Como ya sabéis estoy en Lyon, alojada chez mes chers Clementine et Al. Pensaba que al estar fuera de casa me sería imposible participar en el reto de las Ventanas Verdes de este mes. Pero a Al., chileno de pura cepa, se le antojaron unas sopaipilllas para acompañar estos días de lluvia y frío, y cual fue mi sorpresa al descubrir que ese plato chileno consiste en unas tortas hechas con puré de calabaza, que se pueden comer en su versión salada, acompañadas de pebre, o en su versión dulce, cubiertas de almíbar. Acordamos que yo le preparaba las sopaipillas y él a cambio hacía las fotos del plato.
En Francia en otoño los mercados se llenan de calabazas. Este domingo estuvimos paseando por el marché del Quai Saint Antoine (aunque mi favorito es el de la Croix-Rousse, pero fuimos al Quai a visitar a mi querida Farouh, la de los cornes de gazelle) y allí pude comprobar lo afortunada que es la región de Rhône-Alpes, al menos en lo tocante a las cosas del comer. Lyon está en un cruce de caminos entre la Provenza, los Alpes, y el centro del país, así que le llega lo mejor de todas partes: tomates, aceitunas y otros productos del mediterráneo de la Drôme, pastas de Saboya, vinos de la región de Côtes du Rhône, setas de los bosques de los Alpes, quesos de todas partes, y a eso hay que añadir los fabulosos panes, los croissants y las viennoiseries en general. Para hacer esta receta nosotros usamos una calabaza potimarron, que es un tipo de calabaza de sabor dulce, carne bastante densa, y un cierto gusto a castaña. Era una de nuestras favoritas cuando vivíamos aquí.
Las sopaipillas son unas tortas que se preparan con harina y calabaza a partes iguales. Yo no conocía el plato, y buscando información he descubierto que son primas hermanas de las sopaipas, un dulce típico cordobés, en particular del pueblo de Montilla. Cómo diría Al., ¡esto es cosa de Psíquicos! La diferencia con sus primas españolas es que estas últimas no llevan calabaza. Sin que sirva de precedente, me quedo con las chilenas.
Ingredientes,
350 gr de puré de calabaza (hervida o asada, aunque si es hervida habrá que ajustar las cantidad de harina a el agua que haya absorbido la calabaza)
350 gr de harina (aproximadamente) Nosotros usamos T80, que es una harina francesa a medio camino entre la blanca y la integral. Dependiendo del tipo de harina hará falta más o menos harina.
45 gr de mantequilla
1 cucharadita de sal
2/3 de cucharadita de levadura de repostería
Mezclamos el puré con la mantequilla, la levadura y la sal, y vamos añadiendo la harina. Amasamos hasta tener una masa que no se pegue a las manos. Dejamos reposar 15 minutos.
Pasado ese tiempo, estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta dejarla fina, como de unos 10 mm de espesor. Cortamos círculos de unos 10 cm de espesor.
Calentamos en una sartén aceite suficiente para que cubra las sopaipillas al freirlas. El aceite tiene que estar bien caliente, para que las sopaipillas se frían sin absorber demasiado aceite, pero no tanto como para que se quemen. Yo encontré que la temperatura era más o menos la misma que cuando se hacen patatas fritas.
Vamos friendo las sopaipillas por tandas, y las dejamos escurrir encima de papel absorbente.
Una vez fritas, se pueden comer tibias, con pebre, o bien hacer un almíbar y comerlas en su versión dulce. Vamos a ver las dos versiones:
Versión salada
Según Al., en Chile las sopaipillas se toman acompañadas de pebre. El pebre es una salsa hecha a base de tomate, cebolla, ajo, cilantro fresco y ají (guindilla) todo picado muy fino, y mezclado con aceite de oliva, sal y vinagre. No os doy cantidades porque según el interfecto eso va "al gusto". Si a una le gusta más picante, pues le pone más ají al pebre. El nuestro tenía el picante justo para no abrasar.
Se comen las sopaipillas con el pebre por encima. También podemos comerlas con chutneys, con tapenade...
Versión dulce
Las sopaipillas en su versión dulce se llaman sopaipillas pasadas. Hay que preparar un almíbar, idealmente con chancaca, también llamada panela en otros sitios. Como en Lyon no encontramos panela lo hicimos con azúcar moreno. Se pone agua en una cacerola, azúcar moreno (pusimos una taza), la cáscara de un limón o una naranja, un palo de canela y un par de clavos de olor. Al. dejó que se caramelizara el azúcar, y luego volvió a añadir agua para tener un almíbar líquido, metió las sopaipillas (las que habían sobrado de comerlas en versión salada) y las dejó unos 10 minutos. Cuanto más tiempo se dejen, más pasadas estarán. Y también más dulces, porque absorberán más almíbar. Pero no os paséis que tampoco queremos que se deshagan. Cuando veamos que van estando blanditas las vamos pasando a una fuente, y por último las regamos con el almíbar que quede.
Hay que comerlas tibias. Si sobran para el día siguiente, volved a calentarnas si el sirope se ha endurecido y estarán igual de buenas.
Versión salada
Según Al., en Chile las sopaipillas se toman acompañadas de pebre. El pebre es una salsa hecha a base de tomate, cebolla, ajo, cilantro fresco y ají (guindilla) todo picado muy fino, y mezclado con aceite de oliva, sal y vinagre. No os doy cantidades porque según el interfecto eso va "al gusto". Si a una le gusta más picante, pues le pone más ají al pebre. El nuestro tenía el picante justo para no abrasar.
