Os dejo un artículo muy recomendable publicado el pasado 12 de octubre por Arturo Posada en 'El Norte de Castilla' sobre el libro "The Numbers Game" (que aborda el papel de la estadística y el análisis en el fútbol).
La gran revolución que atraviesa el fútbol en la actualidad tiene que ver con los números. Los entrenadores han añadido a sus equipos de trabajo analistas que desentrañan aspectos del juego que suelen pasar inadvertidos. Convenientemente ‘cocinados’, esos números permiten adoptar decisiones, desde fichajes hasta retoques en las alineaciones. Las estadísticas adquieren cada vez más relevancia y dos economistas ofrecen conclusiones sorprendentes en el libro ‘The Numbers Game’ (el juego de los números), de momento solo disponible en el mercado anglosajón. Los números marcan la frontera del cambio en un deporte donde también existen personas que ofrecen gran resistencia a cualquier proceso analítico. Son los habituales refractarios a las innovaciones, paladines del «siempre se ha hecho de esta manera». Pero el futuro va por otro lado sostienen los autores de ‘The Numbers Game’, un volumen que lleva como subtítulo ‘por qué todo lo que sabes del fútbol es erróneo’.
Chris Anderson es un gurú de la estadística y economista político. David Sally, un economista de la conducta. Los dos creen que algunas verdades esenciales del fútbol se pueden reducir a estos números: 2,66, 50/50, 53,4, <58 0="" y="">1. Son los nuevos mandamientos del balompié.
Los análisis que se elaboran actualmente en el fútbol tienen un objetivo: no se trata de probar teorías sino de constatar qué nos dicen los números y si las ideas que se manejan son correctas. Los autores se centran para empezar en una de las ‘verdades’ que suele citarse. El ‘hecho’ de que los equipos son más vulnerables después de haber marcado un gol. Sin embargo, sucede al revés: tras un tanto a favor, los equipos son menos proclives a conceder un gol en su portería.
Saquemos los córners en corto
Las estadísticas demuestran también que los equipos que botan más córners en la Premier League no marcan más goles. Solo uno de cada cinco saques de esquina acaba con un lanzamiento a puerta. Y de esos disparos a portería, el 89% finaliza sin consecuencias. El promedio de goles tras córner en la Premier League es de uno cada diez partidos. Aunque los saques de esquina se celebren en Inglaterra como el anticipo de un gol, la realidad es otra. Prácticamente, no encierran peligro. Por eso los autores creen que resulta más efectivo sacarlos en corto. De esta manera se evita el riesgo de que el rival sorprenda con un contraataque y con los centrales propios en el área contraria.
La suerte
Los autores han analizado decenas de miles de partidos de los últimos cien años para llegar a una conclusión: el fútbol es un juego de 50/50. La mitad es suerte, la otra mitad, habilidades. Para tener éxito en el fútbol hay dos rutas: una es ser bueno, la otra ser afortunado. Se necesitan las dos para ganar un campeonato, pero solo una para vencer en un partido.
Otra cifra clave es 2,66. Es el promedio de goles que se han marcado en las cuatro grandes ligas europeas (Inglaterra, Alemania, España e Italia) entre 1993 y 2011. Eso permite anticipar que en esta temporada de la Premier League, 30 partidos acabarán sin goles y 70 encuentros con un solo tanto.
‘The Numbers Game’ constata, después de analizar 43.000 partidos, que en el fútbol «los favoritos solo ganan algo más de la mitad de las veces». La posibilidad de que gane el ‘no favorito’ es del 45,2%. Otros datos sugieren que la mitad de los partidos de los Mundiales se decide por la suerte. Y, entre 2005 y 2011, los equipos que más disparan en las cuatro grandes ligas europeas solo han vencido en el 47% de los partidos.
El gol, esa rareza
Si el baloncesto es un deporte de abundancia en el marcador, el fútbol es un deporte de rareza. En el balompié los equipos disparan poco más de 12 veces por partido. En el baloncesto, 123. En el fútbol, un equipo anota un gol cada 69 minutos. Si las marcas van mejorando como norma general en cualquier deporte, en el fútbol los goles han ido declinando porque se ha convertido en un juego que ha desarrollado una simetría entre marcar y no encajar. Anderson y Sally afirman que los aficionados no van a los estadios a ver goles, sino a presenciar partidos en los que cada gol sea esencial y potencialmente definitivo. «Es la rareza lo que importa», resumen.
Los espectadores de las mayores ligas europeas vieron en la última década más de dos goles y medio por partido y menos de tres por encuentro (el ya fijado 2,66). El número de goles es sorprendentemente similar en todas estas competiciones de élite.
Además, los autores reflejan una correlación entre las tarjetas amarillas y rojas que ven los futbolistas y la violencia que existe en sus países de origen.
Dos economistas alemanes, Alexander Dilger y Hannah Geyer, descubrieron el factor que cambió cuando las victorias pasaron a valer tres puntos. No se incrementaron los goles, sino las tarjetas amarillas porque los tantos aumentaron su valor y los equipos se afanaron en tratar de no recibirlos. Sally y Anderson indican en ‘The Numbers Game’ que el gol más importante para un equipo es el segundo porque es el que más puntos otorga a un equipo. Esto supone que el Chelsea debería haber comprado a Darren Bent en lugar de pagar 50 millones de libras al Liverpool por Fernando Torres en enero de 2011. Los tantos de Bent dan más puntos que los de El Niño.
‘The Numbers Game’ sostiene que no conceder goles es más valioso (2,5 puntos por partido de media) que marcar un solo gol (un punto por partido). De ahí la fórmula 0>1. Los goles más valiosos, en resumen, son los que no se marcan.
La ilusión de la posesión
Sepp Herberger, seleccionador de Alemania Occidental, acuñó la frase: «La pelota es redonda». La obviedad encierra una hecho importante: el juego cambia de dirección, algo que también apuntó Herberger en la misma sentencia. La posesión es una ilusión porque ningún equipo dispone del control completo del balón excepto cuando lo coge el portero. Chris Carling, analista del Lille francés, comprobó que los jugadores permanecen en contacto con la pelota solo 53,4 segundos en cada partido y corren 191 metros con ella. La distancia que recorre un jugador en un encuentro es de 11 kilómetros. El 99% del tiempo, un futbolista no toca el balón. El 98,5% del partido se mueve sin él. El fútbol no es un deporte de posesión sino de manejar las continuas pérdidas.
La posesión en el fútbol tiene que ver con estar en el lugar correcto para recibir la pelota. Los buenos equipos no son mejores pasando que los peores. Simplemente, logran más pases fáciles en los mejores lugares del campo y no pierden balones. Los equipos que pasan bien la pelota superan a sus oponentes en 1,44 puntos y hasta 1,19 goles por partido, apunta ‘The Numbers Game’. Pero el arma más efectiva aparece cuando se evitan las pérdidas. Los equipos que utilizan el juego con balones largos tienen menos opciones de marcar y marcan menos, y suelen acabar luchando por la permanencia, aunque circunstancialmente encuentren el éxito.