Mi tío J. suele decir que "a quien Dios no le da hijos el demonio le da sobrinos". No sé por qué lo dice, si sus sobrinos somos unos angelitos ;). Cuando éramos pequeños mi tío me parecía el más enrollado del mundo, el día de Reyes traía un enorme cohete cuya mecha prendíamos en el salón y explotaba con gran estruendo desperdigando juguetes por todas partes. Me gustaba tanto que aún me acuerdo. Cuando quise comprar uno para mis sobrinos, mi padre dijo que ni de broma iba a explotar un cohete en el salón, que en todo caso habría que salir a la calle. Descarté la idea, evidentemente, pero eso me hizo pensar en lo que han cambiado los estándares en este país. Hace 25 años viajábamos 7 en un Seat Panda, los cinturones traseros en el coche eran ciencia ficción, y explotábamos cohetes dentro de las casas. Que haya aumentado la seguridad es bueno, evidentemente, pero quizá hemos perdido algo de espontaneidad por el camino. Bueno, ¡quizá se me va la pinza un poco de más!
A lo que iba, el asunto de hablar de sobrinos es que este molde de hombrecito en 3D me lo regalaron dos de mis sobrinas. Una, mi tocaya, es un ángel, es la preadolescente más sensata que pueda existir. La otra, que tiene cara de no haber roto un plato, dicen las malas lenguas que ha heredado mi carácter (la pobre, aprenderá a lidiar con él).
Les hice estas galletas con la receta de masa de Bea, y las glaseé en color rosa, yendo contra todos mis principios, sólo porque sabía que cuando abrieran la caja ambas, y su madre, soltarían un "oooooooh" a tres voces. Y tuve razón. Aunque mi hermana, la muy perra, dice que no me han vuelto a salir tan ricas como las que hice en casa de Bea. Bea, maja, yo creo que hay algún secreto que no me contaste.
Para las de cuadritos sencillamente hice cilindros de masa que aplasté por los lados (dos cilindros de masa de chocolate y dos de masa blanca) los puse juntos formando la cuadrícula, luego puse una lámina de masa alrededor, de manera que quedaba un gran cilindro de masa, y lo puse todo envuelto en plástico, lo apreté bien, y deje que reposara en la nevera una horita antes de cortar las galletas. El horneado también lo tenéis explicado en el blog de Bea.
Felices vacaciones los que os toméis la semana libre. Y haced uso de los cinturones traseros ;)
A lo que iba, el asunto de hablar de sobrinos es que este molde de hombrecito en 3D me lo regalaron dos de mis sobrinas. Una, mi tocaya, es un ángel, es la preadolescente más sensata que pueda existir. La otra, que tiene cara de no haber roto un plato, dicen las malas lenguas que ha heredado mi carácter (la pobre, aprenderá a lidiar con él).
Les hice estas galletas con la receta de masa de Bea, y las glaseé en color rosa, yendo contra todos mis principios, sólo porque sabía que cuando abrieran la caja ambas, y su madre, soltarían un "oooooooh" a tres voces. Y tuve razón. Aunque mi hermana, la muy perra, dice que no me han vuelto a salir tan ricas como las que hice en casa de Bea. Bea, maja, yo creo que hay algún secreto que no me contaste.
Para las de cuadritos sencillamente hice cilindros de masa que aplasté por los lados (dos cilindros de masa de chocolate y dos de masa blanca) los puse juntos formando la cuadrícula, luego puse una lámina de masa alrededor, de manera que quedaba un gran cilindro de masa, y lo puse todo envuelto en plástico, lo apreté bien, y deje que reposara en la nevera una horita antes de cortar las galletas. El horneado también lo tenéis explicado en el blog de Bea.
Felices vacaciones los que os toméis la semana libre. Y haced uso de los cinturones traseros ;)