!!! jaja a medida que escribo mi memoria va reflotando anécdotas y no logro escribirlas lo suficientemente rápido.

Anéctoda 1: Como ya dije, acostumbramos salir mis amigos, los amigos de Caro, Caro y yo. Hacemos un gran rejunte divertido. Matías, su novio Ramiro, y Caro, son del Gran Buenos Aires. Mis amigos y yo, de Capital. El día su cumpleaños, una o dos semanas después de la reunión por mi cumple, Ramiro mandó un mail por facebook diciendo que, considerando que varios del grupo (o sea, MIS amigos) no iban a ir hasta el GBA para su cumple, iba a hacer un doble festejo: uno para los de GBA en GBA y otro en Capital para los de Capital, en un bar que queda a  cinco cuadras de mi casa, al que vamos siempre antes de ir a bailar a Ámbar. Ahí fue cuando Caro volvió a explotar: El novio de su mejor amigo estaba haciendo un festejo especial para que pudieran participar mis amigos... Cualquiera!!. 
Porque, seamos honestos, mis amigos y yo tenemos claros los límites. Ni Ramiro ni Matías son nuestros amigos. Son los amigos de Caro, mi novia, y está todo bien, y nos divertimos mucho saliendo juntos, y bla bla. Pero ninguno de mis amigos haría un festejo especial para que pudieran venir exclusivamente los amigos de Caro!!

Anécdota 2: Ah, ahora que lo pienso, es parte de la anécdota 1... Era el día del festejo exclusivo para que concurrieran mis amigos (no puedo creer lo confundidos que están los amigos de Caro, es ridículo cada vez que lo escribo o releo!) y me llamó por teléfono Matías para preguntarme bien la dirección del bar (hola... acaso no vamos TODOS los fines de semana? Qué clase de barata excusa para hablarme es ésta?). Le dije las calles, y deslizó que a él y a Ramiro se les había ocurrido ir a cenar un rato antes de la hora de la reunión (que sólo era a tomar algo), que obviamente querían que yo fuera, y que si quería podía avisarle a mi amigo Seba. "Bueno, ahora le aviso," le contesté, siendo consciente de que ya Caro se había juntado un par de veces con él para hablar con seriedad este temita de que él sólo está cruzando límites que no dan
Esa tarde me encontré con Caro y no me dijo nada de ir a cenar con los chicos... Claramente Matías me había avisado a mí sin antes hablar con ella (me pongo en el lugar de Caro  y me daría por las pelotas que Nardo o So la llamaran a ella para arreglar una salida en vez de hablar conmigo!) y ya estábamos todos enterados de la cena de hoy (incluso Seba)... excepto ella! El nexo de todas estas personas! De más está decir que a Caro le cayó muy mal, y que se enojó con Matías y conmigo (yo ligué porque sí).

Anécdota 3: (Al final era todo parte de la misma anécdota. Qué trucha que soy!) Para no arruinar el cumpleaños de Ramiro, Caro se tranquilizó y a pesar de su enojo aceptó ir igual al bar. Por supuesto que antes lo llamó por teléfono a Matías y le hizo saber que lo que había hecho era una gran estupidez. Eran las 9 pm y todavía no la había llamado para avisarle que cenaban juntos, o sea, se olvidó de ella por completo. En el bar, Matías hizo la gran Matías: En un momento de la noche vino y se sentó al lado mío (Caro estaba de mi otro lado, es decir, quedé en el medio de los dos) y me dijo -sin que Caro escuchara- que como sus padres estaban de viaje, si yo quería, a él le divertía la idea de que las dos nos quedáramos a dormir en su casa. 

¡¡¿¿ME ESTÁS JODIENDO, FLACO??!! ¿¿Acaso no se vino el mundo abajo hace dos horas, cuando tu mejor amiga te llamó para recriminarte que dejaras de flashear que su novia (yo) era tu amiga, y que dejaras de pasar por encima de ella?? Qué demonios hacés planeando conmigo en vez de hablar con ella?


