Wednesday, July 24, 2024

El triste final de López Obrador



Si algo es sorprendente es como el presidente López Obrador ha mantenido el interés sobre su persona en los últimos meses de su mandato. Normalmente, después de las elecciones presidenciales, el mandatario saliente empezaba a ser ignorado por los medios. Lo que dijera empezaba a ser irrelevante y la razón era simple: había llegado el reemplazo y como habría dicho López Portillo en su momento, con “la renovada esperanza” (de que ahora sí éste sí sabría cómo hacerlo, cómo sacar al país adelante.

López Obrador tiene una adicción –como todos los presidentes mexicanos– al poder. Recuerdo que Calderón declaró en alguna entrevista que si fuera por él, no le molestaría seguir siendo presidente.  Sin embargo, el actual mandatario tiene adicción a ser el centro de atención. Hay que reconocer que ha logrado mantener las luminarias sobre su persona, aunque no necesariamente por hacer bien las cosas, sino por la cantidad de dislates que hace todos los días.

Por supuesto que el presidente sabe que la atención estará en Claudia Sheinbaum pero incluso así, se da su tiempo para ir con ella a todos lados. Y Claudia no dice nada. Guarda la compostura y se aguanta, pero eventualmente, cuando el 1 de octubre se convierta en la nueva presidente, tendrá que hacer a un lado a AMLO porque ya no deberá pintar en este nuevo gobierno. Y aunque el propio López Obrador ha dicho que se retirará a su rancho, es claro que eso es difícil que pase. Y aunque haya dicho que no intervendrá en política más, veremos que no será así.

La razón de esto es que si se va López Obrador y de verdad se jubila, MoReNa palidecerá y el partido político al cual todos quieren ir, empezará a ser menos atractivo porque hay que decirlo, un líder como AMLO no existe y tan astuto es, que ha logrado tener un sinfín de lamebotas como Layda Sansoores, que no le da pena mostrar su servilismo frente a su “dios”, incluso en la mañanera. Y desde luego, López Obrador no la detiene en su perodata alabando a su persona, porque le encanta que hablen de él.

 


Así pues, si el líder se va y sin sustituto que pueda llegarle al nivel del populismo que manejó López Obrador, el partido se quedará acéfalo y poco a poco empezarán a surgir tribus que buscarán deslindarse del partido en el poder. Esa es mi predicción. No será de la noche a la mañana pero estoy convencido que eso ocurrirá.

Pero lo más triste vendrá para Andrés Manuel López Obrador, que una vez sin la investidura presidencial, se convertirá en un ciudadano más, con el agravante de que ahora nadie le aplaudirá nada, no le hará caso ni el perro de su casa. Más aún, ni su mujer estará ahí para escucharlo, pues ya lo dijo el propio presidente, su mujer vivirá en la CDMX y él en su rancho en Palenque. Y eso puede deprimir al más duro de los seres humanos. Ya no importará lo que piense, lo que diga o deje de decir. Y eso será su triste final.

No obstante esto, vamos a ver si de verdad se retira y se deja hablar de él. Ya López Obrador ha soltado un par de perlas indicando que si su presidenta se lo pide, él estaría dispuesto a apoyar con lo que se requiriera. Así que aún no es caso juzgado. Conociendo el tipo de mentiroso que es, cualquier cosa puede ocurrir.

Tuesday, July 02, 2024

Vivir en el tercer mundo

 


 México se enclava en la idea de ser un país del 3er mundo, al que llaman “en vías de desarrollo”. Y pasan los años y seguimos en el subdesarrollo. ¿De quién es la culpa? ¿Por qué no llegamos al primer mundo nunca? Me he hecho esta pregunta muchas veces, pero creo que ya tengo una respuesta. Todo ocurrió a partir de una visita al Centro de Servicios Administrativos Cuatitlán Izcalli. Va lo que pasó:

 Resulta que tenía que hacer una modificación a un acta de nacimiento en donde el nombre del titular estaba mal escrito. Ya no voy a discutir la razón por la cual se tenía este error. Simplemente estaba y había que cambiarlo. En Naucalpan, en la oficina del Registro Civil, nos mandaron al ya mencionado Centro de Servicios Administrativos Cuatitlán Izcalli. ¿Por qué no podía hacerse en Naucalpan? Misterio. La cuestión es que nos dijeron que nos tocaba ir este pasado lunes y que además, debíamos llegar entre 6 y 7 am pues repartían una fichas para ser atendidos. Después de esa hora ya no iba a ser posible. Así que Pilar y yo nos levantamos al alba, y a las 6:15 am ya estábamos en camino del dichoso centro en Cuatitlán Izcalli. Llovía poco pero constante. Finalmente llegamos a nuestro destino a eso de las 6:55 am. Ya había una cola de unas 20 personas, todos con paraguas o chamarras contra la lluvia. Estuvimos esperando. No llegaba nadie a darnos ficha alguna para nuestro trámite e incluso, el centro de servicios estaba cerrado y abrirían hasta las 9 am.

