Ingredientes :
150 ml de Leche
4 Yemas de Huevo
100 gr de Azúcar
3 Hojas de Gelatina
150 gr de Chocolate Blanco
300 ml de Nata para montar
Azúcar moreno
100 gr de Frutos Rojos
50 gr de Azúcar glas
100 gr de Avellanas
100 gr de Azúcar
100 ml de Agua
100 gr de Aceitunas Negras
Preparación :
Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría. Calentamos la leche en un cazo y batimos, en un bol, las yemas con el azúcar hasta que blanqueen.
Vertemos la leche caliente poco a poco sobre las yemas batidas, sin parar de remover. Cuando todos los ingredientes estén bien mezclados, los volvemos a poner en el cazo y lo ponemos al fuego. Seguimos removiendo, hasta que consigamos una crema fina y un poco espesa. Podemos tardar unos 15 minutos.
Retiramos la crema del fuego, escurrimos las hojas de gelatina y las añadimos al cazo. Batimos con las varillas, para incorporar bien la gelatina y entonces añadimos el chocolate blanco. Seguimos removiendo hasta que se derrita del todo y pasamos la mezcla por un colador, para evitar que tuviera grumos.
Ponemos la crema en un bol, la cubrimos con un film transparente, ajustándolo a la crema, para que no se forme una costra en la superficie y dejamos que se enfríe.
Mientras tanto preparamos las avellanas caramelizadas. Precalentamos el horno a 180ºC. Cubrimos las avellanas peladas con azúcar glas y las vamos poniendo en una bandeja de horno. Las horneamos durante 5 minutos, hasta que estén crujientes. Las sacamos y las dejamos enfriar.
Preparamos también el puré de aceitunas. Ponemos en un cazo el agua, el azúcar y las aceitunas sin hueso. Lo llevamos a ebullición y dejamos que hierva durante 5 minutos. Lo trituramos con la batidora, hasta que quede una pasta muy fina y la pasamos por un colador. Guardamos la mermelada en un biberón y dejamos que enfríe.
Una vez que tengamos la crema de chocolate fría, montamos la nata. Para ello ponemos la nata en el recipiente de la amasadora y con el accesorio de batir, montamos la nata, hasta que esté muy dura.
Ahora y con paciencia, vamos añadiendo la nata montada a la crema de chocolate, poco a poco e incorporándola con ayuda de una espátula, con movimientos envolventes, procurando que la nata no se baje. Dejamos enfriar la crema en el frigorífico.
Cuando la crema esté bien fría, la volvemos a pasar por un colador, ya que, entre la gelatina y la manteca de cacao del chocolate, suelen salir unos grumos pequeños. Una vez que la colemos, nos quedará una crema fina y brillante, impresionante. La ponemos en los recipientes donde lo vayamos a servir y la guardamos en el frigorífico, hasta que la vayamos a usar.
En el momento de servirla, sacamos los recipientes de la nevera y los espolvoreamos con azúcar moreno, sin llegar a cubrir toda la superficie. Quemamos este azúcar con el soplete, hasta caramelizarlo.
Decoramos la superficie caramelizada con frutos rojos: fresas, frambuesas, arándanos,…, con las avellanas caramelizadas y con unos puntitos de puré de aceitunas.
Esta receta ha sido “la receta” de este año. El postre estrella de estas navidades. La receta es de James Martin, de su libro “
Sweet” y la preparé en la comida que hice para celebrar mi cumpleaños.
En esta ocasión, para preparar la comida, además de la habitual ayuda de mis hermanas, conté con la colaboración de mi amiga/hermana pequeña, Ana María del blog “
Cocinando entre olivos”. Junto a ella preparé todo el menú, que como de costumbre fue un “pelín” exagerado. Muchísimas gracias, Ana María, sin tu ayuda hubiera sido mucho más complicado!!
Ella me ayudó a preparar esta deliciosa crema de chocolate blanco, que ha sido un éxito. Es suave, sabrosa, ideal para rematar una comida copiosa y se prepara con antelación. El postre perfecto. Y en mi casa ha llegado para quedarse. Hoy, para la cena de nochevieja, lo hemos vuelto a preparar.
Desde este rincón de mi cocina, os deseo un