“Quizás yo nunca tenga la habilidad de Ronaldinho. Tengo que compensarlo con otros fundamentos” o “Messi representa la habilidad y el control del balón” son algunas afirmaciones de Ricardo Izecson dos Santos Leite, más conocido como Kaká. Los elogios al resto de jugadores, que para él no son rivales porque ve el fútbol como un divertimento, son habituales. Por eso, nada más derrotar el Milán al Boca Juniors en la final del Mundial de clubes, declaró que le impactó mucho Rodrigo Palacio, al que definió con un gran jugador y muy muy bravo.
Ya avisó Diego Maradona, al señalar que si Boca Juniors lograba anular a Kaká le ganaría al Milan en Japón. 1 gol y 2 asistencias demostraron que es un jugador en la mayoría de ocasiones imparable. El brasileño va recopilando títulos, colectivos e individuales. Ya es campeón de Italia, campeón del mundo, campeón de la Liga de Campeones, campeón del mundo de clubes, Balón de Oro, y ahora FIFA World Player.
Todos los elogios no le separan los pies de la Tierra, con gestos como donar el premio de 129.000 euros que le dieron como mejor jugador del Mundial de clubes al Hospital Familiar de Nazaret. Kaká estuvo a punto de ahogarse en una piscina cuando tenía dieciocho años (en el año 2000), un incidente que le dejó lesionada la sexta vértebra cervical al torcerse el cuello.
Es una persona muy religiosa: cuando el Milan consiguió su séptima Copa de Europa, la primera de Kaká, éste se puso a rezar arrodillado mientras enseñaba una camiseta en la que decía "I belong to Jesus" (pertenezco a Jesús), el mismo mensaje que lució en Japón tras proclamarse campeón del mundo de clubes. Es algo que no oculta: pertenece a los Atletas de Cristo (como Edmilson, Donato, Baltazar, Alemao, Bebeto, Paulo Sergio, Zé Roberto, Jorginho, Taffarel, César Sampaio) y ya confirmó que será pastor evangélico al terminar su carrera deportiva.
Nacido el 22 de abril de 1982 en Brasilia, debutó en 2001 con el Sao Paulo con tan solo 19 años, marcando 22 goles en sus dos primeras temporadas, lo que le valió firmar por el Milán por tan solo ocho millones y medio de euros. Antes de dar el salto a Europa, el sueño de todo futbolista brasileño, no conoció como la mayoría de éstos el mundo de las favelas. Su padre ingeniero y su madre profesora le dieron una educación privada y bilingüe. Tal vez esto ha facilitado que sus aficiones no sean las más habituales entre los deportistas: leer mucho y ser un gran apasionado del cine, el arte y el teatro
La noche que ganó su primera Copa de Europa, la séptima del Milán, se acostó a las cinco de la madrugada, una rara práctica en su vida. Sin embargo, conoció a su mujer, Caroline, en una fiesta en Sao Paulo, presentados por el padre de él y la madre de ella (que trabaja para Christian Dior Brasil). Caroline tenía 15 años y Kaká con 19 ya era famoso. Después, en 2002 se hicieron novios coincidiendo con el Mundial conquistado por Brasil.
Kaká confiesa no haber ido nunca en Italia a una discoteca, salvo a las fiestas del Milán, y siempre acompañado de su mujer. Si ella estaba en Brasil, tenían un pacto: ambos salían con los amigos pero a medianoche volvían a casa para llamarse por teléfono. No fue su única promesa puesto que también eligieron llegar castos al matrimonio. El próximo año, en 2008, será padre por primera vez.
Así es Kaká, cuyo apelativo se debe a su hermano pequeño, que no sabía pronunciar la palabra Ricardo, y terminó por inventarse una especie de sonido gutural. La Juventus de Turín, uno de los primeros equipos europeos que llamaron para contratarlo, finalmente no se animó a hacerlo. Uno de sus directivos, Luciano Moggi, aseguró que era bueno pero que no podían fichar a un tipo con ese nombre. Como el Real Madrid y muchos otros grandes equipos, ahora se tiran de los pelos.
Información y fotos: webs diversas buscadas a través de Google