lunes, 31 de diciembre de 2018

también la vida, a jorge smerling

jorge smerling con victorio veronese, en la azotea de la casa de la calle saráchaga















aunque tu cabeza estalle
contra un barco en la dársena sud, o en el riachuelo
y vengas después con ella en la mano
      -juan bautista de estos tiempos-
para bailarnos la danza del ombligo a los normales
que creemos en tu poesía

      y después te alaben páginas en sepia de suplementos literarios, esos andróginos de la literatura
      que piensan como esclavos y escriben como cadáveres

aunque tus hermanos franceses vaguen al azar:
      uno dopado, el otro canceroso y el último más allá de los vidrios,
hermano, no te rindas

no te rindas, el poema merece ser escrito

gerardo burton, en buenos aires, hacia 1984




sábado, 22 de diciembre de 2018

El héroe del líquido - Las estaciones de la sed (reedición) de Raúl Mansilla


A continuación, se reproduce el texto no leído en la presentación de dicho libro, no ocurrida el 17 de noviembre de 2018 en la casa de los Artistas Neuquinos, en la ciudad capital de Neuquén. La autoría del texto no leído pertenece, por ahora, a Gerardo Burton. El libro fue publicado por Espacio Hudson, la editorial que conduce Cristian Aliaga.




La sed puede ser la exterioridad. Pero también es la carencia, la conciencia de lo que falta: la necesidad que es madre de todas las cosas. El líquido puede ser la saciedad, el exceso, la desmesura. Entre los dos, Mansilla establece un viaje. Estos dos libros absolutamente necesarios estaban agotados. Y eran -son- necesarios para la poesía de la Patagonia, para la poesía en general.
Oscilan entre dos leit motivs; la sed y el líquido. Y cada uno tiene su corte, su séquito de materiales, de elementos, de palabras. Por ejemplo: Mansilla habla de botellas, de destilados, de humedecer, de humedad, de beber, de alcohol. Y también: sangre, orina, saliva.