lunes, 31 de enero de 2011

El camino para el regreso

El tiempo del regreso es igual que el de venida, más lo que nos dejamos en todas las pausas para, mirando entre el recelo y la curiosidad, ver si nos persigue

Cuarteando brazos tempranos puedo
ver desde ahora cómo son sus dientes
marchitos nidos sin sostén que cayendo
vencen con resistencia la corriente;
con un caer y caer que es nunca llegar,
alzarse doliendo para sólo ver marchar

Lo peor de su insistencia es ser trayecto,
ser viento atrapado entre sus ramas,
entre sus débiles puntos inyectos
e impávidos contemplar

Pulimentado aliento creador, el que engaña,
al que no hallaré más sentido,
que alimentará al cuerpo de palabras.
Tómate otra, que yo invito;
el escarnio imantando al contado;
negro albor es, en fin, su brillo

La creación del alba en la noche no abandona
y en ella miedos, lástima, y otros sentimientos aciagos
dejan vía a desvelo del que no perdona,
dibujando sobre grises, ejes cartesianos


miércoles, 5 de enero de 2011

Las vidas de posibles II

Como el engaño deliberado para quien cree a sus ojos antes que a sus manos. Por eso a manosear nuestros propios ideales. No hay mejor forma de comprobar cuán ciertos son, cuán desnudos están. Hay cosas que existen porque la contamos; es el engaño del lenguaje, es el timo de la realidad construída, la ciudad de las ideas donde pocos son felices

El afán de las horas muertas profanando la paz del desasosiego, del que si sacan es contravoluntad y sin el que no sabemos vivir, a falta de más interior, más vida que así por ser lo mejor para el propio ego



Personas sin alma a la competición para arañar rostros con insatisfacción. Y el poco valor de personas que aprecio para, "simplemente", ignorarles y buscar un camino que aparte, además de caminos de tiempo, ascuas que calienten, ahumen, ahoguen a veces, iluminen con rojos las caras que respiren de su ser, consumiendo ambos el oxígeno de un ambiente arrebatado por las vidas. Fuego como camino de rendición, redimirse, renaceres múltiples y muertes únicas

Todo pasa, incluso el tiempo; tras de mí alguien vestido de caballero echa su vida por la ranura de una tragaperras

Gastamos más energía muchas veces en autodestruírnos que en sacarnos de una situación penosa. ¿No sabemos? ¿No queremos? ¿O no "procuramos tanto bien" para nosotros mismos como para con los demás?