Plaza & Janés, 2.009
Premios: ninguno.
Precio: 23,90 €
Adquisición: a través de libroscompartidos.com
"Baila, baila, Zarité, porque el esclavo que baila es libre... mientras baila".
La autora
Isabel Allende es una autora chilena nacida en 1.942. Inició sus estudios en su propia casa y desde 1959 trabajó para Naciones Unidas en la FAO, viajando a partir de entonces por Europa por razones de trabajo. Desde 1.967 hasta 1.973 trabajó como periodista en Chile y también en televisión. En 1.973, como consecuencia del golpe de estado en su país, se exilió a Venezuela, trabajando también como periodista en Caracas. Retornó a Chile en 1.988. En la actualidad, vive en California. Isabel Allende es la escritora en lengua española más leída de todos los tiempos, en géneros tan distintos como la novela, los cuentos infantiles y el teatro. Su obra se cataloga como realismo mágico. Su lenguaje es sencillo, claro y pleno de contenido, y siempre marcado con acento feminista. Ha vendido millones de copias de sus libros, con traducciones a multitud de idiomas. También ha obtenido numerosos galardones por sus obras, como el Premio Nacional de Literatura de Chile en 2.010. 'La isla bajo el mar' fue publicada en 2.009.
Sinopsis
Zarité, una muchacha mulata que a los nueve años es vendida como esclava al francés Valmorain, dueño de una de las más importantes plantaciones de azúcar de la isla de Santo Domingo. A lo largo de la novela viviremos cuarenta años de la vida de Zarité y lo que representó la explotación de esclavos en la isla en el siglo XVIII, sus condiciones de vida y cómo lucharon para conseguir la libertad. Pese a verse obligada a vivir en el ambiente sórdido de la casa del amo y verse forzada a acostarse con él, nunca se sentirá sola. Una serie de personajes de lo más variopinto apoyarán a nuestra protagonista para seguir adelante hasta conseguir la libertad para las futuras generaciones.
Mi crítica
Seré sincera: cuando esta novela fue publicada en 2.009, el argumento no me llamó demasiado la atención. No fue hasta este año cuando la vi en mi web de intercambio de libros favorita y la pedí. Mi madre se la había leído y me dio su dictamen. Con un escueto: “no está mal” decidí que era suficiente y tras chequear un par de reseñas bastante entusiastas en los blogs que frecuento, me dispuse a leerla.
El comienzo me pareció lento, así como el ritmo general de la novela, algo que no he experimentado o no he notado en otras obras de Isabel Allende. Considero que el libro presenta demasiadas subtramas que, enganchadas a la trama principal, provocaron cierto lastre que se hace muy evidente a partir de la segunda parte (que no segunda mitad) de la novela. Los acontecimientos importantes están muy espaciados entre sí, y en mitad de los mismos el lector encuentra pequeños avances que en mi opinión saben a poco, y subtramas que enredan, y que no levantan tanto interés como la principal.
Tanto Violette como Zarité (o Teté) son dos de los personajes más importantes de la novela. En mi opinión, los mejor construidos. Violette es una mulata de gran belleza, que casi podría pasar por blanca, que utiliza de manera muy inteligente su sensual cuerpo como modo de ganarse la vida. Teté no me convenció hasta pasadas unas cuantas decenas de páginas: cambié de opinión cuando llega a la pubertad, momento a partir del cual Isabel Allende hace de ella una protagonista más que digna, bajo mi punto de vista.
Reconozco que costó en ocasiones vislumbrar ese halo que presentan figuras que aparecen en otros libros de la autora chilena. Ese carisma, esa luminosidad, esa magia, no siempre acompañaba a los personajes principales, bajo mi punto de vista, y ello contribuyó a que mi impresión sobre la novela no sea tan positiva como podría haberlo sido.
Estos aspectos negativos que señalo en mi opinión se acrecentan cuando uno se adentra en la segunda parte de la novela. Bajo mi punto de vista, la obra acusa un bajón bastante importante y ni mi interés ni mis ganas de seguir leyendo eran los mismos.
Conclusión
'La isla bajo el mar' se me ha hecho un poco larga y tenía más ganas que las debidas de conocer el final y concluir la lectura. La recomiendo, pero no a aquellos que no se hayan estrenado con las novelas de Isabel Allende porque en mi opinión no es ni de lejos su mejor libro. A los demás, les advierto que pueden encontrarse en la misma situación que yo y por ello espero que esta reseña les haya servido no de advertencia, sino de guía para saber a qué atenerse. No sé qué valoración ponerle, ni tampoco puedo abrir ni cerrar la puerta a una recomendación. Esta vez, dejo que decida cada uno más que nunca.
He tenido buenas experiencias leyendo novelas de Isabel Allende. Mis favoritas son 'La casa de los espíritus' (a la que casi podríamos denominar como un clásico de nuestro tiempo) y 'Paula'. También disfruté mucho con 'La hija de la fortuna' y 'La suma de los días'.
Por ello, pensé que la lectura de 'La isla bajo el mar' sería, cuanto menos, grata. Y el resultado es que no me ha convencido tanto como me hubiese gustado, desafortunadamente.
