Haciendo
historia éste fue uno de los panes que las chicas de Bake the world propusieron
en el 2015, prácticamente ayer¡¡¡¡. La verdad es que gracias a sus retos conocí
un montón de panes que nunca hubiera imaginado, una pena que no hayan podido
seguir con el reto.
No sabría
decir cuál de todos me gustó más, éste tiene una miga blandita, es muy sabroso y
además es de los que son fáciles de amasar sin necesidad de tener ninguna máquina.
El Blaa es
un pan de origen irlandés y si estáis interesados en sus orígenes cualquiera de
los participantes del reto cuenta perfectamente su historia.
Ahora
explico lo de “a la española” de la receta que por supuesto no es porque de
repente me haya dado a mi ninguna vena patriota. En la receta
original como os podéis imaginar el ingrediente distintivo es la mantequilla
que le aporta ese sabor abriochado tan rico y característico de este
pan, yo lo he preparado con ella y de verdad que está francamente bueno, pero
aunque no es mucha cantidad he intentado versionarlo pensando en una persona a
la que aprecio mucho y que en estos momentos tiene que cuidar especialmente su
alimentación.
El
resultado es también muy rico por eso recomiendo las dos versiones.
Ingredientes para 8 bollos de
aproximadamente 90g
*Harina blanca panadera: 500 g (más
la de cubrir los bollos)
**Agua: 275 ml
**Levadura de panadero: 20 g si es de
la prensada (Marca Levital o similar) o 7 g si es de la seca (Maizena o
similar)
Sal: 10 g
Azúcar: 10 g
Aceite de oliva: 10 g (Si utilizamos mantequilla
en lugar del aceite utilizarla en punto pomada 10 g)
* He probado con
dos tipos de harina, con la de fuerza de Gallo que es mucho más fácil de
encontrar en cualquier supermercado y con la harina panadera "El Amasadero" que
se puede comprar por internet, aunque en su página indican las tiendas físicas
donde se pueden comprar. Tengo que reconocer que hay mucha diferencia a la hora
de la elaboración y en el resultado.
Cada
harina absorbe un volumen de agua distinto en el caso de la de Gallo y si vais
a amasar a mano igual es conveniente añadir un poco más de agua, no digo
cantidad pero ir añadiendo 10 ml según veamos..
**Como referencia se utiliza una
tercera parte de la cantidad de levadura prensada o fresca, es decir para 25g
que tiene la levadura prensada utilizaríamos unos 8 g de levadura seca.
Elaboración:
En un recipiente hondo pesamos el
agua tibia, la levadura, disgregada si es la prensada y el azúcar y lo dejamos
reposar 10 minutos. Lo primero que hacemos, es activar la levadura en el agua
tibia durante 10 minutos.
Pasados los 10 minutos añadimos el
resto de ingredientes. Si utilizamos mantequilla ésta se disgrega junto con la
harina. Amasamos hasta tener una masa lisa y brillante, durante unos 10
minutos. En el caso de que cueste el amasado dejamos reposar unos minutos y
volvemos a amasar de esta forma resulta mucho más fácil.
Cuando esté amasada untamos un
recipiente hondo con un poco de aceite de oliva y la dejamos reposar cubierta
con un paño de cocina o film transparente (yo utilizo los gorros de ducha de
plástico), hasta que doble su volumen. Serán unos 50 minutos aproximadamente.
Esto dependerá de la temperatura ambiente de tu casa, cuanto más calor leva más
pronto.
Pasado este tiempo, dejamos la masa
en la encimera, y la doblamos varias veces de las esquinas al centro, con
cuidado, para no quitar más aire del necesario.
Dejamos 15 minutos para que repose y
así luego nos cuesta menos trabajar con ella.
Con un cuchillo afilado o
una rasqueta de panadero, cortamos la masa en ocho porciones iguales y dejamos un
nuevo reposo de 5 minutos
Damos forma de bola plegando nuevamente
la masa de las esquinas al centro y con la mano hueca vamos dando forma redonda
a los bollos, en éste video se ve perfectamente como se hace. Dejando los pliegues abajo vamos depositando cada bollo en una
bandeja de horno en la que habremos espolvoreado en el fondo harina.
Precalentamos el horno a 250ºC calor
arriba y abajo. Espolvoreamos harina encima de los bollos y los introducimos en
la primera bandeja empezando por abajo y bajamos la temperatura a 230ºC.
Dejamos cocer de 15-18 minutos.
Si vemos que se tuestan demasiado
cubrir con papel de aluminio para que no se quemen. Como yo he probado las dos versiones he comprobado que hay diferencias en el tostado de la corteza, con aceite quedan más crujientes y dorados que con la mantequilla de ahí el color más tostado que los originales.
Listos y a rellenar con lo que más
nos guste. Se conservan tres días sin problema en una bolsa de plástico y congelan
perfectamente.
Espero que os gusten
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