Y ahí lo entendí todo. Él cree que tiene mi complicidad. Él piensa que yo también muero de ganas de ser su amiga, pero que la malvada Carolina es celosa y posesiva, y no quiere compartirme, por lo que debemos vivir condenados a querernos desde la distancia de los límites que ella impone arbitrariamente. Que podemos tratar de fingir que no nos queremos para complacerla, pero en el fondo, en secreto, somos cómplices (Ahh! Es tan Luis Miguelesco todo!). Que Carolina dice "yo soy tu amiga y ella mi novia. Hacé los planes conmigo y no con ella" y él tiene que decirle "sí, sí" para disimular, pero que secretamente yo quiero que los planes los haga conmigo.


Ante su propuesta, le contesté que mejor lo hablara con Caro. No le gustó mi respuesta. Ahí fue cuando se dio cuenta de que no tenía mi complicidad. Y no habló nada con ella. Esperé y esperé, él se volvió a cambiar de lugar y siguió socializando. Yo necesitaba contarle esto a alguien así que cuando Seba quiso salir a la puerta del bar a fumar, lo acompañé y vomité mi asombro por la situación y la infantil actitud de Matías. Antes, le mande un mensaje al celular a Matías diciendo "Mejor arreglá vos con Caro y después me dicen qué decidieron"... Nunca le hizo la propuesta a Caro, y cuando le conté al día siguiente, Caro se puso muy triste y eso me puso triste a mí. No entiendo por qué Matías le hace esto.

En este momento se juntaron, por tercera vez, a hablar del tema. Esta vez fue a pedido de Matías, quién quería que yo estuviera también en esa reunión (cual quie ra!) porque, según se animó a decirle a Caro, me considera su amiga, y piensa que todo es un capricho de Caro, que es innegable que existe una cierta reciprocidad entre él y yo, y que me quiere, que el quiere a todos sus amigos por igual y no puede mantener los límites que le pide Caro. 

Caro sabe todo lo que pienso y lo que acabo de escribir, por lo que tiene muy claro que esa reciprocidad no existe. Y no sólo ella no quiere que yo esté en esa reunión, sino que yo tampoco, porque lo que Matías quiere es que yo le diga adelante de él a Caro que sí quiero ser su amiga, pero obviamente si me lo preguntara le diría que no es así. Y eso sería humillante y duro para él, y después de ver la manera tan infantil en la que viene reaccionando, sería de esperar que después del golpe, la represalia sea hacer que Caro elija si quiere verme a mí o a él, en vez de estar todo bien y formar un grupo divertido como sucedía hasta hace poco. 

En fin, el chico está siendo un idiota.


Antes de despedirme, les dejo la Anécdota 4, un ejemplo de que Matías no sólo quiere mi atención, sino que le gusta hacer sentir a Caro que compite con ella por mi atención (lo cual es realmente estúpido, y Caro concuerda en este punto). 
Yo estaba abordando un avión y me iba de viaje por 23 días. Caro estaba muy triste y ya me estaba extrañando. Yo estaba atrasada haciendo el check in y le dije que la iba a poder llamar recién cuando hubiera entrado al pre-embarque. Interrumpió el proceso de check in un llamado de Matías, que duró menos de un minuto, para desearme que tuviera un buen viaje. En ese momento todo estaba perfecto (fue hace seis meses). Minutos antes de subir al avión la llamé a Caro. Al parecer estaba un poco más triste todavía porque ella le había dicho a su amigo que no le gustaba no poder hablar conmigo por teléfono antes de irme, y su amigo, en vez de tranquilizarla, le había dicho "qué raro, conmigo estuvo hablando como diez minutos y me contó que estaba haciendo el check in y nos quedamos hablando y..." O sea, se portó como un imbécil, y en vez de consolarla le hizo un show off de "tu novia habló más conmigo que con vos". Hay bastantes anécdotas más en las que el chico le hace sentir a Caro que le presto más atención de la que en realidad le presto.




Bien, mañana escribiré sobre el outcome de la conversación que Caro y Matías están teniendo en este momento al respecto.

lunes, 30 de agosto de 2010

Fight!

En este preciso momento se pelean por mi amor Caro y su mejor amigo. Ampliaremos