Se comen las sopaipillas con el pebre por encima. También podemos comerlas con chutneys, con tapenade...
Versión dulce
Las sopaipillas en su versión dulce se llaman sopaipillas pasadas. Hay que preparar un almíbar, idealmente con chancaca, también llamada panela en otros sitios. Como en Lyon no encontramos panela lo hicimos con azúcar moreno. Se pone agua en una cacerola, azúcar moreno (pusimos una taza), la cáscara de un limón o una naranja, un palo de canela y un par de clavos de olor. Al. dejó que se caramelizara el azúcar, y luego volvió a añadir agua para tener un almíbar líquido, metió las sopaipillas (las que habían sobrado de comerlas en versión salada) y las dejó unos 10 minutos. Cuanto más tiempo se dejen, más pasadas estarán. Y también más dulces, porque absorberán más almíbar. Pero no os paséis que tampoco queremos que se deshagan. Cuando veamos que van estando blanditas las vamos pasando a una fuente, y por último las regamos con el almíbar que quede.
Hay que comerlas tibias. Si sobran para el día siguiente, volved a calentarnas si el sirope se ha endurecido y estarán igual de buenas.
Estaban muy buenas, pero yo nunca las había probado, así que no podía comparar con otras para juzgar si eran auténticas. ¡Pero Cl. y Al. estaban bien felices! Y eso era lo importante.
Ya sabéis que podéis ver las recetas del resto de integrantes de las Ventanas Verdes aquí.
Os dejo estas fotos de nuestro paseo por Lyon. Como podéis ver, es una ciudad llena de escaleras que suben y bajan. Nosotros hicimos un recorrido que era el que solía hacer con los amigos que venían de visita. Consiste en bajar la colina de la Croix-Rousse (donde vivíamos) y caminar hasta el Quai Saint Antoine, cruzar hacia el Vieux Lyon, subir a la Fourvière, y luego bajar por la colina y cruzar el río hasta llegar al Fort Saint-Jean, y subir de nuevo a la Croix-Rousse. Si venís a Lyon es un paseo que os recomiendo.
Tengo un par de calabazas todavía, me atreveré a hacer las dos recetas, aunque creo que me gustará más la salada a mi compi seguro que le gusta más la dulce, nos complementamos :) Sigue disfrutando de tu viaje. Un millón de besos
ResponderEliminarQué preciosidad de fotografías. Se huele el otoño en cada imagen! He pasado por Lyon miles de veces de camino a Suiza, pero nunca he podido conocer a fondo la ciudad, lo tengo pendiente.
ResponderEliminarTampoco conocía las sopaipillas ni las sopaipas, pero si las chilenas llevan calabaza, también me quedo con ellas :). Probaría las dos versiones, pero creo que me quedo con la dulce, es que soy demasiado golosa!
Ahora sé por qué comentabas que tu receta le iba a gustar a Kako, jajaja.
Un abrazo
Misterio resuelto jajaja seguro que Kako te lo agradece ;P Me quedo con la versión salada, me encanta el cilantro y el chile, bueno ají. Gracias por el paseo por Lyon!!!
ResponderEliminarAjonjolí...
ResponderEliminarQue pasada de receta!!!
No conocía un plato así, y me parece digno de ángeles!
Tiene una pinta extraordinaria!
Es una lastima que aquí solo se encuentren tan pocas variedades de calabaza..
Dile a tu amigo, que unas fotos maravillosas y que pienso hacer esta receta pero con mi calabaza. Me encantaría poder probar la potimarron de las que tanto he oído hablar por su exquisito sabor...
Feliz estancia en Lyon, otra cosita que me da una gran envidia.. ay Francia... me tiene el corazón robado!!!
Ayyyyyy, me mataste!, que delicia más grande, la verdad que ambas versiones me gustan, pero hace mucho que no las como por el tema de la fritura. La versión salada nunca la he probado con calabaza, solo la dulce, pero debe quedar dulcito, delicioso.
ResponderEliminarMe alegra saber que hayas comido un plato de mi tierra y que lo prepararas tan bien.
Hermoso el mercado!, sigue disfrutando.
Muchos besos.
Madre mía, que buena pinta que tiene y las fotos son preciosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que estan muy ricas...las fotos preciosas...beeesos
ResponderEliminarAjonjolí: tus entradas son siempre mágnificas . Tienes una calidad única para hilar las cosas simples y pequeñas en historias entrañables. Me quedo con esta receta y con unas ganas tremendas de visitar Lyon! Sigue disfrutando!
ResponderEliminarSabina.
Yo tb. soy más de salado además es la primera vez que veo esto de las sopaipillas chilenas, que nombre. Disfruta de tu estancia en Francia. Bss
ResponderEliminarAcabo de llegar de Chile y de Argentina (soy Veganizando, también, con mi otro blog). He comido sopaipillas. Me cocinaron sopaipillas, lo hizo una abuelita que me ayudaba a bajar las laderas de su isla, Mechuque. Estoy revisando mis blogs favoritos, porque no los he visto en el último mes, y me encuentro con esto. Con las sopaipillas. Ella también hacía pan. Y comí, porque lo hizo su cuñada, pan chilota, integral. Todo con sus manos, porque no pueden comprar el pan. Pancitos, los llamamos. Pancitos ricos.
ResponderEliminarVeo que has estado bien. Y espero que hayas estado y que estés aún mejor. Un beso, corazón.
Qué rico, me encantan las sopaipillas en su versión dulce o en salado!
ResponderEliminarGenial las fotos!