Archive for septiembre 2008

Ingredientes :

1,5 Kg de Ciruelas Damascena o Claudia
1 Kg de Azucar
1 Limón

Preparación :

Se limpian bien las ciruelas y se cortan en trozos, quitándoles el hueso. Se ponen en una cazuela con el limón pelado, sin pieles blancas y partido en trocitos. Se dejan a fuego moderado hasta que estén muy tiernas. Se puede pasar un poco la batidora, pero sin llegar a hacer un puré.

Se añade el azúcar al gusto. Normalmente, para hacer una mermelada, se añade un 70% del peso de la fruta, en azúcar. Yo prefiero no echarles tanto azúcar, pero eso va en gustos. Se deja hervir a fuego medio hasta que vaya cogiendo la consistencia deseada. Se retira del fuego y se deja enfriar. Al enfriarse siempre va e espesar un poco más.

Si no se va a consumir en los próximos días, se puede guardar en frascos de cristal bien limpios. Se introduce cuando se retira del fuego, llenándolos al máximo y se cierran bien los tarros. Se dejan enfriar boca abajo hasta que estén totalmente fríos. De esta manera se hace el vacío en los tarros.

La familia de mi madre veraneaba en Busturia, un pueblo pequeño en la costa de Vizcaya. Vivían en una casa con un jardín inmenso y había muchos frutales, entre ellos un ciruelo, que a final de verano empezaba a dar fruto y tenía una gran producción de ciruela damascena. Por otra parte, la familia de mi padre tenía mucha relación con el pueblo burgalés de Frías, donde la producción de ciruela claudia es espectacular por su cantidad y sobre todo, por su calidad.

Por eso, para mi, la mermelada de ciruelas puede ser de cualquiera de estas dos variedades: damascena o claudia. Me encantan las dos, me parecen deliciosas. La damascena es alargada, morada por fuera y amarilla por dentro, que al cocinarla se vuelve roja (hay otra variedad de ciruela parecida, que al cocinarla se vuelve amarilla, para mi es de inferior calidad). Y la claudia es redonda, verde por fuera y por dentro y para mi gusto, si es buena, es la ciruela más exquisita de todas las variedades de ciruela.

Yo casi no recuerdo a mi abuela, pero si recuerdo a mi tía Josefina haciendo la mermelada de ciruela damascena, al final del verano. La tomábamos en el desayuno, cuando íbamos a su casa, recién hecha.... siempre me pareció sublime. La de ciruela claudia siempre se hizo en mi casa, ya que en verano, cuando llegaba la temporada de ciruelas claudias en Frías, nos traían cajas y cajas de estas ciruelas, maduradas en el árbol... un lujo.

Hoy es el día que no me privo de desayunar o merendar un buen pan casero, con estas mermeladas. Ahora tengo que comprar la fruta y reconozco que no tienen la calidad de entonces, pero hay que adaptarse y sigo disfrutando de ellas como cuando era más joven....