La ciencia se inspira en la literatura, en este caso en dos de mis personajes preferidos Wendy y Peter Pan. Son personajes de cuento pero algunos de sus rasgos han sido descritos como síndromes que llevan su nombres.
Buscando en Wikipedia he encontrado la siguiente información:
El síndrome de Wendy se manifiesta en una necesidad absoluta de satisfacer al otro, principalmente la pareja y los hijos. Esta conducta se debe al miedo al rechazo y al abandono y, por razonas culturales, es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Se trata de una conducta que aparentemente puede no representar problema alguno, pero que tiene relación con el Síndrome de Peter Pan, que el psicólogo Dan Kiley registró en 1983 y que se refiere a los individuos que no quieren crecer.
Es habitual la existencia de un Peter Pan que tenga una Wendy para que haga todo lo que él no hace y se responsabilice de todo lo que él evita.
El psicólogo Jaime Lira explica que:
“Un Peter Pan es un varón o mujer que no quiere crecer, que quiere ser niño por siempre y entonces aparece como aquel hombre o mujer que se encuentra detrás, la que se encarga de hacer todo aquello que no hace el primero”
Ejemplos del Síndrome de Wendy serían el padre de familia que prácticamente le hace la tarea al hijo, le despierta todas las mañanas para que no llegue tarde a la escuela, le ayuda en todos sus proyectos, busca hacerle siempre la vida fácil; también el ama de casa que asume todas las responsabilidades en el hogar para que el marido y los hijos no tengan que hacerlo; o un miembro de una pareja que asume todos los deberes y toma las decisiones. El individuo, debido a su miedo al rechazo, al abandono, a no sentirse querido, busca exageradamente agradar a los demás. Siente una gran necesidad de aceptación y aprobación que le lleva a querer ser imprescindible, por lo que evita que los demás se molesten y se esfuerza en complacer sus deseos.
Síntomas:
El psicólogo Jaime Lira señala como característicos del Síndrome de Wendy los siguientes comportamientos:
El individuo se siente imprescindible
Entiende el amor como sacrificio
Puede resignarse al sufrimiento o bien manifestarlo llorando
Evita a toda costa que los demás se molesten
Intenta continuamente hacer feliz a los demás
Insiste en hacer las tareas y asumir las responsabilidades de la otra persona
Pide perdón por todo aquello que no ha hecho o que no ha sabido hacer
Siente necesidad de cuidar al prójimo
Termina por asumir el papel de padre o madre de su pareja.
Para diagnosticar un caso de Síndrome de Wendy deben aparecer varios de estos síntomas durante un período de tiempo largo.
Como terápia se recomienda comenzar a decir ‘no’, darse cuenta de que cada quien es responsable de su vida y no asumir las responsabilidades de los demás, de esta forma, se va a ir incrementando la autoestima de la persona y finalmente podrá establecer relaciones equitativas con la pareja y la gente que le rodea.
¡En fin! esta es la vida real sin embargo cuando pienso en Wendy y en Peter les veo felices sin padecer síndrome alguno, quizás me gusta pensar que hay que crecer, pero no tanto como para dejar de apreciar aquellas cosas que nos hacían disfrutar de niños.
Tenemos que caminar con los pies en la tierra siendo maduros y responsables pero sin renunciar a una parte mágica en la que tengan cabida la ilusión y la fantasía.
Quizás no sea aconsejable soñar sí las expectativas no son reales. Quizas no sea bueno fantasear, quizás, quizás..., por ello me lo voy a intentar permitir en su justa medida.