Mostrando entradas con la etiqueta Costurero. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Costurero. Mostrar todas las entradas

viernes, 14 de mayo de 2021

La cestita




Durante el confinamiento cosí muy poco y cosí muchísimo.
Cosí tantas mascarillas y con tanta angustia por no tener más materiales, por no tener donde comprarlos, por no saber si serían suficientemente seguras, si protegerían adecuadamente, si se podría respirar con ellas... Que aborrecí la máquina de coser.
 Casi un año he estado sin tocarla .Hasta que me sentí mejor y cosí el bloque del Splendid Sampler  que os mostré en mi anterior entrada. Fué como poner un punto final a mi aborrecimiento. Como asumir que ésta es nuestra vida, nuestra historia, y que hay que disfrutarla, sufrirla y pelearla según vaya viniendo.



Cosí muy poco de las cosas que me gustan. 
Tenía esta cestita del libro de Yoko Saíto a medio desde hacía mucho.
 A punto de convertirse en un UFO. 
Mi marido estuvo todo el tiempo trabajando por pertenecer a los "esenciales".
 ( Lo pongo entre comillas, porque a mi modo de pensar todos los trabajos honrados son esenciales, pero ésa es la denominación que se dió oficialmente)
 Cuando llegaba del trabajo, más cansado, preocupado y estresado que nunca, tenía que pasar por mi" higienización de bienvenida", que consistía básicamente en quedarse como el Señor lo trajo al mundo en medio de la entrada, recibir un primer friegue con agua y lejía, y dirigirse derecho a la ducha mientra yo le abría las puertas y los grifos para que no tocase ni picaportes ni nada. Qué miedo y qué estrés. El pobre me decía muy serio: "Mujer, que además de por el virus, uno también se puede morir asfixiado en lejía, ¿Sabes? " 



Pero ya "bien higienizado" y habiendo terminado la comida,  comentábamos las novedades  del día, las noticias, las llamadas habidas de la familia, las incertidumbres, los dolores, y después poníamos algo ligero en la televisión, una serie , una peli... lo que fuese para darle un poco de tregua a nuestras preocupaciones y descansar un poco.
Entonces yo cosía la cestita a su lado, a mano,
 mientras veíamos lo que tocase ese día.
Esos fueron nuestros momentos de paz  juntos en esos días temibles.
Aprecio mucho la cestita.


Quise coser este patrón porque me recuerda a las cestitas de cartón que se vendían con agujas dentro. Mi abuela tenía un par de ellas y a mí me encantaban. 
Hice una modificación al patrón original y le coloqué una "extensión" con un bolsillo y cremallera, y un bolsillo aplicado en el centro. También sustituí el alfiletero de corazón por un librito  de agujas, que a mí me resulta más práctico en este caso. La rigidez necesaria la conseguí metiéndole un plástico de la tapa que le arranqué a unos apuntes encuadernados.
Como nos enseñaban los abuelos, 
en época de escasez se agudiza el ingenio.
Un abrazo.





 

lunes, 9 de diciembre de 2019

¿Qué puede caber en un costurero?



¿ Qué puede caber en un costurero?
¿Hay alguno lo suficientemente grande?



Mi abuela materna tenía una lata de caramelos. Y ahí le cabía todo.
Mi abuela paterna tenía un cesto de mimbre. Y ahí le cabía todo.
                       


Este tampoco es muy grande, ni muy lujoso,
pero le han cabido muchas horas de ilusión, una montaña de cariño, y un gran alijo de buenos deseos.



Espero que de él se creen muchos buenos recuerdos para el futuro.

Besos.






viernes, 13 de mayo de 2016

Costurero con costureras

Es IMPRESIONANTE la energía que puedes perder
con pequeñas preocupaciones diarias.
Esas pequeñas incidencias, que, gracias a Dios, 
en realidad no tienen importancia, 
pero que te pueden quitar un tiempo precioso,
la paciencia, y hasta el ánimo :

Un proveedor que te manda la factura equivocada,por tercera vez...
Un dato que te han registrado mal en una matrícula académica...
La declaración para los impuestos...
Una alergia nueva en tu cuerpo ... 
Ir a comprar la vacuna para esa alergia
 y descubrir que no la cubre el seguro
 y cuesta mucho dinero...
Un pequeño error en alguna parte de la nube informática
que te deja un día sin poder acceder a tu blog,
 y a ti preguntándote  porqué usas ordenadores
 si no los entiendes en realidad...
Que se te olvide comprar papel higiénico
 y no lo descubras hasta el Domingo por la mañana...
:)))))

Y lo que es peor : !¡Sin tiempo para coser!!
( Y , a veces, sin ganas de coser)

Pero yo me dije a mí misma:
¡Necesito un momento de descanso!
¡ Tengo que encontrar un momento para relajarme !

Y el domingo pasado me hice este costurero grande, grandote,
para que cupiesen muchos bloques,  telas, y herramientas...






A ver si mi camino se va allanando con el paso de los días,
y puedo volver a mis momentos de costura, 
 a mis momentos de té y visitas largas,
 laargas y placenteras, 
de todos vuestros blogs.

Muchos besos.