Seré sincera: cuando esta novela fue publicada en 2.009, el argumento no me llamó demasiado la atención. No fue hasta este año cuando la vi en mi web de intercambio de libros favorita y la pedí. Mi madre se la había leído y me dio su dictamen. Con un escueto: “no está mal” decidí que era suficiente y tras chequear un par de reseñas bastante entusiastas en los blogs que frecuento, me dispuse a leerla.
Desde el principio, 'La isla bajo el mar' se me atragantó. Para empezar, me costó meterme en la historia más que con otras novelas de la autora chilena y eso se me hizo raro. El estilo narrativo es el mismo que se puede hallar en otros títulos. Dicho sea de paso, me encanta: pienso que Isabel Allende nunca pierde la elegancia al escribir, independientemente del tema que trate en cada momento, aunque este sea escabroso o esté presente carga sexual.
El comienzo me pareció lento, así como el ritmo general de la novela, algo que no he experimentado o no he notado en otras obras de Isabel Allende. Considero que el libro presenta demasiadas subtramas que, enganchadas a la trama principal, provocaron cierto lastre que se hace muy evidente a partir de la segunda parte (que no segunda mitad) de la novela. Los acontecimientos importantes están muy espaciados entre sí, y en mitad de los mismos el lector encuentra pequeños avances que en mi opinión saben a poco, y subtramas que enredan, y que no levantan tanto interés como la principal.
'La isla bajo el mar' trata sobre la esclavitud en la era de la razón y de las guillotinas. Las consecuencias de la mezcla de razas en las colonias antillanas así como el vudú que trajeron los africanos consigo son pilares fundamentales de la novela. Eso tiene en común con 'El país de los espíritus', de Miguel Ruiz Montáñez, pero desde mi punto de vista la obra de Isabel Allende aborda estos temas desde una perspectiva mucho más atractiva.
Tanto Violette como Zarité (o Teté) son dos de los personajes más importantes de la novela. En mi opinión, los mejor construidos. Violette es una mulata de gran belleza, que casi podría pasar por blanca, que utiliza de manera muy inteligente su sensual cuerpo como modo de ganarse la vida. Teté no me convenció hasta pasadas unas cuantas decenas de páginas: cambié de opinión cuando llega a la pubertad, momento a partir del cual Isabel Allende hace de ella una protagonista más que digna, bajo mi punto de vista.
Desde luego, la vida de Zarité no tiene nada de común y es una historia que merece la pena leer, pero no me ha gustado personalmente que haya acaparado tanto protagonismo durante toda la novela. Hubiese preferido que los niños (Maurice y Rosette) tomaran su relevo y que su historia hubiera tenido más importancia a partir de cierto punto. Eso convertiría 'La isla bajo el mar' en una saga familiar, género que la autora cultiva rozando a la perfección, bajo mi punto de vista.
Reconozco que costó en ocasiones vislumbrar ese halo que presentan figuras que aparecen en otros libros de la autora chilena. Ese carisma, esa luminosidad, esa magia, no siempre acompañaba a los personajes principales, bajo mi punto de vista, y ello contribuyó a que mi impresión sobre la novela no sea tan positiva como podría haberlo sido.
Lo que peor he llevado, sin duda, ha sido la ausencia de realismo mágico en 'La isla bajo el mar'. Isabel Allende es una autora que, en mi opinión, sabe cómo utilizar este recurso de manera muy ventajosa en sus obras y me extraña mucho que no lo haya querido aplicar en esta. Los ritos vudú y las supersticiones de la época sustituyen el realismo mágico. Una pena, porque el efecto que logran no tiene ni punto de comparación. Gran parte del éxito de Isabel Allende en su carrera de novelista, estoy convencida, se debe al buen uso que hace de este recurso y en 'La isla bajo el mar' no hay ni rastro de él.
Estos aspectos negativos que señalo en mi opinión se acrecentan cuando uno se adentra en la segunda parte de la novela. Bajo mi punto de vista, la obra acusa un bajón bastante importante y ni mi interés ni mis ganas de seguir leyendo eran los mismos.
Conclusión
'La isla bajo el mar' es una novela que me ha gustado, pero ni mucho menos al nivel que lo han hecho otras obras de Isabel Allende. Tampoco he podido engancharme a la lectura, algo que se me ha hecho raro tratándose de la autora que firma el libro. Me ha faltado ese componente de realismo mágico; me ha faltado mayor carisma en los personajes más importantes en ciertos pasajes y me han sobrado algunos tramos de ciertas historias secundarias que desdibujan un tanto el hilo principal.
'La isla bajo el mar' se me ha hecho un poco larga y tenía más ganas que las debidas de conocer el final y concluir la lectura. La recomiendo, pero no a aquellos que no se hayan estrenado con las novelas de Isabel Allende porque en mi opinión no es ni de lejos su mejor libro. A los demás, les advierto que pueden encontrarse en la misma situación que yo y por ello espero que esta reseña les haya servido no de advertencia, sino de guía para saber a qué atenerse. No sé qué valoración ponerle, ni tampoco puedo abrir ni cerrar la puerta a una recomendación. Esta vez, dejo que decida cada uno más que nunca.