lunes, abril 30, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero B)

Casimiro Luengo volvía de un funeral celebrado a 500 kilómetros cuando paró a echar gasolina y a tomar un café. Todo lo vivido desde esa madrugada, cuando le avisaron de la muerte de ese familiar, se le presentó en la barra del bar: las prisas del viaje, los llantos de los allegados en el tanatorio, la incredulidad ante la muerte, el estallido de los gritos de la esposa cuando dos operarios con uniforme verde introdujeron el ataúd en el hueco hecho en la tierra. Ese hombre era joven y sus arterias no habían respondido como era de esperar. La camarera le preguntó por segunda vez cómo quería la leche y entonces, Casimiro, al posar su vista en la mirada de esa mujer madura y contestar que muy caliente vio en ellos una paciencia y un brillo tan fenomenal y esotérico que consideró toda la jornada como una victoria y deseó llegar pronto a casa.

viernes, abril 27, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (primero A)

No es que lo desee, pero invariablemente Mario acaba todas las mañanas viendo porno en el ordenador. Empieza mandando currículos por internet a todas las empresas de fertilizantes, pero luego su dedo de intro se cansa, desesperanzado, y teclea “sexo” en cualquier buscador. Así pasa las horas, mirando la pantalla. Ya no se escandaliza por nada, en el ordenador ha descubierto perversiones que nunca hubiera imaginado. Ya no espera llamadas del departamento de personal de ninguna empresa química especializada en fertilizantes o plásticos, su especialidad. Marga le deja la lista de tareas antes de irse a trabajar y él procura llevarlas a cabo: el desayuno de los niños, la limpieza, la compra, la comida. Todo lo hace con gusto menos mandar currículos, que le deja abatido. Cuando Marga llega por la tarde le nota los ojos enrojecidos de ver vulvas rojas, glandes enormes, posturas acrobáticas, y le anima.

miércoles, abril 25, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo B)

La señora Gladys está siempre contenta. Cuando se marcha su Facundo ella hace la cama alisando las sábanas con golpes enérgicos. Abre las ventanas para airear la casa. Limpia y friega. Cocina ñame y fríjoles, sancocho y arepas, dejando la casa impregnada de un olor hispanoamericano. Todo lo hace mientras canta en voz tan baja que parece que el sonido solo fuera a oírse en el acantilado de sus grandes pechos. A media mañana deja la cacerola con comida humeante encima de la mesa y se pone a limpiar con esmero los cristales de las ventanas hasta sacarles un brillo inverosímil, casi lunar. Desde detrás de los visillos mira a la gente que entra y sale del portal y ahí es cuando se embelesa y sueña con una vida mejor.

lunes, abril 23, 2012

COMUNIDAD DE PROPIETARIOS (bajo A)

El señor Felipe pasa todas las mañanas en el parque. Se sienta en un banco y mira durante horas cómo pasa la gente. Si se fijan, a los transeúntes les parece que el señor Felipe llora, pero no, no llora sino que los ojos le lagrimean a causa de un problema con sus párpados: están demasiado separados del globo ocular. Es un problema añadido a la catarata del ojo izquierdo y al glaucoma del derecho. El señor Felipe ve poco y borroso, fijando la mirada. Parece estar siempre ojo avizor, como los indios de las praderas. Con sus párpados caídos, con su pelambrera rala, parece un perro pachón que alguien hubiera abandonado al lado de los columpios.