Quizás tu timonel fue una gaviota
Tu carta marina sólo espuma
Eligiendo a una deriva casi loca
El final del camino, una aventura
El silencio de una playa te esperaba
Y gritaba... ¡que no arrumbe Su Destino!
No dejes que me quede desolada
Por algo que se añora y que es divino
Te acercas como nave misteriosa
Una luz que destella, que ilumina
Nadie sabe si es el viento o son las olas
Quien te mece y te arriba hasta la orilla
Tu partida tal vez de un mundo oscuro
Con un cielo de tinieblas y nubarrones
Buscando el sentir de las pasiones
Que sólo da el amor cuando es profundo
Una brisa daba aire a tu candela
Tu morada, siendo fría, no la extingue
Es tan grande nuestro amor que nos consuela
Saber que eres madre y eres virgen