 A eso de las 8 am se apersonó una señora y recogió los papeles de los que íbamos a hacer el trámite. Sin embargo, no pudimos entrar al inmueble porque abrían hasta las 9 am. La señora que recogió nuestros documentos indicó que no teníamos que formarnos más, porque nos hablarían por nuestro nombre para iniciar el trámite con el abogado (que leería nuestros papeles). Y entonces se nos ocurrió la mala idea de querer ir al baño. Justo en ese momento entró una trabajadora de dicho centro y le preguntamos si podría dejarnos pasar para ir a los sanitarios. Respondió que los estaban limpiando, pero que vería qué podía hacerse. Yo pensé que nos ignoraría pero 10 minutos después salió y nos dijo: “efectivamente están limpiando los baños, pero en la puerta que está al lado de la reja del centro hay un baño. Dígale al cuidador que les deje ir ahí, es una puerta azul”.


 
Caminamos y encontramos la puerta azul y al vigilante de la misma. No cobro 5 pesos por cada uno y nos dijo que en esa caseta está el baño, apuntando a la lejanía. Caminamos entre el lodo y encontramos, en ese lote baldío (con algunos automóviles y camionetas de la CFE, desvencijados, incluso una “oficina móvil CFE” que chance alguien ya estaba usando de morada), una caseta descuidada, con una cortina con la leyenda “para construir un mejor futuro” que en el mejor de los casos suena a ironía. Para ser francos, un escenario kafkiano... Pero la Naturaleza exige resolver las necesidades fisiológicas y usamos ese supuesto baño.

 Regresamos a la entrada y a eso de las 9:20 am nos dejaron entrar. Caminamos en “fila india” hasta llegar un área abierta, con varias filas de  asientos. Había más personas que sillas, por lo que nos tocó estar de pie. Pasaron los minutos y nadie venía a llamarnos para iniciar el trámite. De pronto llegó una empleada con chaleco verde y una señora le dijo que no sabíamos nada, que cuándo empezarían a llamarnos. La empleada dijo: “el abogado está viendo los papeles y es un trámite que lleva tiempo”. “¿Cuánto tiempo?” preguntó la mencionada señora. La respuesta fue: “Varía, es un proceso lento y puede ser de horas, así que vayan preparándose para salir después de las 3 pm”.

 En la sala en donde estábamos había dos mesas, con cuatro sillas, todo en un esquema tubular que hacía que las sillas estuviesen pegadas a la mesa. No nos dejaban sentarnos ahí porque eran las mesas y sillas para el comedor de los trabajadores. Los ignoramos y nos sentamos. Pasó quizás una media hora y apareció otra empleada llamando a algunos de los que habían ido a hacer algún trámite. Se los llevaron. Nos habían dicho que llamarían de diez en diez, pero si fueron seis los convocados, fueron muchos. Pasaba el tiempo y nadie regresaba a llamar a más personas.

 Pero de pronto regresó la del chaleco verde y nos dijo que teníamos que formarnos. Le indicamos que no había orden ni fichas, no estábamos numerados. No pareció entender y nos pidió que nos formáramos de nuevo. Entonces ya no me aguanté y le dije: “No sé por qué insiste tanto en que nos formemos. Ya le indicamos que no hay orden, no hay fichas, no hay números”. La respuesta fue: “pues los van a sacar si no se forman”. Le contesté que de entrada, no nos moveríamos (ya hablando por los demás), amén de que estaba lloviendo y sería inhumano, cruel y poco empático, mandarnos a la calle a mojarnos. Le exigí que trajera a su superior para explicarle el problema. Se dio entonces, la del chaleco verde, media vuelta y se fue, a pesar que le gritaba que me trajera a su superior. No me escuchó más, pero ganamos algo: ya no regresó a pedirnos nada. Eventualmente llamaron a Pilar, le dieron el papel que requería, se pagaron los derechos correspondientes y 10 minutos después salíamos de este lamentable y kafkiano centro. Para eso ya era la 1:30 pm.

 Todo esto es ridículo. Si todos los días hacen este procedimiento en dicho centro de trámites, ¿por qué no organizar una logística al respecto? ¿Por qué sólo hay un abogado que revise los documentos de los ciudadanos? ¿Por qué no hay suficientes sillas para los que van a hacer ese trámite? ¿Por qué le hacen a la gente pasar por un inútil calvario, empezando con el tema de darles fichas de 6 a 7 am para que puedan hacer su trámite? ¿Por qué tanta mala leche?

 Ese es el México real. Ahí lo dejo a la reflexión.