viernes, 29 de noviembre de 2024

Campo cerrado - Max Aub

Título: Campo cerrado                                                                                                           Autor: Max Aub

Páginas: 302

Editorial: Capitan Swing
 
Precio: 19 euros

Año de edición: 2010

Campo cerrado fue escrita en París, inmediatamente después de la guerra civil y se publicó en México en 1943. Es la primera novela de la magna serie El laberinto mágico de Max Aub, culminada en 1968 con Campo de los almendros. A través de los destinos cruzados de una multitud de personajes reales e inventados, Aub logró componer un retablo de la agitada España en que le tocó vivir. El destino no será benévolo con las criaturas aubianas perdidas en el laberinto. Se ha dicho que Max Aub vivió para contar la guerra civil desde la perspectiva republicana. En realidad, el valenciano escribió muchas más cosas, pero es indudable que su vida quedó marcada para siempre por la hoguera que se desató durante los años 30: guerra civil, derrota, campo de concentración en Argelia y exilio en México hasta su fallecimiento. 

Campo cerrado es la novela de la vida de Rafael López Serrador. Una existencia anónima, sin relieve, como la de cualquiera. Siguiendo el hilo de su vida a través del laberinto, el autor reconstruye la historia de España. Esta es una novela histórica, de acuerdo con la definición que de ella daba Lukács: a través de las peripecias individuales de sus protagonistas, se describe la experiencia histórica colectiva que los condiciona. La biografía de Rafael López Serrador se convierte en la novela de España en uno de sus periodos históricos más trágicos. 

Rafael es de Viver de las Aguas. De familia humilde. Vive su juventud en Castellón (la descripción que hace Aub de esta ciudad mediterránea es prodigiosa). Pero algo le impulsa a irse a Barcelona, la gran ciudad, verdadero microcosmos del remolino español y de las tensiones que lo desgarran. Monta en el tren. Su traqueteo se confunde con los sueños de Rafael. En Barcelona buscará su camino: tiene 16 años. Al principio, el joven provinciano está deslumbrado por el trajín ensordecedor de la gran ciudad. Trabaja, empieza a militar en grupos revolucionarios, conoce gente, patea la ciudad, vive experiencias que le marcarán para siempre. En un determinado momento, desde el Tibidabo, contempla la ciudad como un conquistador: la ciudad a sus pies, envuelta en una neblina rosada, al fondo se ve la línea del mar, de un azul difuminado. Pero no es un héroe, sino un espectro que se pierde en las callejas de la urbe. 

Pasa el tiempo. La vida de Rafael se va confundiendo con las vidas de otros millones de españoles en un único destino. Estalla la guerra. Ahora los individuos son tragados por la contienda. Pelean como un solo hombre para defender aquello en lo que creen con el sacrificio de sus vidas. Rafael López Serrador está definitivamente perdido en el laberinto español. Triunfa lo colectivo en la era de las masas. Se ha completado la transición de la novela de formación a la novela histórica. 

Campo cerrado tiene momentos inolvidables, de esos que se quedan grabados en la memoria del lector. Algunos ejemplos. El paso del tiempo en los pueblos del litoral mediterráneo: las cosas se marchitan sin remedio frente a la eterna renovación de la naturaleza. Una imagen apoteósica de Barcelona desde el imperial de un tranvía. El asesinato de una prostituta en el puerto durante una noche aciaga. Una pesadilla en donde el durmiente se hunde en un agua verdosa plagada de asquerosas criaturas que lo envuelven, quizá símbolos de su conciencia culpable. Una Barcelona en guerra, de noche, iluminada por las hogueras de las iglesias incendiadas y estremecida con el sonido seco de los disparos. Y diálogo, mucho diálogo. Los personajes de Max Aub se descubren a través de lo que hablan

Conclusión: lean esta novela. Merece la pena. Su estilo es un poco barroco, retorcido y preciosista, sobre todo en las primeras páginas, aunque luego por fortuna se va aclarando. Hay muchos detalles para valorarla como una verdadera joya. La fuerza de sus imágenes. La elegancia y concisión con que se solventan algunos pasajes. Las frases brillantes que golpean como un látigo. La sensación de vida que transmite. El profundo pesimismo de quienes se saben perdedores, aunque ellos mismos no se atrevan a reconocerlo. La historia de una nación destrozada por querellas irresolubles. Los magníficos diálogos. Lo dicho: no se la pierdan.  

