Hoy no estoy dispuerta a gastar tiempo con mala, falsa gente; y tampoco quiero ver que las personas que aprecio tengan que aguantar semejante desperdicio de recursos. Pero cada cual debe sorporta el peso que haya decidido mantener ahí, a pesar de inútil como la insoportable levedad del ser, la insorportable soledad del resistir, del consentir (que no aceptar ni tolerar; que hay faltas que no son pasables)
A la cumbre de mis deseos podría descarriar varias eternidades. Pues la realidad es un niño con doble filo, que llora y mama irritando hasta las pieles más cuidadas, llegando por múltipless vías al irreversile camino del atolondramiento mental transitorio, que requiere más dosis de esfuerzo para desandarlo: de cuesta abajo es la ida y con empinada carrera, ramas emergiendo del suelo, ocultas bajo hojarasca, charcos, espinas y rocas, la vía para salir de tal estado
Pera los trucos trágicos están para saciarse de ellos y abusarles merecen. Tenerse en buen lugar, eso válgame que es cierto, que merecido destino es
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Pesa que todo se desvirtúa conforme me adentro en su conocimiento: a la gente se le ha olvidado de dónde viene y faltando a quienes comparten origen se insultan a sí mismo, el odio heterovertido, siempre reflejo del propio autoconcepto. De puertas para adentro las vigas ya se pudren y los cimientos flojean: ¿por qué te empeñas en restaurar la fachada?, un edificio histórico es un edificio histórico, y una personalidad en ruinas es lo que es