Hoy vais a permitir que ponga una entrada divertida. Los que siguen habitualmente este blog, saben que de vez en cuando entra algún troll a joder la pava. El último no creo que sea un troll, más bien debe ser un chaval jovencillo que, aburrido en la madrugada, ha llegado a ‘La Sombra de Grumm’ y tras leer
esta entrada, no supo muy bien captar la ironía y tuvo la temeridad de ponerse a replicar sin captar muy bien el sentido de la entrada. Voy a poner los últimos dimes y diretes de la conversación que estamos manteniendo para que quede constancia de que el sentido común es el menos común de todos los sentidos.
(PRIMERO LEER LA FAMOSA ENTRADA '
ROJO SOBRE NEGRO')
Lestat du Lioncourt dijo...desde mi punto de vista la persona que escribio este articulo no tiene la mas minima idea de lo que esta diciendo.
prmero el diseño des portadas de vampiros rojo y negro es mas qe clasico, ya se ha usado en varios libros.
segundo, como es posible considerar a alguien mediocre como Stehphenie Meyer como la mejor autora de novelas d vampiros , si la mejor siempre es y seguira siendo Anne Rice.
y tercero, se escribe Bram Stoker.
Sthephenie Meyer es solo una escritora contemporanea que deformo la idea del vampiro d Anne Rice haciendo queme den ganas de vomitar al pensar en alguna desus creaciones.
David Mateo dijo...No, no, te equivocas. Es Blan Storque. Es más, la gran Stephanie Meyer inspiró a Anne Rice en las historias de vampiros. Eso lo sabe todo el mundo. ¿Conoces a autores como Le Fanu, Johann Ludwig Tieck, John Polidori, Elizabeth Grey, Allan Poe, Théophile Gautier, Aleksey Tolstoy o Nikolay Gogol? (Seguro que sí, viendo tu mensaje se nota que eres una conocedora en potencia del mundo de los vampiros) Pues a todos ellos también los inspiró la Meyer, porque la Meyer tiene un espíritu inmortal que, incluso antes de su nacimiento, inspiró a generaciones enteras de autores.
Por cierto, me ha calado eso de que la Meyer es contemporanea y Anne Rice no. Los vampiros de la Rice son super-super-super-super originales.
Anónimo dijo...Que alguien te ayude.
"Creo que fue Anne Rice, una autora posterior a la maestra Meyer". Anne Rice podría ser la madre de esa Meyer, y no sólo a juzgar por la edad, sino por su capacidad como autora, hay más arte en una página de Rice que en toda la saga de Meyer.
Ten cuidado en quererte hacer el intelectual. Hay que leer. No se compare además, la obra literaria con la ambiciosa trampa poco inteligente de los editores que se copian las portadas por querer vender más.
De verdad me decepciona la gente que no tiene idea de lo que escribe. Ilústrate antes de hacer el rídiculo.
David Mateo dijo...A ver, querido/a, voy a poner el modo irónico en OFF. Servidor leyó ‘Entrevista con el vampiro’ cuando tenía quince o dieciséis años; ahora tengo treinta y dos. A la Meyer no la he leído porque ni me interesa, ni me suscita ningún tipo de gracia. Pero uno, que ya esta talludito en el mundillo literario, sabe perfectamente que Crepúsculo es un libro que no tiene ni cuatro años y las Crónicas vampíricas son más viejas que Carracuca, concretamente del 76. Lo que pasa es que por el mundo hay tipos y tipas como tú que son incapaces de ver el sentido irónico o crítico de la vida porque su capacidad intelectual no da más de sí. Si echaras un vistazo a este blog y buscaras otras entradas relacionadas con la Meyer te darías cuenta de que no es santa de mi devoción.
Ahora vamos a aclarar lo del tema intelectual: decir que la Meyer es contemporánea y Anne Rice no, denota una falta de cultura monumental, aunque no seré yo el que te diga tonto o tonta. Querido/a, literatura contemporánea suele referirse a la literatura que se realizó durante el siglo XX, así que referirse a la Meyer como escritora contemporánea y a la Rice no, es un absurdo de dimensiones monumentales, por muchos años que la Rice le lleve a la Meyer.
Por cierto, tu queridita Anne Rice, antes de que la Meyer volviera a poner de moda los vampiros (cosa que sí que hay que agradecerle a esta última) renegó de las Crónicas Vampíricas ante escándalo de muchos fans. Luego se lo pensó mejor, se dio cuenta de que los vampiros le habían nutrido perfectamente su cuenta corriente y volvió a darle vidilla a Lestat y compañía.