Max Aub

Max Aub (1903-1972) fue un escritor español nacido en París e instalado en Valencia a partir de 1914. Siempre se consideró español, ya que, decía, «uno es de donde hace el bachillerato». Empezó escribiendo poemas y textos vanguardistas. Luego pasó a militar en el PSOE y su literatura se volvió más crítica, sin perder ese primer entronque experimental. 

Vivió en primera persona la guerra civil. Fue ayudante de dirección en la gran película de Malraux Sierra deTeruel. La derrota le catapultó al exilio. Sufrió los campos de concentración franceses en Argelia. Tras muchas desgracias, logró instalarse, como tantos exiliados, en México.

Allí escribió miles y miles de páginas, con una rabia, talento y sinceridad absolutas. En 1969 volvió a España para recopilar materiales sobre su amigo Luis Buñuel. Nadie le conocía. Era una sombra. Sin embargo, la posteridad ha sido justa con Max Aub. Hoy se le considera uno de los mejores escritores españoles de su siglo. 

 Publicado por Alberto.

jueves, 28 de noviembre de 2024

A la caza del amor - Nancy Mitford

Título: A la caza del amor                                                                                                    Autora: Nancy Mitford

Páginas: 272

Editorial: Libros del Asteroide
 
Precio: 15,95 euros

Año de edición: 2005

El humor me parece el género más difícil, con diferencia. Creo que es cierto que es mucho más fácil hacer llorar, que hacer reír. Para esto último es necesario tener inteligencia, creatividad y ser sutil. Pues bien, aquí tenemos uno de los libros más hilarantes que he tenido la suerte de leer últimamente.

Publicado originalmente en 1945, es decir, hace casi un siglo, el tema de esta obra puede resumirse en dos palabras: es una novela de amor y humor. Arranca con una imagen inolvidable: «Existe una foto de tía Sadie y sus seis hijos sentados alrededor de la mesa de té en Alconleigh [...] Encima de la repisa y claramente visible en la fotografía cuelga una pala de zapador con la que, en 1915, tío Matthew había matado a golpes a ocho alemanes, uno tras otro, mientras salían de un refugio subterráneo; aparece recubierta todavía de sangre y cabellos, y de niños siempre nos había fascinado». Ante tan contundente inicio el lector solo tiene dos opciones, quedar horrorizado o empezar a disfrutar de un peculiar sentido del humor típicamente inglés, un humor negro e irónico que no deja títere con cabeza, y sabe reírse de todo y de todos. A partir de ahí, el texto no da descanso, en cada párrafo cuesta trabajo contener las carcajadas y al final, acaba uno riéndose solo.

Durante la primera mitad del libro, se cuentan mil anécdotas y sucedidos de la familia Radlett en su mansión de Alconleigh, adivinamos que fiel reflejo de los Mitford en Asthall Manor, y muy especialmente, de la infancia de los siete niños, la protagonista, Fanny, y sus seis primos, cinco niñas y un niño, una infancia llena de agitación constante y emociones desgarradas, entre terribles cacerías de niños y las aventuras más surrealistas. Veamos algunos ejemplos: «No es justo que tu tengas unos padres perversos y yo no», «No puede estar enamorada, tiene cuarenta años», «Mi primera impresión fue que no parecía en absoluto un marido. Tenía aspecto de ser simpático y agradable», «Qué bella colección de minerales. Lástima que estén enfermos. Ya es tarde para cualquier tratamiento. Dentro de uno o dos años estarán todos muertos», «Pobre anciano, supongo que a ella le gusta, pero si fuera mi perro, la verdad es que no tendría más remedio que sacrificarlo», «En cuanto a las institutrices [...] ninguna había sido capaz de soportar el rechinar de la dentadura postiza de tío Matthew, el furioso fogonazo azul de su mirada y el restallido de su látigo bajo las ventanas de sus dormitorios al amanecer».

