Escalera de subida a la parte alta de la galería
Te citan para la calle Entença, 155, pero allá, delante de la siniestra puerta de madera no hay ni siquiera un letrero de "pase, sin favor" o "Usted está aquí". Te quedas con cara de tonta hasta que viene algún otro incauto preguntando si las visitas a la Modelo entran por ahí. En la jamba hay un timbre al que no contestan. Empujas la puerta y accedes al patio, donde unos funcionarios con alma de funcionarios, más serios que una intervención a corazón abierto, te toman los datos, te ponen una pegatina de visitante y para adentro, a pasar compuertas que se abren y se cierran detrás de ti.
Reloj de la entrada
Para entrar, mientras cierran la esclusa detrás de ti, esperas que se abran los barrotes de delante. Lo primero a lo que accedes son los locutorios para los familiares. Unas celdillas acristaladas que hacen que la comunicación sea penosa. Aún por las paredes pueden verse las últimas normas, horarios, avisos. Hay puertas en las que se lee "METADONA", "ENFERMERÍA", "OFICINA FUNCIONARIO", "ECONOMATO"...
4ª galería
En la 5ª galería, sección historia, te van contando la evolución talegaria. Sale una celda de 1904, otra de 1909, y en la puerta te cuentan qué fue le semana trágica de Barcelona, aquella sublevación que empezaron las madres hartas de que sus hijos fueran a morir a Marruecos a una guerra que habían empezado los ricos españoles que tenían minas allá. Como figura destacada, te sacan al pobre Francesc Ferrer i Guàrdia, un hombre culto, maestro, pedagogo, que fue el cabeza de turco de aquella algarada que empezó como un hartazgo contra la muerte de hijos en la guerra y acabó quemando cuantiosos lugares de culto religioso (católico, claro, no había de otro). Él pagó el pato con su prisión y muerte, como si todo lo hubiera empezado él.
5ª galería
También estuvo interno, en esa convulsa época del reinado de Alfonso XIII-dictadura de Primo de Rivera padre, "el noi del sucre", Salvador Seguí. Pero el líder anarquista salió vivo de su encierro en la Modelo. Fue asesinado en plena calle por los pistoleros de los ricos.
Dibujo de una celda
Otro de los presos ilustres fue Lluis Companys, fusilado en Montjuich por haber sido elegido president de la Generalitat, cosa que a los franquistas vencedores de la guerra les suponía un acto criminal ya de por sí.
El patio de la cárcel y fotos viejas
Hay otros presos, como "el Vaquilla", Juan José Moreno Cuenca, que fue el líder de un angustioso motín a principios de los 80. La cárcel reventaba de presos heroinómanos y las condiciones eran insoportables. Unos años antes por esas celdas había pasado Manuel Vázquez Montalbán o Víctor Mora, dibujante del capitán Trueno.
Medicación reclusa
La Modelo aún tiene 113 años y es como una araña. Desde el panóptico central, una cúpula que recoge los seis brazos (las seis galerías) que existen, un chico africano te da cuatro pinceladas de lo que vas a ver con su castellano improvisado y te manda a las galerías 5 (La visita histórica), 4 una galería común, para que veas cómo son las celdas, como huelen, porque tienen un olor
Cúpula del panóptico
Al salir, por el mismo pasillo de las cancelas que se abren cuando se cierra la que has dejado atrás, si te metes a la derecha, al almacén de paquetería, donde llegaban los enseres que la familia llevaba a los presos. Te muestran el lugar exacto donde se ajustició, mediante garrote vil, a Salvador Puig Antich, en 1974.
El foco muestra dónde estaba el garrote vil que acabó con Salvador Puig Antich