Más cosas, Anne Rice no inventó absolutamente nada. El prototipo de vampiro aristocrático ya lo pusieron en marcha otros muchos autores del siglo XIX, así antes de Lestat o Armand existieron Lord Ruthven o Mircalla Karnstein (ya que eres tan listo/a supongo que no hará falta ni que te diga quienes son) o incluso el Conde Drácula de Blan Storque (perdón… Bram Stoker, que estoy con el modo irónico OFF). Pero la lista de vampirizados y vampirizadas relacionados con la nobleza del siglo XIX no acaba ahí y podemos encontrar muchos otros ejemplos: la pobre Bertha Kurthel que fue resucitada por el Conde Rodolph, la condesa Clarimonda del palacio Concini, que se dedicaba a tentar a los seminaristas cuando estaban a punto de convertirse en curas, Kostaki, hermano de Gregoriska, cuyo amor insano por Edvige le llevó a convertirse en un monstruo, Teresa Biffi, hija de un granjero, que por obra y gracia del Innominato, regresó entre los vivos para martirizar al malvado señor de Gardonal y así un montón de chupasangres, resucitados y no muertos que plagaron los cuentos y relatos del siglo XIX y que más tarde inspirarían a muchos autores contemporáneos, entre ellos Anne Rice. Pero claro, eso tú ya lo sabrías, por supuesto. Alguien que tiene la osadía de llamar inculto a otra persona debe guardar un nivel de conocimientos altísimo.
Yo no soy un gran experto en temas vampíricos, pero aunque no haya leído a la Meyer (por lo que me ponen a parir en otras entradas de este mismo blog) sí que he leído algunos libros y cuentos relacionados con el tema, lo justo para defenderme. Por supuesto he leído ‘Entrevista con el vampiro’ y ‘Lestat el vampiro’, por cierto, este último me aburrió y ahí se acabaron las crónicas de Rice. A la Rice, como a Martin o al propio King antes que ellos, se les reconoce haber hecho un uso icónico del vampiro en la nueva literatura. Y a la Meyer se le debe reconocer haber puesto de moda al nosferatu entre el público adolescentes, creando una variante del horror tradicional, que podría denominarse romántico-adolescente-paranormal. Otra cosa es que a nivel personal me gusten o no me gusten los libros de la Meyer y de la Rice, y ya te digo que la primera no me gusta y la segunda me cansa. Pero no te ofendas, querido/a, que son gustos personales.
Respecto a las portadas negras y rojas, en la entrada he puesto 21 ilustraciones con grandes semejanzas. Tú que eres tan guapo y tan listo y dices, textualmente: prmero el diseño des portadas de vampiros rojo y negro es mas qe clasico, ya se ha usado en varios libros (traducción: primero, el diseño de las portadas de vampiros rojo y negro es más que clásico, ya se ha usado en varios libros), te reto a que pongas diez enlaces previos al 2005, fecha en la que salió Crepúsculo en España, en donde aparezcan ilustraciones de portadas con los mismos motivos que aparecen en los libros que he expuesto yo. ¡Adelante! Lo bueno de hoy en día es que hay páginas webs con grandes bibliotecas en donde están registradas la mayoría de los libros con sus portadas originales y las distintas reediciones. Espero con ansias que me rectifiques y me saques de mi error, eso sí, con pruebas y enlaces que puedan ver todo el mundo, no con palabras y con insultos.
Mientras tanto, teniendo en cuenta tu incapacidad de captar una ironía y la falta de argumentos en tus exposiciones, permíteme que te de un consejo: antes de meterte con alguien, investiga un poco por su blog, trata de captar el doble sentido de las palabras, intenta discernir por ti mismo que alguien que pone Blan Storque debe estar de cachondeo, lee los mensajes anteriores al tuyo y verás de que va el rollo y trata de ponerte a la altura intelectual de la persona con la que estás hablando. Más que nada porque el resto de la gente que te lea y sí que haya captado la ironía de la entrada, va a pensar: ‘este chico/a es tonto/a’. Y yo, querido/a, no quiero en absoluto que piensen eso de ti.
En resumida cuentas, amiguitos, en este mundo no hay nada más osado que un tonto con iniciativa. Creo que me voy a copiar esta entrada para enseñársela a mis alumnos y que aprendan un poco más sobre el sentido de la ironía y el uso de las palabras y, sobre todo, que antes de abrir la boca, es importantísimo leer con atención y tratar de ver el mundo que te rodea.