Pero pasaron los años y las chicas se transformaron en «adolescentes indisciplinadas en busca del amor»; estamos en una época en la que todavía se consideraba el matrimonio como el destino ideal de toda chica bien. Sin embargo «Tío Matthew detestaba a los desconocidos, odiaba a los jóvenes y aborrecía la idea de llenar la casa de pretendientes». A partir de ahí, la novela evoluciona hasta convertirse en una especie de Mujercitas con ráfagas del humor más desternillante, para centrarse al final en la vida de la bella Linda, una de las hermanas, que se enamora de un noble francés. Esta segunda parte, la digamos novela de amor, mantiene de vez en cuando el nivel de comicidad de la primera parte: « ... era tal su fama de mujer virtuosa que incluso circulaba el rumor de que estaba enamorada de su marido», «El cuidado e la casa es más agotador y peligroso que salir de caza, no hay punto de comparación», «Los de izquierdas siempre están tristes», «Ser conservador es mucho más relajante, se acaba tu jornada y ya. Pero ser comunista consume todas tus energías», «Los ingleses son una raza de borrachos incapaz de contenerse,todo el mundo lo sabe», «... si son jóvenes invocan a sus madres, si son religiosas invocan a la Virgen para que les perdone, pero nunca he conocido a ninguna que se riera como tú», «Cuando se ha sido extranjero una vez, se es extranjero para siempre».

En suma, una novela divertidísima, que ofrece una jugosa caricatura de la clase alta inglesa, incluyendo sus peores defectos, y que inaugura un género: el de las confesiones de las extravagancias de una familia de la aristocracia británica. También resulta ser, en mi opinión, una de las pocas novelas que describe con precisión y naturalidad esa cosa tan peculiar que es la crueldad del mundo infantil. Por último, la historia de amor de Linda y Fabrice me parece encantadora. Una lectura muy agradable y de una comicidad irresistible. Muy recomendable.

La traducción del original en inglés es obra de Ana Alcaina, formada en la Universidad de Barcelona y con más de 20 años de experiencia como traductora. Esta edición incluye un estupendo prólogo del periodista y escritor mallorquín José Carlos Llop.

Asthall Manor, la mansión de los Mitford, donde está enterrada Nancy

Nancy Mitford (Londres, 1904-1973) fue una novelista, biógrafa y columnista inglesa. Era la mayor de los siete hijos, seis chicas y un chico, del barón de Redesdale, y nieta de Thomas Gibson Bowls. miembro del parlamento y fundador de las revistas The Lady y Vanity Fair.

Educados en casa, los siete hermanos llevaron una vida intensa y excéntrica. Nancy, después de un romance sin futuro con un aristócrata escocés homosexual, se casó con el hijo menor del barón de Rennell, diplomático, poeta y se decía que amante de Oscar Wilde. Su marido era infiel y derrochador, así que acabaron divorciándose, pero siempre se llevaron bien, siguieron siendo amigos y ella conservó el apellido de su exmarido, Rodd.

Se enamoró locamente del Jefe de Gabinete del general De Gaulle, el coronel Gaston Pawlesky y al acabar la guerra, se mudó a París para estar cerca de su amante. Sin embargo, el coronel acabó dejándola por la condesa de Sagan. Mitford siguió viviendo en la capital gala, tuvo éxito como escritora, fue una celebridad, posó como modelo para Dior y conoció a toda la élite intelectual parisina.

Se hizo muy popular gracias a sus columnas humorísticas en el London Sunday Times. Discípula y amiga de Evelyn Waugh, publicó ocho novelas y cuatro biografías, todas ellas de mucho éxito. También escribió algunos ensayos, como el titulado Noblesse Oblige (1945), donde acuñó las expresiones U (upper class, de clase alta) y non-U (non-upper class). Falleció a los 69 años, víctima de la enfermedad de Hodgkin.

Nancy Mitford en 1932

Publicado por Antonio F. Rodríguez.