Planeta, 2.014
Premios: Premio Azorín 2.014
Precio: 20€
Adquisición: librería de segunda mano
El autor
Ramón Pernas es un escritor español nacido en Lugo en 1.952. Novelista, guionista, periodista y crítico literario, es licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, donde también estudió Sociología. Su actividad laboral siempre ha girado en torno a la cultura. Durante diez años fue director editorial de Espasa Calpe. En 1.999 obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla con 'Paso a dos', con el que también resultó finalista del Premio Nacional de Literatura y en 2.011, el XI Premio Internacional de Novela Emilio Alarcos Llorach por 'En la luz inmóvil'. Ha publicado las novelas: 'Si tú me dices ven' (1.996), 'El pabellón azul' (1.998), 'Brumario' (2.000), 'Libro de actas' (2.003) y 'Del viento y la memoria' (2.006). Su última novela publicada es la ganadora del Premio Azorín de novela 2.014: 'Hotel Paradiso'.
Sinopsis
Cuando el ingeniero J. I. construyó la residencia de ancianos Paradiso, nunca se imaginó que pasaría en ella los últimos días de su vida. Recluido allí por sus hijos, el anciano comienza a maquinar un plan para «liberar» a sus compañeros de residencia. Para él, el Paradiso se había convertido en un infierno. Mientras, y sin que J. I. lo sospeche, la casualidad quiere que a ese mismo pueblo llegue el circo Tivoli llenándolo todo de color y magia y con una atracción estrella: la elefanta Zara; la misma que cincuenta años atrás él había regalado a su hijo recién nacido, ahora dueño del circo.
Mi crítica
Esta va a ser una reseña difícil de redactar. Me ocurre en muy pocas ocasiones, y esta definitivamente es una de ellas. Sucede cuando una novela me ha gustado y disgustado por partes iguales, y tras deliberarlo, sigo sin llegar a tomar una decisión rotunda. 'Hotel Paradiso' cuenta con numerosos ingredientes para que disfrute de la lectura, y sin embargo, debo ser honesta y dejar claro que no ha sido así.
Para empezar, el título despista. 'Hotel Paradiso' no es una novela cuyo principal escenario sea un hotel, sino una residencia de ancianos bautizada de esta manera. Existen dos protagonistas: por un lado, J.I., que cuenta su vida y milagros (a veces resulta ameno leerlos, en otras ocasiones no tanto), desde que era joven y hasta que se ha visto encerrado en el geriátrico qué el mismo contribuyó a que se hiciera realidad.
Por otro lado, conocemos a su hijo, fruto de un amor pasional que, por determinadas circunstancias, no llegó a cuajar con una artista de un circo itinerante. Ninguno de las dos tramas me ha parecido que estuviera, en ningún momento, por encima de la otra. En ocasiones, una era más entretenida que la otra y viceversa, pero ni una ni la otra destacando de manera clara.
Sin haber consultado antes la biografía del autor tenía claro que Ramón Pernas adora el circo. Me gusta el enfoque desde el cual aborda la trama que gira en torno a él, pero esa pasión con que narra la atmósfera circense me llegó, he de confesarlo, amortiguada. Las emociones no se transmitían a través del papel tan directamente como en otras ocasiones, como en otras novelas que, como el del circo, tratan temas que no me llenan especialmente.
La manera en que Ramón Pernas escribe me gusta mucho, es bastante singular. Esta en sintonía con la manera en que conduce la trama: un caos ordenado, siguiendo una ruta en la que el lector no dispone de mapa. Salta de un tema a otro de una forma que en principio podría pasar por desordenada y alocada, pero a medida que uno se va internando en la novela, termina por concluir que no lo es, en absoluto.
Esta manera de narrar me encandilaba hace unos cuantos años. Devoraba libros que presentaban esta particularidad, me encantaba, quería imitar este estilo. Debo decir que soy muy partidaria del caos ordenado, y no porque me guste especialmente sino porque considero que existen personas que nacen ligadas a él y no hay manera de despegárselo. Tras un empacho de obras de estas características, podríamos decir que me terminé desenganchando y ahora, cuando me cruzo con una de ellas, la sensación que tenía antes no se reproduce. Ya no es lo mismo.
'Hotel Paradiso' no es una de esas novelas que deban enganchar al lector, pero llegó un punto que incluso se me hizo un poco cuesta arriba continuar con ella. Lo peor de todo, y este es uno de los motivos por los cuales es difícil redactar esta reseña, es que no sé explicar por qué.
Uno de los puntos fuertes que sin duda quiero destacar de esta novela es lo interesante que resulta ser testigo del pulso que mantiene J.I. con la muerte. En cierto modo, y al estar narrado siempre en primera persona tanto si se trata de J.I. como de su hijo, da la sensación de que los personajes están relatando sus historias de viva voz. Es como si la obra fuera una transcripción de sus palabras. No es una novela al uso.
A pesar de que la novela de Ramón Pernas tenga menos de trescientas páginas, no se me hizo corta en absoluto. Esto no es un reproche, sino más bien un halago. A medida que la novela iba llegando a su fin, me di cuenta de lo importante que resulta la muerte en ambas tramas. Es una pieza fundamental, que en realidad tiene como misión principal unir las vidas de J.I. y su hijo de nuevo. Por eso el final es algo triste, ya que este elemento está presente del todo, pero me ha gustado el modo en que concluyen ambas historias.
Conclusión
Uno no sabe con qué se va a encontrar en el siguiente pasaje, qué elementos van a irrumpir en la trama o cuál será el siguiente paso de cada personaje. Sin embargo, el autor no deja nada al azar. Esta característica de la novela es, considero, la cuestión definitiva que hará a los lectores disfrutar con 'Hotel Paradiso' o bien no llegar a hacerlo del todo.
Por ello, no creo que 'Hotel Paradiso' sea una novela que vaya a disfrutar todo tipo de lectores. Aquellos que lo hagan, lo harán de verdad. Yo he sido capaz de llegar a esta conclusión, pero no de aplicarme el cuento: no he logrado tener una experiencia completa con la obra, algo de lo cual me arrepiento, pero creo que no podría haber sido de otra manera. No hay valoración ni respuesta a la pregunta de la recomendación esta vez. Considero que, dadas las circunstancias, ambas ausencias son comprensibles.