Hay muchos dichos y refranes sobre la cocina, pero hoy me estoy acordando en concreto, de dos. La frase que dicen los Hermanos Torres al terminar su programa: “Siempre hay un buen motivo para cocinar” y la que hemos oído toda la vida a nuestras madres y abuelas: “Aquí no se tira nada”.
Con estas dos premisas, yo, en cuanto sobra algo en la cocina, busco una excusa para cocinar, para aprovechar cualquier resto y si no, me lo invento para poder hacer una receta de aprovechamiento. Los púdines, son una de las mejores formas de aprovechar cualquier sobra de comida, ya sea dulce o salada.
En el caso de este pudin, da lo mismo que nos hayan sobrado unas manzanas, un trozo de pan, unos bollos, un resto de bizcocho, otro tipo de fruta: peras, ciruelas, melocotones, …. cualquier cosa que podamos mezclar con leche, huevos y azúcar. A mi me había sobrado un trozo de pan (como muchos días, pero no siempre lo aprovecho) y tenía tres manzanas, que se estaban arrugando en el frutero. Además, tenía un resto de leche condensada, que había que usar rápido, para no caer en la tentación de comerla a cucharadas. Si no usamos leche condensada, deberemos añadirle unas cucharadas de azúcar, según como lo queramos de dulce.
Todos estos ingredientes juntos y horneados dan como resultado un pudin delicioso, que mi madre solía preparar de vez en cuando, sobre todo cuando nos poníamos muy pesadas y queríamos que nos hiciera algo dulce. Es un postre que no falla nunca y lo podemos acompañar de frutos rojos o de una bola de helado de vainilla y entonces el éxito está asegurado.
Ingredientes :
3 Manzanas
2 cucharadas de Azúcar moreno
80 grs de Pasas Sultanas
2 cucharadas de Brandy
250 grs de Pan duro
1 litro de Leche
200 ml de Leche condensada
1 Limón
5 Huevos
3 cucharadas de Azúcar
Preparación :
Pelamos las manzanas, las cortamos en cuatro trozos y les quitamos el corazón. Cortamos cada trozo en láminas finas y las vamos poniendo en una sartén. Cuando tengamos todas las manzanas troceadas, encendemos el fuego a media temperatura, le añadimos las dos cucharadas de azúcar moreno y dejamos que se pochen durante 12/15 minutos.
Mientras tanto, ponemos las pasas a remojo en un poco de brandy y las dejamos durante 20 minutos. Pasado ese tiempo y en cuanto estén las manzanas listas, añadimos las pasas a la sartén y las mezclamos con las manzanas.
Mientras tanto, también, cortamos el trozo de pan duro y lo ponemos a remojo en un poco de la leche que vamos a utilizar. El resto de la leche la ponemos a calentar en un cazo, con dos trozos de la corteza del limón y la leche condensada. Removemos bien hasta que se diluya la leche y lo retiramos del fuego. Dejamos que infusione un rato para que la leche se aromatice con la corteza del limón.
Una vez que tengamos todas estas preparaciones listas, precalentamos el horno a 170ºC. y ponemos en la solera de éste, un recipiente con agua y la rejilla del horno justo encima.
Batimos los huevos en un bol grande y cuando estén bien batidos, incorporamos las manzanas con las pasas, el pan troceado empapado en leche y el resto de la leche infusionada. Mezclamos todo bien y reservamos.
Echamos las tres cucharadas de azúcar en un molde redondo y lo ponemos al fuego. Esperamos a que el azúcar caramelice, moviendo el molde de vez en cuando, para repartir bien el azúcar y para que el caramelo cubra la base y las paredes del molde.
Cuando tengamos el molde bien caramelizado, vertemos la mezcla que tenemos preparada dentro de él y lo metemos al horno durante 45/50 minutos, hasta que esté bien cuajado. Entonces, lo sacamos del horno, lo dejamos enfriar sobre una rejilla y después, lo metemos al frigorífico, hasta el momento que vayamos a comerlo, que lo desmoldaremos.