Alguna cuenta más ajustada

Ficciones desentrañadas en imágenes, unas reales, otras inventadas, pero todas ciertas; poco a poco se emborronan dándose relieve, tomando forma con compás desarticulado

Rondas de la noche

Faltan palabras cuando en mitad del eclipse sobrevienen los pesares o a mitad del desalojo nace una fresca esperanza digna de caducar

Cuando no sabes qué decir qué es mejor? No abrir la boca (pa tocar...)? Soltar lo que sabes que no le vendrá bien a nadie?

¿Qué hacer cuándo no sabes qué es lo que vendría bien hacer?

¿O cuando alguien te dice algo que te han dicho tantas veces para salir del paso... o con la firme intención de impersonalizar el intercambio? Esto duele especialmente cuando lo hace alguien de quien no esperas tal comportamiento... Por qué lo hace sólo él lo sabe, porque no siempre se explican los motivos. Todo queda en el sótano que toma importancia conforme se lo permiten.

Nada importante, un código de barras más en un almacén con techos altos; pero que puede descuadrar el inventario

Leyes de la ralea del nopu

Cuesta asumir a veces las cosas más simples, las que más nos definen como personas. El combatir entre extremos que, en pequeñas lagunas de tiempo, parecen extenderse infinitamente, perdiéndose la razón incomprendida e incomprensiva y desquiciada por no saber lo que le cuesta el pan que se come a diario.





Barca no suelta amarras a puertos de olvidados barcos,
de olvidadas luces cuando el sol decae en las ventanas,
y alguien ya no recuerda las noches que aún llegan
a morir en frías despensas esperando mar sin descanso

Vuelve para que sepa lo que es recordar teniendo delante,
lograr concretar en un segundo lo que he pensado en años,
ver cómo el sentido se recrea en mis sentidos, recordarlo,
no me sigas si no entiendo el momento en sinsentido alarde

Como piedras en otro tiempo apreciadas, riqueza imberbe,
albergo a recaudo tres momentos fébridos sin calma,
entrometidas, imágenes y palabras en abyecto vaivén
sin más valor que lo surgido con predestinada muerte